La iluminación espiritual

Jesús vivió plenamente

Cuento Zen (325)

Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte. El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una sola respuesta.

Cuando, más tarde. Los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replicó:

¿No habéis observado que los que no saben vivir plenamente y no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida que dure eternamente?

Pero ¿hay vida después de la muerte o no la hay?, insistió un discípulo.

¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión!, replico enigmáticamente el Maestro.

MORALEJA

Jesús está en absoluta libertad, vive plenamente. No está en el cielo, no está en el infierno. Es totalmente libre de cualquier prisión: buena o mala, pecado o virtud, moralidad o inmoralidad. Él no eligió. Vivió una vida sin elegir, vivió en plenitud. Y esto es lo que debes aprender: vive una vida permaneciendo sin elegir, vive en plenitud.

La consciencia en estado de no elección es absoluta libertad. El cielo es una esclavitud, el infierno es una esclavitud. El cielo puede ser una bella prisión, el infierno puede ser una prisión repugnante, pero ambas son prisiones. La libertad absoluta te libera de la dualidad.

Si Jesús está en el cielo, entonces no está iluminado. El cielo puede ser de oro, pero es aún una prisión. Puede ser bueno, puede ser placentero, pero sigue siendo todavía una elección, la elección frente al infierno.

El arte de vivir plenamente empieza con la meditación para que puedas conocer la fuente de tu vida y volver a su origen; es una experiencia sorprendente. De repente te das cuenta de que tienes tantísimo, tal abundancia, que si quieres puedes amar al mundo entero. Puedes llenar el mundo entero con tu amor.

Si reconoces que tú mismo eres parte de la existencia… empezarás a vivir plenamente, sin miedo a las religiones ni a los sacerdotes ni a todas esas enseñanzas contra la vida que quieren que, en vez de gozar, renuncies a la vida, escapes de ella. Una vez que eres libre de tus condicionamientos por medio de la meditación que es casi como el fuego que quema toda la basura que el pasado te ha dejado en herencia y naces de nuevo. Entonces, no necesitarás aprender ningún arte porque todo surgirá espontáneamente dentro de tu ser.