La mitad de la vida es suerte, la otra disciplina y ésta es decisiva ya que, sin disciplina, no se sabría por dónde empezar con la suerte.
No conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte. No lograr lo que quieres es una oportunidad de lograr otras cosas.
La práctica-realización de la iluminación completa, es conciencia fundamental de la realidad más allá del dualismo. Es darse cuenta de la realidad y experimentar esa realidad.
En realidad el zazen es aprender a sentarse y descansar. Es caer en un descanso profundo, es detener la fiebre del deseo constante y así la agitación desaparece, se evapora.
ZEN
LA DESGRACIA O LA VERDADERA SUERTE