La iluminación espiritual

Saca los monos de tu mente

Cuento Zen (320)

Un aspirante espiritual querría hacer un retiro de meditación, pero no sabía qué técnica utilizar.

Se dirigió a un maestro y le decía:

Maestro, te estaría sumamente agradecido si pudieras recomendarme una técnica de meditación, ya que he planeado estar varias semanas en el bosque para hacer un retiro de meditación.

El maestro dijo:

¡Excelente! En el bosque encontrarás la paz necesaria para meditar, aunque sabes muy bien que la paz hay que hacerla luego en la propia mente. No te voy a dar ninguna técnica especial para meditar, podrás pensar en lo que quieras excepto en monos. Toma buena nota: no pienses en monos.

Tras agradecer al maestro su instrucción, el aspirante partió hacia el bosque.

Se dijo:

Desde luego que es bien fácil el método que me ha proporcionado el maestro. No tendré el menor inconveniente, pues anda que no hay cosas en las que poder pensar excepto en monos.

El aspirante se estableció en un recoleto y reconfortante lugar en la frondosidad del bosque, para estar en paz. Estuvo allí varias semanas y luego volvió junto al maestro.

El maestro saludo cariñosamente al aspirante y enseguida le preguntó:

¿Qué tal ha ido tu retiro de meditación?

No he logrado pensar en nada que no fueran monos. Una y otra vez los monos venían a mi mente. Día y noche los monos estaban en mi escenario mental.

¡Ha sido como una pesadilla!

MORALEJA

Cuando aprendes a meditar, inevitablemente te encuentres con los saltos de la mente. Tu concentración y atención plena se desvía continuamente hacia tus pensamientos y tus preocupaciones.

El proceso de meditación consiste en reconocer las distracciones mentales y volver a centrarse – una y otra vez -en el punto de atención… con mucha paciencia y amor.

La meditación abarca un gran peregrinaje. Cuando la meditación es observación, es el principio de la meditación. Y cuando la meditación es no-mente, es la conclusión del peregrinaje. La observación es el principio, la no-mente es la culminación. La observación es el método para alcanzar la no-mente. Naturalmente, sentirás que la observación es más fácil; está más cerca de ti.

Pero la observación es solo la semilla, luego viene un largo período de espera. No solo de espera, también de confianza, en que la semilla va a germinar, se va a convertir en un arbusto; un día llegará la primavera y el arbusto florecerá. No-mente es la última etapa del florecimiento.

Una vez que la mente no está funcionando y has dejado de pensar en monos, te vuelves parte de la mente del cosmos, de la mente universal. Cuando eres parte de la mente universal tu mente individual funciona como un maravilloso sirviente. Ha reconocido al maestro, y les trae noticias de la mente universal a aquellos que aún están encadenados a la mente individual.

Cuando publico estos cuentos, de hecho, es el Universo usándome. Mis palabras no son mis palabras; pertenecen a la verdad universal. Ese es su poder, ese es su carisma, esa es su magia.