La unión con la existencia
Cuento zen con moraleja
Amar es echar raíces en la existencia. Tu ego se ha convertido en la barrera entre tú y tu tierra: el todo. Te sofoca, no respiras, has perdido tus raíces.
Cuento zen sobre la unión con la existencia
Todos los maestros dicen que el tesoro espiritual es un descubrimiento solitario.
¿Entonces por qué estamos juntos?, preguntó uno de los discípulos a Nasrudin, el maestro sufí.
Ustedes están juntos porque un bosque siempre es más fuerte que un árbol solitario, respondió Nasrudin. El bosque mantiene la humedad del aire, resiste mejor a un huracán, ayuda a que el suelo sea fértil y a su vez nutra a otros árboles.
Pero lo que hace fuerte a un árbol es su raíz. Y la raíz de una planta puede ayudar a otras plantas a crecer. Estar juntos en un mismo propósito, es dejar que cada uno crezca a su manera; este es el camino de los que desean comulgar con Dios.
MORALEJA
No estamos separados de la existencia, sino unidos y juntos en un universo. Ese es el significado de la palabra «universo»: es uno. No es un multiverso, sino un universo. Todo es uno; al morir, al vivir, al nacer, al amar, al odiar, todos somos uno. Palpitamos juntos.
Vivimos en un bosque de vida; vivimos dentro de todos. Lo que pertenece a otros puede ser mío, lo que es mío puede perteneceros a todos ustedes. Hace tan solo un momento, antes de que empezase a redactar estas moralejas, había algo en mí; ahora lo estoy vertiendo en ustedes y se convertirá en parte de ustedes. Se transformará en su consciencia, en su memoria, en su mente, será totalmente de ustedes. Una vez se ha escuchado un pensamiento, una vez se ha comprendido, pasa a ser de los demás. Deja de ser mío. Estamos interconectados.
Cada hombre debería tener la oportunidad de pensar. Deberíamos ayudarle a agudizar su inteligencia. Deberíamos ayudarle proponiéndole situaciones y dándole oportunidades de decidir por sí mismo. Deberíamos partir del principio de no forzar a nadie a ser obediente, y de enseñar a todo el mundo la belleza y la grandeza de la libertad como si fuésemos un gran bosque. Entonces sus raíces se harían más fuertes cada día.
Si extraes un árbol de la tierra, si sacas las raíces de la tierra, el árbol sentirá un gran deseo de volver a hundir sus raíces en la tierra, porque esa era su verdadera vida. Ahora se está muriendo. Separado, el árbol no puede existir. Tiene que estar en la tierra, con la tierra, alimentándose de ella. Esto es el amor.
Recuerda, tu ego se ha convertido en la barrera entre tú y tu tierra: el todo. El hombre está sofocado, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ha dejado de alimentarse. El amor es un deseo de nutrición. El amor es echar raíces en la existencia.