La iluminación espiritual

Cree usted en la causalidad

LA LEY DE CAUSALIDAD

Hay una corriente intelectual, científica y filosófica muy arraigada entre nosotros, los occidentales, -no así entre los orientales- que defiende el Azar como algo universal, y le da un valor absoluto. En vez de hablar de Dios hablan de Azar, que viene a ser su caprichoso dios gracias al cual tendríamos que imaginar que absolutamente todo cuanto acontece es aleatorio. Simulan que son ateos, pero han sustituido al Dios de las iglesias del que hacen bien en no creer, por el dios Azar, que resulta más cruel y caprichoso que el de las trastocadas Biblias de los curas.

Imaginar un dios azar capaz de generar y mantener el Universo parece mucho más difícil que creer en un Dios que ordena Su propia creación. Y respetando las creencias de cada cual, no me extraña que hayan existido tantos intelectuales y filósofos locos de atar o suicidas. Y es que no es para menos cuando se llega al extremo de vivir el mundo con ese sentimiento trágico de estar sujeto a algo aleatorio cuando uno pretende vivir con la lógica racionalista.

Por mi parte creo en un Dios que es energía amorosa y acogedora para cada una de sus criaturas y que nos ama tanto que fue capaz de enviarnos aquí a Su Hijo primogénito no para morir asesinado, sino para guiarnos con su antorcha de la verdad -el Sermón de la Montaña- a comprender cuál debe ser nuestro modo de vivir desde el punto de vista de la energía positiva. El siempre advirtió sobre la ley de siembra y cosecha y la necesidad de vigilar nuestros modos de pensar, sentir, hablar y actuar para no cargar nuestra alma de siembras que serán cosechas no deseadas. Y es que en el Universo hay un continuo emitir y recibir energía de cada componente, según leyes precisas -que la física solo ha detectado en parte- y que ordena cuanto existe desde el micro al macrocosmos. Y en lo que respecta al ser humano, de acuerdo con sus emisiones, recibe. O sea, que si uno caza, será cazado; si comete un crimen, será muerto en esta o en otra existencia. Si uno roba y no lo repara, le robarán antes o después; si uno es un explotador, será explotado; y así sucesivamente. Y eso nunca ocurre por azar.

No es por azar que existan calamidades y tragedias para unas personas mientras existen maravillosas experiencias de la vida para otras, pues estamos bajo una ley inflexible y universal, que es la ley de causa y efecto = de siembra y cosecha. Esto es lo que determina nuestra existencia. Esta es la razón por la que es tan importante conocer la cualidad positiva o negativa de nuestros pensamientos. Y también es esta la razón por la que si nos auto observamos podemos descubrir quiénes somos realmente en lugar de quiénes nos imaginamos que somos y pretendemos ocultar a otros o enviar al sótano del subconsciente. Solo conociendo lo que emitimos podemos imaginar lo que nos puede suceder antes o después en esta vida, en otra existencia o en el Más Allá.

Como dice el 6º Principio del Kybalion egipcio: Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo con la ley. Casualidad, no es sino un nombre para la ley no reconocida. Hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.