La vanidad - Frases
El egocentrismo constituye parte integral de la naturaleza humana. Nos gusta sentirnos importantes, pero esa propensión nos puede llevar al engaño.
DESPERTAR CONSCIENCIA
LA JACTANCIA
- El egocentrismo constituye parte integral de la naturaleza humana, ya que nos gusta sentirnos importantes, pero esa propensión nos puede llevar al engaño.
- La vanidad es el sistema capitalista que domina actualmente la economía mundial y el comportamiento humano enfermizo que lo único que pretende es el éxito.
- La vanidad es la necesidad de envolver nuestra verdadera esencia bajo una capa deslumbrante de algo que no existe, con lo que se engaña a sí mismo y a los demás
- La palabra latina vanidad tiene como significado vanagloria, una muestra excesiva sobre una aparente reputación, pero vacía en su verdadero contenido.
- La vanidad es una una ilusión, un espejismo, un engaño, algo sin realidad, vivir cegado en la vanidad es confundir la verdad con la mentira.
- La vanagloria es una visión distorsionada de la realidad que reza que vales por los triunfos que logras y solamente eres lo que has logrado.
- Vivir desde la vanidad y de la vanagloria de la vida es tener la convicción que la única valía como persona depende sobre los éxitos profesionales y/o del estatus social.
- La vanidad en la vida se describe generalmente como un sentimiento de superioridad frente a los demás personas, provocando un trato desconsiderado.
- Las personas dominadas por la vanagloria de este mundo se dejan absorber completamente por su profesión, su aparente papel social o sus proyectos.
- Las personas vanidosas se convierten en una esponja sedienta que nunca tiene suficiente agua para verdaderamente satisfacerse.
- En este contexto la vanagloria es la presentación de una aparente imagen; de brillar en el mundo, de tener afán por el éxito y ser más destacado que los demás.
- El tipo de personas dominadas por la vanidad generalmente son adictas al trabajo, camaleónicas, ambiciosas, desleales y competitivas de forma excesiva.
- Las personas vanidosas pueden fácilmente llegar a la cima del poder, ya que están toda su vida ocupadas en trepar por la escala del aparente éxito.
- Esto se convierte en el único contenido de su vida, ya que todo lo que no corresponde a escalar, no es importante para estas personas.
- La persona vanidosa vive una lucha constante de competitividad en la que o se gana o se pierde y la vida es una lucha donde hay que ganar con cualquier medio.
- A las personas vanidosas le gusta el reconocimiento de los demás, incluso proyectar una imagen triunfante cuando en realidad se está viviendo un fracaso.
- Se puede estar viviendo un baile de disfraces con el convencimiento de que el disfraz es la realidad, incidiendo en la pérdida de referencias sobre uno mismo.
- Para las personas cegadas en la vanidad la crítica es algo muy amenazador, ya que les destruye la máscara que esconde la realidad.
- A las personas vanidosas les cuesta admitir sus equivocaciones debido a que eso sería reconocer sus fracasos.
- El éxito es su gran fascinación, el fracaso es una realidad que no puede hacer parte de la vida de estas personas, porque nada es más trágico que el fracaso.
- Generalmente están enamoradas de su propia imagen, lo cual les lleva a estar constantemente preocupadas por la manera que se muestran a los demás.
- Debemos saber que conceder demasiada importancia a la imagen y al cómo nos verá los demás, quebranta la autoestima y propicia miedos e inseguridades.
- Uno de los frentes que el enemigo ha fortalecido en el corazón de las personas en este siglo XXI es la vanidad y todo lo ligado a lo material.
- Si los deseos materiales son la fuente principal de nuestra motivación, estos se convertirán en los determinantes de nuestro comportamiento en la vida.
- Atesorar riqueza, solo conduce a la vanidad, la vanagloria nos separa del verdadero amor de nuestro creador y de su verdadera bendición eterna.
- La gracia divina se manifiesta en las personas vanidosas cuando comprenden que el amor de Dios nos es dado por lo que somos y no por lo que hemos logrado.
- Quitarse la máscara de la vanidad, será el principio de una vida transformada que nos permitirá ser menos exigentes con los logros, despertando a la realidad.
- Despertar de la vanidad significara ser menos exigentes con los deseos de triunfar a toda costa, la renuncia a la seguridad, al estatus social, al dinero y al poder.
- Aunque tengamos presente que no debemos condenar abiertamente a quienes tienen riqueza ya que puede esta riqueza estar unida a una vida ejemplar.
- Mejor con la aplicación de la espiritualidad, el cual es un estado de conciencia en el interior, expresemos bienestar con nosotros mismos de forma transparente.
- Los buscadores verdaderos de su despertar, se encuentran auto-motivados y no están satisfechos con amoldarse a lo que ofrece el sistema actual.
- Con la aplicación del conocimiento espiritual en nuestra vida y en nuestras relaciones, nosotros tendremos como base la paz, la solidaridad y la concordia.
- Es desde ésta esencia que seremos capaces de vivir vidas más auténticas, más en consonancia con quiénes somos y por tanto también, más útiles para el mundo.