Cuidado con las trampas de la mente. Y cuanto más alerta estés, más capaz serás de vivir el momento, en el acto, completamente. Esto es un trabajo difícil.
Ya eres lo que debes ser, y tu negativa a creerlo, es la razón por la que no lo ves. Vive en armonía; en lugar de estar inmerso en emociones negativas.
Si juegas ajedrez, vívelo plenamente, sin condena, sin que nadie interfiera. Vívelo con naturalidad, intensamente, totalmente, y la iluminación vendrá.
Hay gente que es incapaz de comprender que la felicidad es posible por medios distintos del sexo y no puede entender que existe el gozo más allá del sexo.
La mente en general hace suponer que sabemos de lo que el otro está hablando. La primera regla del comprender es no suponer. ¿Quién eres tú para suponer?
Deja de pensar en monos, eres parte de la mente universal. Si eres parte de la mente universal tu mente individual funciona como un maravilloso sirviente.
La mente no es nada más que la ausencia de tu presencia, es como un jardín sin su jardinero. Si meditas tomas control y eres un jardinero en su jardín.
Jesús está en absoluta libertad, vive plenamente. No está en el cielo, no está en el infierno. Es totalmente libre de cualquier prisión: sea buena o mala.
Ve al origen y no habrá más problemas. Todos los problemas habrán desaparecido. De hecho, el origen de todos los problemas, la mente, también desaparece.
Desarrolla tu mente intuitiva. Asume que lo buscado está aquí, delante de ti y que tienes un universo de medios que están accesibles para ser encontrados.
No puedes detener la mente, porque no la has puesto a funcionar. Observa, y al observarla se detiene. No es que tú la detengas: al observarla, se detiene.