Yo no soy mi cuerpo; soy más. Yo no soy mi habla, mis órganos, el oído, el olfato; eso no soy yo. La mente que piensa, tampoco soy yo. Si nada de eso soy, entonces, ¿quién soy?. La conciencia que permanece, eso soy.
En los monasterios, sinagogas y mezquitas se refugian los débiles, miedosos del infierno. Pero la persona que ha experimentado la grandeza de Dios no cultiva en su corazón las malas semillas del miedo y la súplica.
Un día el lobezno se convertirá en lobo, aunque se haya criado entre los hijos del hombre.
Coge una abeja amablemente y aprenderás las limitaciones de la amabilidad.
Aquel que ha hecho una puerta y un cerrojo, también ha hecho una llave.
Se necesita viajar mucho hasta que el hombre crudo alcanza su madurez.
Mejor el demonio que te hace progresar, que el ángel que te amenaza.
Si quieres convertirte en calígrafo: Escribe, escribe y escribe.
Si golpeas tu mano contra una piedra, no esperes más que dolor.
Busca la respuesta en el mismo lugar de donde vino la pregunta.
Existe la falsificación debido a que existe algo que es real.
Como el azúcar no es arsénico, muchas tumbas están llenas.
Para una hormiga, una tormenta es una lluvia torrencial.
Valiente es el ladrón que lleva una lámpara en su mano.
La paciencia es amarga, pero produce un dulce fruto.
La falta de respuesta es en sí misma una respuesta.