Caballo desbocado - Cuento

Recordar viejas amistades a veces es gratificante, hace largos años un buen amigo me narro una historia con el fin de enseñarme algo que con los años.

JEBUNA

AMOR CARNÍVORO

Mientras más intelectual... más carnívoro,
mientras más sabio... más ama la vida.

Recordar viejas amistades a veces es gratificante, hace largos años un buen amigo me narro una historia con el fin de enseñarme algo que con los años se volvería trascendental, algo que atañe a buscadores de la verdad tanto como a instructores. Qué instructor no se ha topado con casos difíciles para llegar a la verdad, o el buscador... aunque queriendo encontrar la verdad se le es esquiva por quien sabe qué cantidad de elementos que nublan nuestro entender.

En estos momentos pienso que la enseñanza no es que haya sido algo que digamos: Qué bruto, este hombre de donde saco semejante precepto, pero si puedo asegurar que cuando hablemos... hacerlo con el tono apropiado. Cada cuerda de guitarra tiene su toque, a la dócil se llega con suavidad a la fuerte con firmeza. Sé que nuestra web está habitada por personas que buscan a diario herramientas para batallar en el difícil mundo de la espiritualidad sin religiones, seguro muchos de ellos conscientes que en toda manifestación de vida debe haber respeto y, por lo tanto, son veganos. Namaste para ellos.

Pero la historia sigue en el tintero... idea viene, idea va, pero antes que ¡va! Hay que cogerla, porque esta idea si la guardo me atoro. Digo: Mientras más intelectual... más carnívoro, mientras más sabio... más ama la vida. A usted amigo no le ha pasado que un destructor de vida (carnívoro) le hable de amor... qué irreverencia. Los intelectuales hablan mucho y poco actúan, tienen una verborrea que uno se queda de una sola pieza... pero no actúan. Parecen abogados de pacotilla que vende su ética por unas pocas monedas.

Después de esta parafernalia sería bueno contar la historia que nos mantiene en vilo. Dice así:

Un joven amante y respetuoso de los caballos (no confundir con el que ama los animales y se las come), solía pasear todos los días por el peñasco rodeado de peligrosos abismos, con dulzura insinuaba a su corcel que ruta tomar en su placentero paseo, pero un día el ejemplar salió desbocado como niño huyendo de sacerdote pederasta, el joven granjero no sabía que hacer... recurrió a su dulce costumbre para atajarlo... nada podía detener su furiosa desbocada hacia el abismo... Una voz interna le dijo: Háblale suave para que entienda, pero el torpe caballo no entendía... parecía vendedor de ética leguleya... otra voz interna tomo el control insinuando: En estas instancias de la vida hay que templar la rienda y hablar con firmeza porque si no, ambos paran en el abismo y santo remedio, el ejemplar se detuvo.

... Que calor, quede más cansado que el caballo, quede sin ganas de sacar una moraleja.

Moraleja de un hombre más cansado que el caballo: Quienes con anatema cargamos y somos veganos, sabemos de sobra que una prédica instigando a respetar la vida tiene poco eco en una mente dopada por la intelectualidad, ¿Cómo instruir una mente así? DIFÍCIL TAREA Que el intelectual se meta en la cabeza que nosotros no somos dueños de la verdad porque la verdad se vale por si sola aplastando con sabiduría a letrados estériles en actos. Acá no se evoluciona hablando naderías y hablando bonito. Acá hay que actuar bonito, aquí quien no actué correctamente debe revisar sus libretos. Si le gusta que le hablen bonito vallase para un salón de belleza. A los mercaderes del templo Jesús les voleo rejo y a los del común hizo milagros... pero al sumiso hablo con la verdad serenamente.

Cristo sabía que la humanidad estaba desbocada prosiguiendo su trote a la gran caída... tristemente su deceso en la cruz fue la voz más fuerte para despertar a la humanidad de su letargo. Las amables enseñanzas de Jesús de Nazaret desafortunadamente debían ser acompañadas con milagro y rejo para ser acatadas. Estoy seguro de que es más fácil encontrar una aguja en un pajar que convencer un carnívoro que ame la vida, si es intelectual... se lo llevo el que lo trajo porque este tiene buenos argumentos para seguir matando... y así engullir a su víctima.