Relájate y ten calma
Cuento zen con moraleja
Con la conciencia adquieres claridad, soltura. Es la única manera, la correcta de que te mantengas calmado, de lo contrario, siempre estarás confuso.
Cuento zen sobre la relajación y la calma
Cuando se detectó la presencia de lobos rondando la aldea cercana al templo del Maestro Shoju. Este, se sentaba a meditar todas las noches, durante una semana, la aldea, donde se detectó la presencia de lobos.
Aquello puso fin a los ataques nocturnos de los lobos.
Los habitantes de la aldea, que no salían de su asombro, le pidieron que le revelara los ritos secretos que había realizado, a fin de poder hacer ellos lo mismo en el futuro.
Y el Maestro Shoju les dijo:
«Yo no he recurrido a ningún tipo de rito secreto. Mientras estaba sentado allí meditando, me vi rodeado por una manada de lobos que me lamieron la punta de la nariz y olfatearon mi aliento. Pero, como conseguí no perder la calma, no me atacaron».
MORALEJA
Los pensamientos en la mente, son como los lobos de este cuento.
Relájate, no te esfuerces tanto, porque solo puedes hacerte consciente mediante la relajación, no con el esfuerzo. Mantente tranquilo, callado, en calma.
¿Qué es la tensión?
Es tu identificación con toda clase de pensamientos y miedos que afectan a tu cuerpo. Tu cuerpo también se pone tenso, porque el cuerpo y la mente no son dos entidades separadas. El cuerpo-mente es un único sistema, así que, cuando la mente se pone tensa, el cuerpo también se pone tenso.
Puedes empezar por la conciencia, porque ella te aleja de la mente y de las identificaciones con la mente. Como es natural el cuerpo empieza a relajarse, ya no estás atado, y a la luz de la conciencia no pueden existir tensiones. También puedes empezar por la relajación aflojando todas las tensiones... y a medida que te relajas notarás con sorpresa que en ti emerge una cierta conciencia. Son inseparables. Pero es más fácil empezar por la conciencia porque entonces la relajación llega por sí sola, no hay que traerla, solo entonces la relajación será pura; empezar por la relajación es un poco difícil, porque incluso el esfuerzo por relajarse crea una cierta tensión.
Con la conciencia adquieres claridad, totalidad, soltura... la existencia decide dentro de ti. No tienes que pensar en qué está bien o qué está mal. La existencia te lleva de la mano y tú te mueves de manera relajada. Es la única manera, la manera correcta, la única manera que te mantengas calmado, de lo contrario, siempre estarás confuso.
Solo una cosa es suficiente: la conciencia es una llave maestra, abre todas las cerraduras de la existencia. La conciencia significa vivir momento a momento, estar alerta, consciente de ti mismo y consciente de todo lo que ocurre a tu alrededor en una respuesta momento a momento.
No tienes necesidad de aprender de nadie, solo tienes que ir hacia adentro. El viaje al interior es suficiente; cuanto más profundices más conciencia se libera. Cuando llegues al centro estarás tan lleno de luz que la oscuridad desaparecerá.