Consciente del mecanismo del deseo

Si volvemos consciente el mecanismo del deseo, creamos una distancia y la vida comenzara a moverse con otras cualidades y sentidos hacia otro mundo.

CHAITANYA MAHAPRABHU

CONTROL DE LOS DESEOS

La vida de deseos y la muerte de los deseos.

Si nos volvemos conscientes del mecanismo del deseo, podemos crear una distancia y en el momento en que la distancia es creada, la vida comienza a moverse hacia otra vida.

El deseo te lleva al futuro, a la fantasía, a los sueños. Por eso se insiste tanto en no tener deseos, porque solo sin deseos entras en la realidad. Con deseos, entras en sueños. El futuro es un sueño, y cuando planeas el futuro eliges la frustración. Estás destruyendo la realidad de ahora mismo por algún sueño futuro, y este hábito de la mente permanecerá contigo. Se está fortaleciendo cada día. De modo que cuando llegue tu futuro llegará en forma de presente, y tu mente volverá a irse a algún otro futuro Incluso si pudieras llegar a Dios, no estarías satisfecho. Tal como eres, es imposible. Incluso en presencia de lo divino, te habrás ido al futuro.

Tu mente está siempre yéndose al futuro. Este movimiento de la mente al futuro es el deseo. El deseo no tiene que ver con ningún objeto, con si deseas sexo o deseas meditación: eso da igual. Lo que cuenta es desear, que deseas. Eso significa que no estás aquí. Significa que no estás en el momento real, y el momento presente es la única puerta a la existencia.

Veamos que nos enseña Chaitanya Mahaprabhu sobre el control de los deseos...

CONTROL DE LAS MALAS CUALIDADES

En el mundo material el alma espiritual tiene siempre la tendencia a caer bajo el control de la ilusión.

Aunque es imposible para el alma estar bajo el control de su propia ilusión, las almas, siendo marginales, están algunas veces bajo la energía material y otras veces bajo la energía espiritual. Las personas, aún siendo energía material, están siempre bajo el cobijo de la energía interna; por lo tanto nunca sucumben a las malos deseos.

La persona que no se perturba por el incesante fluir de los deseos y que entran en ella como ríos en el océano, el cual nunca se llena y siempre permanece en calma, es la única que puede alcanzar la paz, y no el hombre que se esfuerza por satisfacer esos deseos.

LAS SEIS MALAS CUALIDADES

Las seis malas cualidades son lujuria, ira, codicia, ilusión, locura, y envidia. El ser controla estas cualidades al estar plenamente consciente. Aunque las seis malas cualidades son materiales, pueden ser utilizadas en el servicio de tu ser interior. Esto lo transforma.

Las cualidades malas son reflejos pervertidos de las cualidades existentes en un estado original puro en el mundo material. La lujuria puede transformarse en amor. Cómo se puede servir al amor transformando las cualidades materiales en servicio devocional. Vamos a considerar cada una de las seis malas cualidades, y como son controladas por el ser.

LA LUJURIA

El deseo sexual es el epitome de la lujuria.

Cuando la lujuria es controlada, no es ilícita y puede ser usada al servicio de tu ser interno. Al comienzo puede haber deseos materiales, pero cuando el sexo es regulado, es trascendental.

El ejemplo de una serpiente con los colmillos venenosos extraídos. el solo ver a un a culebra causa gran temor, pero si sus colmillos han sido removidos, entonces no es más causa de temor. Similarmente, los sentidos descontrolados han sido comparados con serpientes venenosas, las cuales muerden sin provocación alguna. Lo pecaminoso en la actividad sensual es erradicado cuando el ser emplea su cuerpo como un instrumento amoroso.

La lujuria es el amor original del alma espiritual después de ser contaminado por la asociación con la modalidad de la pasión. Tal como la leche tocada con tamarindo fermentado se vuelve yogurt, así mismo el amor puro fermentado se vuelve lujuria. Cuando los seres erróneamente desean su propio placer sensual, su alma les permite venir a este mundo material y tomar diferentes cuerpos materiales. Pero la lujuria nunca puede satisfacer al alma. Solo cuando transfiere su deseo de vuelta al servicio del amor puro, puede experimentar bienaventuranza eterna. Aún en el mundo material, si por la gracia del Maestro Espiritual un alma restablece su relación con su interior y puede revivir su deseo puro. Una vez que el alma toma el servicio de vocación bajo la dirección del Maestro Espiritual, su lujuria es transformada en amor. La presencia pura de la consciencia remueve todas las impurezas. el servicio devocional puede ser comparado con el sol. El sol es tan poderoso que cuando brilla sobre algo impuro -como un charco de orina- esteriliza el sitio contaminado.

Pero cómo podemos esperar la buena fortuna de perder nuestra lujuria. La respuesta es que nosotros podemos también estar al escuchar nuestro interior. El escuchar lo mundano de una manera no autorizada, puede resultar una forma pervertida de fanatismo en el cual un creyente trata de acercarse a Dios mientras esta ocupado en sexo mundano. Pero cuando se escucha el interior, se remueve la lujuria mundana y se despierta el deseo espiritual de escuchar más y más a tu interior.

LA IRA

La lujuria nunca puede ser satisfecha, y por eso es seguida por la ira.

La ira sigue a la lujuria como una hermano menor. Cuando la persona entra en una ira descontrolada, el puede matar aún a su mejor amigo o a su querido pariente. Cuando la ira se dispersa, el cuerpo entero se contamina. Pero la ira también puede emplearse en el servicio del amor, dirigiéndola contra el odio.

La ira devocional, puede por consiguiente, tomar la forma de pelea. Debemos pelear con enojo trascendental. Una persona puede también dirigir su ira contra gurús falsos y otros engañadores de la gente. Mal informados, piensan algunas veces que un ser nunca puede demostrar la ira. tales personas no entienden la ira trascendental. Por supuesto, la ira no debe ser descontrolada o empleada para combatir un insulto contra uno.

Cierta vez, una serpiente, después de encontrarse a un niño, se volvió muy apacible. Pero cundo los niños de la aldea se enteraron de la no-violencia de la serpiente, empezaron a tirarle piedras. Cuando la serpiente convino con el niño en que su no-violencia le había acarreado estos ataques, el niño le aconsejó a la serpiente permanecer apacible pero levantarse, enseñar su caperuza, y alejar a los niños asustándolos. Este es un ejemplo de la ira controlada.

La ira debe ser controlada y empleada únicamente en el servicio del bien. Algunas veces un profesor asumirá un gesto o mueca de enfado para instruir al alumno. El enseña por medio de palabras suaves, estimulando y también ocasionalmente castigando y demostrando ira. Pero esta ira es controlada, la ira puede ser empleada solo como instrumento en el servicio devocional.

LA CODICIA

Una persona ambiciosa desea acumular mucho más de lo realmente necesita.

Obsesionado con tomar para si, entra en conflicto con otros, y no es compasiva con ellos. Una nación codiciosa permite que millones de personas de otras partes del mundo, mueran de hambre. Las personas codiciosas toman varias veces la cantidad que requieren de alimento o combustible, mientras que otras se quedan sin nada. Por lo tanto, la codicia puede volverse un gran mal. Pero en razón de que la persona está ambiciosa de emplear todo para la satisfacción de los demás, su ambición beneficia a todos.

Un ser consciente desea poner el mundo entero a la luz del amor. El desea que todas las almas caídas se refugien en las instrucciones del Maestro Espiritual. El desea reunir tanta gente como sea posible, y él no está satisfecho mientras tanta gente no se haya rendido a los designios del amor. Hay un dicho que si usted le da a una persona amorosa riquezas, él estará en su puerta al día siguiente. Y cuando usted le pregunte Señor, por qué ha regresado, apenas ayer le di mucho oro, el replicará: Si y muchas gracias, pero ya dispuse de ese dinero para el servicio del amor. Puede darme más? Un pura en el amor puede gastar cualquier cantidad de dinero para su causa. El amor es ilimitado, y consecuentemente, puede publicar un número ilimitado de libros, pueden abrirse un número ilimitado de templos, y todas las actividades cívicas pueden ser ocupadas en glorificar el amor. Meditar de esta manera, cómo puede emplearse todo en el servicio del amor, es un tipo de codicia, pero está es trascendental y beneficiosa para todo el mundo. El deseo de ver a todos los seres del universo salvados del sufrimiento, no es una emoción material.

LA ILUSIÓN

La principal ilusión del alma condicionada es que piensa que su cuerpo es un ser y el mundo material su casa. Está ilusión le matará, tal como un animal en el desierto es aniquilado al ir tras un espejismo de agua.

Una persona que no conoce su interior, quien piensa que el mismo es el absoluto, está en completa ilusión y por lo tanto su vida humana es arruinada. Pero cuando se alcanza la etapa de escuchar confiadamente su interior, de entender el amor, ¿cómo puede haber ilusión? Una persona que tiene un Maestro Espiritual fidedigno debe conocer y estar libre de conceptos erróneos. Cuando una persona es iluminada dirá: Mi ilusión ahora se ha ido.

Pero hay una ilusión trascendental conocida como la gran ilusión. En la gran ilusión de un ser liberado que todo los transforma. Estos efectos de la gran ilusión no son realmente engañosos, sino pasatiempos confidenciales de tu alma interior. Son finalmente reales, pero no-manifestados a los fanáticos en general.

LA LOCURA

Cuando una persona contempla los objetos de los sentidos, desarrolla deseo; luego se vuelve furioso; esto lo lleva a engañarse y a la pérdida de la memoria.

En casos extremos de locura un a persona no puede ni siquiera realizar las funciones corporales, y se vuelve como un vegetal o como un a bestia salvaje. Pero todas las almas condicionadas aún aquellas que pasan por cuerdas, están más o menos locas.

Cuando una persona considera la gratificación sensorial objeto de la vida, ciertamente se enloquece por la vida materialista y se ocupa en todo tipo de actividades pecaminosas. El no sabe que debido a sus pasadas fechorías ha recibido un cuerpo, el cual, aunque temporal, es la causa de sus miserias. Realmente, la entidad viviente no ha debido haber tomado un cuerpo material, pero se le ha concedido el cuerpo material, para la gratificación de los sentidos. Por lo tanto, yo pienso como no conveniente a un hombre inteligente el involucrarse de nuevo en actividades de gratificación sensual, las cuales le concederán perpetuamente un cuerpo tras otro.

La locura por la gratificación de los sentidos. En razón del descontrol de los sentidos. La gente está deseosa de matar la vaca y de matar al niño en el útero.

Esta matanza es también realizada durante los tiempos de guerra, en la locura llamada nacionalismo. En razón de sus actos dementes para gratificar los sentidos, la gente tiene que trasmigrar de cuerpo en cuerpo. Porque una persona que acepte el cuerpo como alma, está loca, ya que al momento de la muerte, todo aquello por lo que vivió, se desvanece.

LA ENVIDIA

Nada hay peor que un hombre envidioso.

La culebra es considerada como una criatura muy envidiosa, porque, sin razón, ataca a otros animales. Pero la serpiente puede ser encantada por el encantador de serpientes, mientras que nada puede controlar a un hombre envidioso. Una persona envidiosa es infeliz al ver la buena fortuna de otro, y es feliz al ver el fracaso de otro. Pero cuando tomamos conciencia, se pierde esta venenosa mentalidad; se vuelve humilde y desea servir a los demás.

Algunas veces entre las personas hay un espíritu de competición. pero finalmente ellos son mutuamente bienhechores y no son perturbadores. Por eso se ha dicho que en el mundo espiritual no hay envidia.

Se nos aconseja no tratar de liberarnos sintiéndonos envidiosos. La liberación con envidia no es la más elevada.

REFLEXIÓN

El control de los sentidos no es posible por la seca restricción o la represión mecánica, sino por medio del conocimiento trascendental y el saber trascendental.

En última instancia, todos los deseos son lo mismo, porque el deseo significa que no estás satisfecho contigo mismo tal y como eres. El deseo es una insatisfacción. En esencia, el deseo es un anhelo por lo que no existe... Estar libre de deseo significa estar aquí y ahora, satisfecho: sea lo que sea, es bueno; sea lo que sea, es la única forma de ser de las cosas, porque no hay otra forma, porque no puede haber otra forma. Así es la vida, y como tiene que ser. Y entonces te rodea la paz.