La iluminación espiritual

¿Eres capaz de mantener el equilibrio?

MANTENIENDO EL EQUILIBRIO

El mundo tiene muy numerosas formas de afectarnos si puede, ¿no es así?

Lo importante es no desanimarte cuando pierdes el equilibrio por un tiempo. No te desanimes: eso solo significa que estás practicando. Y no puedes practicar sin el opuesto, ¿o sí? No puedes practicar estar en quietud, sin movimiento. Porque si estuvieras quieto y no hubiera movimiento, no tendrías que practicar estar en quietud.

Así que no te desanimes cuando parezca que pierdes tu equilibrio bajo la presión de las circunstancias. Es simplemente el mundo siendo fiel a lo que es —una prueba de equilibrio para ti. Y cada vez que seas capaz de mantener el equilibrio en cualquier grado, y no ponerte agitado o deprimido, estarás más en quietud. Estarás siendo más inteligente, y tendrás más equilibrio del que conoces.

Con el tiempo, por la gracia, me parece que esas circunstancias ya no vienen más a ti. O tal vez es simplemente que ya no las necesitas más. Así que el mundo de las circunstancias no es un castigo —es una ayuda para que nos hagamos más inteligentes.

Pero a menos que hayamos oído esto, a menos que alguien nos lo haya demostrado, como yo confío en estar demostrándotelo ahora, tú pensarás que las circunstancias son algún tipo de escarmiento, algún tipo de castigo: ‘¿qué he estado haciendo mal?’ No se trata de eso en absoluto — esa es la forma egocéntrica de ver las cosas.

No has estado haciendo nada mal. ¡Lo único que se hizo mal alguna vez fue que nacieras! Y yo también. Y eso no es malo — es inevitable. Pero el solo hecho de nacer conduce al sufrimiento y a los problemas. Y el asunto, de una manera u otra, es sobreponerse a los problemas, enfrentar las dificultades con acción en vez de con pensamiento. La acción purifica y equilibra. El pensamiento corrompe y desequilibra.

EQUILIBRIO ENTRE APRENDER Y ENSEÑAR

La vida es el Maestro.

Esotéricamente se puede decir que la vida solo consiste en enseñar y aprender, lo cual tiene lugar principalmente de modo inconsciente, y que a todos, no solo a los que son ‘avanzados’ o tienen una conciencia religiosa, se les brinda un maestro o una enseñanza en cada etapa de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. En otras palabras, el maestro es la vida misma.

¿Cómo funciona esta enseñanza omnipresente y cómo se manifiesta en forma de circunstancias? Esotéricamente, toda cosa viva atrae hacia sí aquello que es esencial para su propia supervivencia física y crecimiento. Por ejemplo, la vida vegetal atrae agua, y aunque haya plantas individuales que se vean privadas del agua por una sequía o por otras circunstancias, la vida vegetal como un todo sobrevive y prospera por la simple razón de que llueve. La vida vegetal y el agua se atraen y sostienen mutuamente su existencia. Lo mismo ocurre con el espíritu. El grado de desarrollo de la conciencia de una persona determina el tipo de enseñanza-sustento que necesita y atrae para su equilibrio.

La necesidad espiritual o consciente de cada uno se manifiesta en forma de intereses y entusiasmos individuales. Seguimos nuestros intereses y nos ocupamos de ellos. Cuando nos encontramos con personas que pueden darnos una nueva perspectiva acerca de nuestros temas preferidos, decimos que es ‘interesante’. Y ellas a su vez recurren a nosotros cuando estamos en condiciones de ayudarlos o alentarlos. Obtenemos inmensa satisfacción de recibir y dar de esta manera. Todos los días, en el nivel común de conversación con amigos, familiares, compañeros de trabajo y hasta con extraños, estamos continuamente intercambiando información y cambiando de roles: como maestro y como estudiante.

Solo podemos ayudar o escuchar realmente cuando estamos interesados. Entonces nuestros intereses nos impulsan hacia aquellos que nos necesitan y hacia aquellos a quienes necesitamos. Todos estamos aprendiendo. Todos estamos enseñando. Cada uno es a su manera un gurú.

¿Cuál es la verdad del interés y el entusiasmo? Cada interés individual es un deseo, primero de absorber y digerir un tema; y segundo, de irradiar ese conocimiento hacia fuera, a otros, enriquecido por nuestro particular entendimiento y experiencia del asunto. Hablamos de nuestros intereses y los compartimos. Otra vez alternamos incesantemente entre ser el maestro y el aprendiz.

Entonces, ¿cuál es la necesidad de que haya guías espirituales o un maestro espiritual? Como ya habrás notado para el momento, no es suficiente con tener interés por la verdad. El interés o el entusiasmo por la verdad podrán llevarte a investigar en ti mismo, pero no producen auto-conocimiento. Las discusiones interminables hasta altas horas de la noche acerca de Dios, la verdad o el universo solo producen opiniones, más y más avenidas para seguir explorando, más y más caminos que te apartan de la simple e íntima verdad que nunca se puede expresar de esa manera. Sólo quien no tiene interés en el mundo, quien está desapegado de él, puede mostrarte el camino.

La vida funciona de manera tal que cuando llegas a estar más interesado por la verdad que por el mundo, eres atraído hacia el maestro o la enseñanza que necesitas. Entonces la enseñanza inconsciente de la vida se convierte en la vida espiritual consciente.

¿Cómo ocurre que el maestro llega cuando estás listo? Cualquiera sea el grado de auto-conocimiento que poseas, ése es tu centro de gravedad – el poder de atracción de tu nivel de conciencia particular. Irradia y emite ondas abstractas de un valor positivo particular. Estas atraen a una fuerza correspondiente y polarizarte, en la forma del maestro o la enseñanza que necesitas para tu equilibrio.