La iluminación espiritual

El hombre tridimensional que pretende el sistema

POR: PATROCINIO NAVARRO

Imagen; El hombre tridimensional que pretende el sistema; Patrocinio Navarro

EL OTRO HOMBRE TRIDIMENSIONAL

¿Podemos estar de acuerdo en definir el tipo medio social occidental como trabajador
insolidario/ciudadano sumiso/consumidor glotón?

Este trípode para caracterizar socialmente al hombre tridimensional que se ha ido configurando con la sociedad industrial y que alcanzó su máximo apogeo con la globalización. Lo que parecía difícil predecir es que también la globalización acabaría por reducir o eliminar el número de trabajadores activos, y por tanto de reducir la opción a consumir, erosionando de este modo sus pilares de apoyo y conduciendo a la deriva al hombre socio tridimensional. Sin embargo, lo que sí ha ido creciendo poco a poco desde los años setenta, tal vez, es la sensación de un gran fracaso ideológico y social debido al falso comunismo, y al canto de cisne de los mayos del 68, que junto al descubrimiento de la impostura de las iglesias institucionales llevaron a la humanidad a un tremendo vacío existencial que ni el consumismo ni la tecnología llenan.

La vida no es monocromática ni el hombre unidimensional. Descubrir esto es el principio de un camino que lleva a la mirada amplia y a la liberación de la conciencia. En este camino, sin embargo, hay muchos atracadores que nos venden baratijas de lo que buscamos y con ello buscan adquirir poder y prestigio.

Si hacemos el ejercicio de ahondar un poco sobre el significado sociológico y espiritual de esas novelas y películas relacionadas con lo que se supone el mundo espiritual, hallamos el ansia profunda de una parte de la humanidad por hallar alguna pista para entender este mundo y liberarse de una realidad chata, gris, prefabricada, zafia, llena de trampas y lugares tan comunes como cotidianos del materialismo consumista, estresado y gregario, que en ningún caso satisface la necesidad de felicidad que cada alma tiene y a la que solo puede ofrecerle –y esto con suerte- sucedáneos en forma de placer. Y ya no sirve la religión como opio de los pueblos. No puede ser de otra forma, pues este tipo de civilización que se nutre de poderes que manipulan, de injusticias por doquier, de patronos que explotan y de establos de grandes superficies con códigos de barras y márketing, solo proporciona sucedáneos, incluso sucedáneos de la religión interna, como suelen ser tantos de esos libros llamados de autoayuda.

Pero lo que oculta el éxito comercial de tantos de esos productos que alcanzan cifras récord de éxito como los harripoters, los códigosdavinci, los pilaresdelat., los avatares, y otros de esa familia no es otra cosa que esa necesidad profunda de verdades en qué apoyarse uno cuando las que se tenían como tales han resultado falsas. Para unos, las teorías de salvación social y para otros las teorías de salvación de su alma, pero en todos los casos la gente anda perdida, buscando oscuramente algo que dé sentido a la injusticia social y al vacío espiritual de su vida. De esta necesidad se aprovechan ahora todos esos vendedores de baratijas de consumo intelectual con las que se pretende atrapar incautos por los poderes oscuros que gobiernan el mundo. Estos sí son reales, y tampoco conducen a la felicidad, sino a la pobreza generalizada de las naciones, al conflicto social y a la guerra basada en toneladas de mentiras y en toneladas de bombas.

Algunos aún buscan en la filosofía el consuelo que buscaban en su momento los antiguos griegos, como medicina del alma. Pero del vegetar espiritual cotidiano tampoco ayuda al hombre socio- tridimensional la filosofía ni otros pretendidos remedios elaborados desde la mente intelectual con sus propios códigos de pensamiento limitante que ignoran la dimensión espiritual del Cosmos, de la vida y de cada uno de nosotros.

PERO...

EL HOMBRE TRIDIMENSIONAL ES OTRO

Cualquier persona de este mundo sabe ya que existen territorios sin explorar que sobrepasan las fronteras de la mente tan solo con ir ampliando la capacidad de percibir y el nivel de concentración, salud y bienestar emocional. De ahí el éxito de esos sucedáneos espirituales con los que se pretende por algunos promotores de la alienación desviar la atención y apartar a los seres humanos de las fuentes auténticas de la espiritualidad, como hizo el falso comunismo, o hace el falso cristianismo de las iglesias. Existen sin embargo códigos espirituales auténticos como los Mandamientos o el Sermón de la Montaña; existe la religión íntima y existen ciertos tipos de ejercicios físicos que nos armonizan cuerpo mente y espíritu, los otros 3 pilares alternativos que nos abren a conectar con el mundo espiritual, con nuestros semejantes y con la naturaleza de la que tanto nos hemos alejado. La búsqueda de esta armonía nos conduce a esa clase de felicidad que pretende negarnos al conjunto Humanidad los dirigentes de este mundo mientras nos venden sus baratijas para mantenernos en la triple alienación: insolidaridad-sometimiento-consumismo.

Existen, y todos lo intuimos, territorios sin explorar en el interior de cada uno que sobrepasan las fronteras de la mente y nos conectan con el universo espiritual; territorios a los que se accede según la capacidad de percibir y el nivel de concentración, salud y bienestar emocional que proporciona el cumplir voluntariamente con los conocidos Códigos de Dios.

Los habitantes de este Planeta estamos viviendo el Apocalipsis tantas veces anunciado, aunque se pretenda camuflarlo hablando únicamente del cambio climático.Pero es algo más que eso: representa el fin de una civilización basada en la concepción materialista del mundo. Es bueno recordar ahora que recursos limitados, como los que posee La Tierra, no pueden producir progreso ilimitado, y menos aún con una población mundial que crece de un modo galopante.

Rompe con eso y te encontrarás contigo. Rompe con eso y serás libre. Rompe con eso y serás feliz. Date una oportunidad.Danos a todos una oportunidad. Demos juntos una oportunidad a las generaciones que nos siguen. Demos una oportunidad a la vida de los animales y un respiro al Planeta. Pero no demos más oportunidades a quienes nos impiden que hagamos esto y que recordemos que nuestras verdaderas tres dimensiones son cuerpo, alma y espíritu. Rompamos en cada uno el falso trípode invertido y este mundo dejará de ser tierra hostil para todos. Recuperemos nuestro espacio de libertad para que se manifiesten en cada uno nuestras tres dimensiones allá donde estemos, hagamos lo que hagamos, seamos quienes seamos, si es que queremos que este mundo cambie de una vez.


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