La iluminación espiritual

Celebración y felicidad

LA DICHA DE CELEBRAR

Pensamientos de Osho sobre la celebración para empezar el año nuevo.

LA EXISTENCIA

Cuando celebras, toda la existencia participa contigo.

Celebro yo mismo, y espero que llegue pronto el día en que estarás celebrando tú mismo. Y cuando miles y miles de personas alrededor de la tierra están celebrando, cantando, danzando, eufóricos, embriagados con lo divino, no hay posibilidad de ningún suicidio global. Con tanta celebración y con tanta risa, con tanta cordura y bienestar, con tanta naturalidad y espontaneidad, ¿Cómo puede haber una guerra?

¡La tercera guerra mundial no va a suceder! ¡Lo pronostico! No va a suceder debido a ti, debido a muchas personas alrededor de la tierra. Ellas son la única esperanza. Solamente millones de budas son capaces de crear la atmósfera para la paz, para el amor, para la compasión, para la celebración

Cuando lloras y gimes, cuando eres infeliz, estás solo. Cuando celebras, toda la existencia participa contigo. En la celebración nos encontramos con lo supremo, con lo eterno. Solo en la celebración vamos más allá del círculo del nacimiento y la muerte.

Tu celebración, tu danza, serán suficientes para prevenir la guerra.

Tu éxtasis es un movimiento con respecto a la altura y tu meditación es un movimiento con respecto a la profundidad. Y una vez tengas los dos, tu vida se convierte en una celebración. Este es mi trabajo, transformar tu vida de ser un evento triste a que sea una celebración.

Ahora bien, cada hombre es responsable de crear un campo búdico alrededor de él, un campo de energía que se va agrandando cada vez más. Crea más vibraciones de risa, de alegría, de celebración, como te sea posible; danza, baila, permite que toda la humanidad poco a poco capte el fuego y el viento del Zen.

Sólo tu risa será suficiente para prevenir la guerra. Tu celebración, tu danza será suficiente para prevenir la guerra. Tu éxtasis, tu meditación, crearán una tremenda fuerza, mucho más elevada, porque es una afirmación de la vida.

¿QUE ES CELEBRACIÓN?

Todos saben qué es celebración.

Más que la danza, más que la risa, más que el amor, más que disfrutar de este silencio, la mente pregunta: ¿Qué es celebración?

Todos saben qué es celebración. Nunca me he encontrado con una persona que no sepa qué es celebración. Sólo regocíjate en tu ser, solo regocíjate en este momento, en este fantástico universo. No lo habías pedido, simplemente te ha sido dado un universo que es infinito y eterno. No lo has pedido y se te ha hado una conciencia que es eterna, la cual puede llegar a ser festiva. Si lo permites, puede hacerte el más sensato, el más gracioso, el más amoroso…

El hombre de muchas temporadas y muchos arco iris – hay muchas dimensiones de celebración.

LA SERIEDAD

Toda la existencia es una celebración.

No creo que la existencia quiera que seas serio. No he visto un árbol serio. No he visto un pájaro serio. No he visto un amanecer serio. No he visto una noche seria con estrellas. Parece que estuvieran todos riéndose a su manera, danzando a su manera. Puede que no lo entendamos, pero existe una sutil sensación de que toda la existencia es una celebración.

Te enseño a celebrar. Y la risa, definitivamente, tiene que ser uno de los mayores ingredientes de esta celebración.

LA RELIGIÓN VERDADERA

Tu celebración es la única religión verdadera.

Permite que éste sea tu criterio: Cualquier cosa que te haga ser alegre, cualquier cosa que te invite a la celebración, cualquier cosa que te haga danzar y cantar hasta que desaparezcas en tu danza, en tu canto, en tu celebración… esto es la única religión que conozco. No se necesita ningún dios, no se necesita ni el cielo ni el infierno. TodTodo lo que se necesita es simplemente comprender que la mente es la fuente de la negatividad.

LAS FECHAS

La verdadera celebración no puede estar de acuerdo con el almanaque.

¿Has pensado alguna vez por qué en todo el mundo, en todas las culturas, en todas las sociedades hay unos cuantos días del año para celebrar? Estos días de celebración son solo una compensación, porque estas sociedades han eliminado toda celebración de tu vida, y si nada te es dado en compensación, tu vida puede convertirse en un peligro para la cultura. Cada cultura tiene que darte alguna compensación, así no te sientes completamente perdido en tu sufrimiento, en tu tristeza. Pero estas compensaciones son falsas.

Estos petardos de afuera y estas luces de afuera no te pueden alegrar. Son solo para niños, para ti son solo una molestia. Pero en tu mundo interior pueden ser una continuidad de luces, canciones, alegrías. Siempre recuerda que la sociedad te recompensa cuando siente que la represión puede explotar en una situación peligrosa si no es compensada. La sociedad encuentra alguna forma de permitirte que liberes lo reprimido. Pero esto no es una celebración verdadera y no puede ser verdadera.

La verdadera celebración debe venir de tu vida, en tu vida. Y la verdadera celebración no puede ir con el almanaque, como si el primero de enero fueras a celebrar. Extraño, todo el año eres infeliz y el primero de enero de repente te deshaces del sufrimiento, bailando. O el sufrimiento es falso o el primero de enero es falso, ambos no pueden ser auténticos. Y una vez que el primero de enero se ha acabado, vuelves al hueco de tu oscuridad, todos en su sufrimiento, todos en su ansiedad.

La vida tendría que ser una celebración continua, un festival de luces durante todo el año. Sólo entonces tú puedes crecer, puedes florecer.

LA DIVINIDAD

La divinidad aparece solo cuando la celebración es profunda.

La religión consiste en ser capaz de celebrar la vida. En esa misma celebración te acercas más a la divinidad. Si uno puede celebrar, la divinidad no está muy lejos; si uno no puede celebrar la vida, entonces la divinidad no existe para él. La divinidad aparece solo en profunda celebración, cuando estás tan lleno de alegría que todo el sufrimiento te ha abandonado, toda la oscuridad te ha abandonado.

Cuando estás tan lleno, de forma que el vacío no existe en ti, que has comenzado a sentir el significado de lo normal, el existir día tras día, cuando momento a momento vives completamente, intensamente, apasionadamente, la divinidad está a tu alcance.

LA NATURALIDAD

La celebración es un estado natural.

La celebración no está para satisfacer algún deseo, porque nunca deseo alguno se satisface. El deseo como tal no puede ser satisfecho. El deseo es solo una forma de evitar el momento presente. El deseo crea el futuro y te lleva muy lejos. El deseo es como una droga; te mantiene drogado, no te permite ver la realidad, que está aquí y ahora.

Cuando la pretensión desaparece, todo el humo de la pretensión desaparece, está la llama del ser y la llama misma es celebración.

La celebración no tiene causa alguna. La celebración existe simplemente porque somos. Estamos hechos de algo llamado celebración. Es nuestro estado natural –celebrar– tan natural como es para los árboles florecer, para los pájaros cantar, para los ríos fluir hacia el océano. La celebración es un estado natural.

No tiene nada que ver con tus deseos y su realización, con tus esperanzas y su realización; esta es la cuestión. Pero para ver la celebración que ya está sucediendo en lo más profundo de tu ser, tienes que abandonar las pretensiones, tendrás que entender la inutilidad de la pretensión.

SE TOTAL

Cuando eres total en algo, hay celebración.

Con la desaparición del futuro, lo único que sigue en tus manos es el ahora. Entonces puedes profundizar en este ahora, hagas lo que hagas. Este es el único momento que tienes; ¿por qué no hacerlo totalmente? ¿Por qué no celebrarlo? La celebración y el ser total significan lo mismo. Celebras solo cuando eres total en algo, y cuando eres total en algo, lo celebras.

¿Lo has visto en ti mismo? Cada vez que eres total en algo, hay celebración.

EL FUTURO

Tendríamos que estar dichosos y felices en este momento.

No necesitamos preocuparnos por el futuro, no necesitamos ser proféticos en relación con el futuro, no necesitamos decir nada acerca del futuro. Tendríamos que estar contentos y felices en este momento y el momento siguiente vendrá debido a este momento. Será cubierto con la celebración de este momento y naturalmente te llevará a una celebración más elevada. El futuro surgirá de este presente.

Hay dos clases de personas: una, que va pensando acerca del futuro, sin molestarse por el presente en absoluto. El futuro no va a llegar, el futuro está solo en la imaginación de un bobo. No creo que en relación con el futuro. Soy una clase de persona totalmente diferente. No pienso en el futuro en absoluto, es irrelevante.

Todo mi esfuerzo es para embellecer este momento, hacer que las personas celebren más, hacer que la gente sea más feliz, darles un destello de dicha, traerles risa a sus vidas. Entonces el futuro se cuida a sí mismo. No tienes que pensar en que el mañana llega. Llega como consecuencia de este momento. Permite que este momento sea de gran celebración.

AQUÍ Y AHORA

La existencia no es un viaje, es una celebración.

Eres aquello que puedes ser. No hay una meta. Y no vamos a ninguna parte. Simplemente estamos celebrando aquí. La existencia no es un recorrido, es una celebración. ¡Piensa en ella como una celebración, como un deleite, como una alegría! No la conviertas en un sufrimiento, no la conviertas en un deber, en un trabajo. Deja que sea un juego.

Esto es lo que quiero decir con volverse religioso: No hay culpa, no hay ego, no hay fantasía de ninguna clase… solo estar aquí y ahora… estar con los árboles y los pájaros y los ríos y las montañas y las estrellas.

SOMOS CREADORES

Cuando realmente estás celebrando, creas algo.

Un hombre inteligente es muy silencioso. Las palabras no flotarán en su conciencia, no hay un monólogo. No está continuamente en su charla interior… y el conocimiento surge, y la celebración, el hombre se vuelve creativo. Esto es lo que es celebración: uno comienza a participar con lo divino. Esto es celebración. Cuando en realidad estás celebrando, creas algo, lo que sea, tú creas algo: te conviertes en participante en el proceso creativo de la vida.

NO TE ANULES

La persona seria se convierte en discapacitado.

La persona seria se convierte en discapacitado, crea barrera. No puede danzar, no puede cantar, no puede celebrar. La misma dimensión de celebración desaparece de su vida. Se convierte como en un desierto. Y si eres un desierto, puedes continuar pensando y fingiendo que eres religioso, pero no lo eres.

LA ACTITUD

La celebración es incondicional.

Para mí, la vida en su totalidad es buena. Y cuando entiendes la vida en su totalidad, solo entonces puedes celebrar, de otra forma no. Celebrar significa: Suceda que suceda es irrelevante; yo celebro. La celebración no es una condición para ciertas cosas: Cuando estoy feliz entonces celebro, o Cuando no estoy feliz no celebro. No. La celebración es incondicional; celebro la vida. Me produce infelicidad: Bien, lo celebro. Me produce felicidad: Bien, lo celebro. La celebración es mi actitud, incondicional a lo que la vida me da.

Pero surge un problema porque cuando uso las palabras, esas palabras tienen una connotación en tu mente. Cuando digo Celebra uno piensa que tienes que estar feliz. ¿Cómo puede uno celebrar cuando uno está triste? No estoy diciendo que uno tiene que estar feliz para celebrar. La celebración es agradecimiento por lo que la vida te da. Es gratitud.

VIVE TOTALMENTE

Una persona que realmente celebra no tiene futuro.

Las personas que no están disfrutando de sus vidas en el presente tienen el ansia de vivir en el futuro. La alegría de vivir está siempre en el futuro. Es una prórroga. Dicen: No podemos disfrutar hoy, entonces disfrutaremos mañana. Dicen: En este mismo momento no podemos celebrar, entonces esperemos a que llegue el mañana para que podamos celebrar.

El futuro surge debido a tu desdicha, no a tu celebración. Una persona que realmente celebra no tiene futuro; vive el momento, lo vive totalmente. De esa forma total de vivir surge el momento siguiente, pero no debido a deseo alguno. Por supuesto, cuando debido a la celebración surge el momento siguiente, este tiene más capacidad para bendecirte. Cuando, debido a la celebración surge el futuro, este continúa volviéndose más y más rico. Y llega un momento en que el momento es tan total, tan perfecto, que el tiempo desaparece completamente.

El tiempo es una necesidad de la mente infeliz. El tiempo es creado por la desdicha. Si eres feliz no hay tiempo; el tiempo desaparece.

ERES UN DIOS

Aquél que celebra es un dios.

¿Quién es un dios? Un dios es uno que ha aprendido el secreto de ser feliz con todo el universo, con cada flor y con cada río y con cada piedra y con cada estrella; quien ha llegado a ser uno con esta celebración continua, eterna; a quien no le interesa de quién es esta celebración. Y dondequiera que hay una celebración, él participa.

Si quieres ser feliz, el arte de participar en la felicidad es una de las bases para serlo.

EL SILENCIO

Sólo el silencio puede reírse.

Estas son las dos partes. El silencio interno – el silencio tan profundo que no hay vibración en tu ser. Eres, pero no hay olas. Sólo eres una piscina sin olas, ni una sola ola llega. Todo el ser silencioso, quieto. Adentro, en el centro, silencio y en la periferia, celebración y risa. Y solo el silencio puede reírse porque solo el silencio puede entender el chiste cósmico.

Así, tu vida se convierte en una celebración necesaria, tu relación se convierte en una fiesta. Lo que hagas, a cada momento es un festival. Comes y el comer se convierte en celebración; tomas una ducha y el baño se convierte en celebración; hablas y el hablar se convierte en celebración; la relación se convierte en celebración. Tu vida exterior se vuelve alegre, no hay tristeza en ella.

¿Cómo puede existir la tristeza con el silencio?

Pero generalmente piensas de otra manera: piensas que si estás callado, estarás triste. Generalmente piensas, ¿Cómo puedes evitar la tristeza si estás callado? Te lo digo, el silencio que existe con la tristeza no puede ser verdadero. Ha habido algo equivocado. Has perdido el camino, estás fuera de la ruta. Sólo la celebración puede probar que el verdadero silencio ha sucedido.

EL UNIVERSO

Todo el universo está celebrando.

La participación es gozo porque todo el universo está celebrando. A cada momento está celebrando. Es una gran celebración, una celebración constante. Sólo que no somos parte de ella. Nos hemos separado de nosotros mismos y estamos tristes. El hombre está triste debido a la mente. Las flores están participando en la celebración, la luna está participando, las estrellas están participando, la tierra está participando, los océanos están participando, el aire y las nubes; todo está participando en esta celebración continua, eterna.

Sólo el hombre se ha convertido en un extraño, y debido a sus propios esfuerzos. Él mismo se ha separado de la existencia.

EL TRABAJO

El trabajo es una preparación para la celebración.

Esto no significa que no habrá trabajo si transformamos la vida en celebración. No es que el viento no funcione; siempre se está moviendo, soplando. No es que las estrellas estén desocupadas; constantemente se están moviendo. No es que las flores no hagan nada cuando florecen; realmente hacen mucho. Pero para ellas, el hacer no es importante, lo importante es ser.

Ser es primordial y hacer es secundario para ellos. La celebración viene primero y el trabajo toma un segundo lugar en sus vidas. El trabajo es una preparación para la celebración.

Si vas y miras la forma como viven las tribus primitivas, verás que el trabajo está en relación con la celebración. Trabajan todo el día, para poder cantar y danzar con abandono en la noche.

LO MUNDANO

El entretenimiento es diferente de la celebración.

Los adictos al trabajo han hecho mucho daño al mundo. Y el daño más grande que han hecho es que tienen una vida deprimida en sus momentos de celebración y fiesta. Es por ellos que hay tan poca fiesta en el mundo y cada día se vuelve todo más aburrido y deprimente y triste.

De hecho, el entretenimiento ha tomado el lugar de la celebración en el mundo de ahora. Pero el entretenimiento es bastante diferente de la celebración; el entretenimiento y la celebración nunca son lo mismo. En la celebración eres un participante; en el entretenimiento eres solamente un espectador. En el entretenimiento ves a otros jugando por ti. Entonces mientras la celebración es activa, el entretenimiento es pasivo. En la celebración danzas mientras que en el entretenimiento ves a alguien danzando, por lo que le pagas a él.

Pero hay un mucha diferencia entre la danza y observar una danza representada por un grupo de profesionales a quienes se les ha pagado por ello. Trabajas duro durante el día e igual estás cansado en la tarde al ir a un concierto a observar a los otros danzando. Es todo lo que puedes hacer, pero ni siquiera es una disculpa para la celebración.