La iluminación espiritual

Frases Hombres

Citas Hombres


El Buda dejo claro que las mujeres como los hombres podían alcanzar la iluminación. Las admitió en la orden monástica de ese entonces como bhikkhunis.

Los hombres malos están llenos de arrepentimiento.

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con que será salada? No sirve mas para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Amo a las mujeres y a los hombres de la misma forma. Veo a la gente como gente y al amor como amor.

Tenemos hombres de principios, lastima que nunca los dejen pasar del principio.

El progreso ha poblado la historia de las maravillas y los monstruos de la técnica pero ha deshabitado la vida de los hombres. Nos ha dado mas cosas, no mas ser.

A los verdaderos hombres no les pertenece nada. El tiempo y el dinero pertenece a los mediocres y superficiales.

Algunos hombres y mujeres se vanaglorian de sus pensamientos elevados, pero si estos pensamientos nunca alcanzan el plano de la acción, serán infructuosos: el poder del pensamiento depende de su manifestación en hechos.

La fuerza siempre atrae a los hombres de baja moralidad.

Lo mismo que un árbol tiene una sola raíz y múltiples ramas y hojas, también hay una sola religión verdadera y perfecta, pero diversificada en numerosas ramas, por intervención de los hombres.

La patria no es la tierra. Sin embargo, los hombres que la tierra nutre son la patria.

Desde el centro donde la voluntad de Dios es conocida, que el propósito guie a las pequeñas voluntades de los hombres.

Una vez escuche a un hombre sabio decir que no hay hombres perfectos. Solo intenciones perfectas.

Las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.

El conocimiento personal viene de conocer a otros hombres.

¿Como es que los niños pequeños son tan inteligentes y los hombres tan estúpidos?

No intentes seguir los pasos de los hombres de antaño; busca lo que buscaban.

Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por satisfecho.

La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.

He aprendido el sanscrito; deja, pues, que todos los hombres me llamen sabio.

Sabía usted que debemos saber que el verdadero conocimiento adquirido de Dios por medio de la intuición, no se funda en la sabiduría de los hombres, sino en la sabiduría de Dios.

El ajedrez es una contienda entre dos hombres que se presta particularmente a los conflictos que rodean la agresión.

Los hombres son dueños de su propio destino.

Los mas viles entre los hombres son aquellos que no dan ningún fruto en la tierra. Tales hombres son en verdad considerados entre los muertos; es mas, ante la vista de Dios, mejores son los muertos que esas almas ociosas y despreciables.

No es humano el deber que por soñar con una humanidad perfecta es inexorable con los hombres.

Clasifico a los hombres utilizando un solo criterio: la virtud. Para mi, los extranjeros virtuosos son griegos y los griegos malvados son peores que los barbaros.

Para tener relaciones sexuales no se necesita saber, se necesita sentir. Los hombres que miden cada movimiento y evalúan todas las reacciones de su compañera son los peores amantes.

Al descenso y al ascenso de luz los hombres le llaman vida, conciencia y muerte; a esto nosotros, que hollamos el Camino iluminado, le llamamos muerte, experiencia y vida.

Pocos hombres pueden alcanzar esas riberas, donde millones de Krishna se mantienen cruzados de brazos; donde millones de Vishnu se prosternan; donde millones de brahmanes leen los Vedas; donde millones de Shiva se abstraen en la contemplación.

Los hombres no desean la bendición en sus labios ni la verdad en sus corazones, porque la primera es producto de las lagrimas y la segunda es hija de la sangre.

Sabía usted que porcentaje de hombres norteamericanos que dicen que se casarían con la misma mujer si lo tuvieran que hacer otra vez: 80%.

Si llegamos alguna vez a hacer justicia a los animales, tendremos que desechar la anticuada idea del «abismo» que los separa de los hombres, y admitir que un vínculo común de humanidad une a todos los seres vivos en una fraternidad universal.

Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.

Llegará el momento en que hombres como yo considerarán el asesinato de animales como ahora ven el asesinato de hombres. - Leonardo Da Vinci

La mayoría de los hombres son esclavos de sus asociaciones.

Siempre ha sido un misterio para mi como los hombres pueden sentirse honrados por la humillación de sus semejantes.

Estamos tan obsesionados con hacer que no tenemos tiempo ni imaginación dejado de ser. Como resultado, los hombres no son valorados por lo que son, sino por lo que hacen o lo que tienen - por su utilidad.

Por mi vida. La luz de un buen carácter sobrepasa a la luz del sol y a su resplandor. Quienquiera lo haya alcanzado es considerado como una joya entre los hombres.

Gracias a la memoria se da en los hombres lo que se llama experiencia.

Que el propósito guie a las pequeñas voluntades de los hombres.

Hoy como siempre, los hombres se separan en dos grupos: esclavos y hombres libre. Quien no tenga dos tercios de su día para si mismo, es un esclavo.

El que se ha conquistado a si mismo es un héroe mucho mas grande que el que ha derrotado mil veces a mil hombres.

En el transcurso de la historia de la humanidad, los diferentes pueblos y culturas han engendrado hombres que de diversas maneras sobresalieron por encima de sus contemporáneos. Muchos de sus nombres aparecen en los diccionarios enciclopédicos o en obras literarias, porque todos hicieron algo que los hizo trascender y pasar a la posteridad como triunfadores. Hablo de profetas, científicos, artistas, inventores, deportistas, políticos, estadistas, líderes...

A lo largo de espacio hay energía, y es una mera cuestión de tiempo hasta que los hombres tengan éxito en sus mecanismos vinculados al aprovechamiento de esa energía.

No extrañéis, dulces amigos, que este mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.

Los hombres geniales comienzan grandes obras, los trabajadores las terminan.

Creo en el Dios de Spinoza, quien se revelo así mismo en la armonía de todo lo que existe. No en el Dios que se esconde tras la fe y acciones de los hombres.

El mas lamentable entre los hombres es el que convierte sus sueños en plata y oro.

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