La iluminación espiritual

Hígado graso

LA ESTEATOSIS HEPÁTICA

El hígado realiza un trabajo de 24 horas diarias y no tiene días festivos ni vacaciones, ya que si no estuviese continuamente desintoxicando nuestro organismo y lo que la sangre lleva no podríamos continuar viviendo. El hígado es un órgano tímido que nos suele avisar de los problemas en voz baja debido a que posee fibras sensitivas del dolor. Por ello sus enfermedades, como el hígado graso, apenas dan molestias en la zona hepática. Es importante comprender que todo el organismo depende del hígado y si éste se encuentra sobrecargado o intoxicado por malos hábitos alimenticios, exceso de alcohol, abuso de medicamentos o drogas, los síntomas múltiples y variados que aparecen repercuten en otros órganos del organismo.

Los síntomas más importantes que debemos tener en cuenta para considerar que el hígado empieza a estar tocado son los siguientes.

LOS SINTOMAS

  • Color amarillento de piel y conjuntiva del ojo
  • Molestias en la parte superior del vientre
  • Inapetencia
  • Náuseas
  • Intolerancia a las grasas
  • Cansancio
  • Agotamiento continuo
  • Deposiciones claras y poco consistentes
  • Tendencia a las depresiones
  • Picores (prurito) en la piel
  • Dolores en la mitad derecha de la cabeza
  • Despertarse por la noche entre las doce y las tres de la madrugada.

Ahora vamos a prestar atención a los alimentos adecuados y no recomendables para el buen funcionamiento del hígado.

ALIMENTOS Y CONSEJOS ADECUADOS

  • Comer despacio y masticar bien los alimentos
  • Caldos vegetales, zumos de zanahorias, frutas
  • Alimentos naturales (mejor de cultivo biológico) de fácil digestión
  • Comer en pequeñas porciones
  • Cereales integrales: pan, arroz, pasta, copos de avena
  • Semillas y frutos secos: sésamo, girasol, lino, almendras, nueces
  • Hortalizas crudas: lechuga, escarola, pimiento, diente de león, zanahoria, remolacha roja, germinados de trigo y alfalfa...
  • Verduras: espinacas, alcachofa, acelgas, judías verdes, calabacín. (no deben de hervirse demasiado)
  • Proteína de soja cuajada, yogur...
  • Frutas maduras: manzanas, peras, aguacates, melocotones, plátanos, uvas, papayas, compotas
  • Grasas: aceites vegetales crudos de oliva, girasol y maíz. (No más de 60 g/día)
  • Plantas o condimentos: estragón, mejorana, romero, albahaca, comino
  • Procurar comer sin estrés en un ambiente tranquilo
  • Descansar entre 15 y 30 m después de las comidas

ALIMENTOS QUE PERJUDICAN

  • Ayunar solo con agua
  • Comer rápido sin apenas masticar y bebiendo mucho líquido
  • Alimentos desvitalizados de difícil digestión con aditivos y de cultivos tradicionales intensivos o azucarados
  • Comidas demasiado ricas en calorías
  • Cereales refinados elaborados con harinas blancas como panes, tortas, hojaldres pastelería, etc.
  • Bebidas alcohólicas, alimentos en conserva y café
  • Hortalizas y legumbres flatulentas de difícil digestión
  • Verduras demasiado cosidas y saladas
  • Carne de cerdo, embutidos, carnes demasiado grasas. Quesos grasos y curados. Natas, manteca de cerdo, leche esterilizada y uperizada
  • Frutas no maduras
  • Fritos, empanadas, mayonesas, salsa vinagretas
  • Especies fuertes como la mostaza, nuez moscada, pimienta, pimentón
  • Comer rápido, con agitación y ruidos de fondo
  • No descansar después de las comidas

Las funciones del hígado (hígado graso)

El hígado de un adulto pesa aproximadamente un kilo y medio y mide 20 cm de longitud. Es la víscera más voluminosa de nuestro cuerpo y está situado en la parte superior derecha del abdomen. En gran parte se halla cubierto por el diafragma y las costillas. Realiza más de 500 funciones, semejante a un asombroso laboratorio. Destacamos las siguientes funciones:

Función glandular (digestiva)

Las células hepáticas producen alrededor de 1 litro de bilis al día especialmente entre las 12 de la noche y las tres de la madrugada. Esta bilis, en su mayoría, va a parar a un depósito denominado vesícula biliar, donde se acumula y se espesa. LA vesícula biliar a su vez, vierte la bilis en el intestino delgado durante las comidas, ya que ésta es imprescindible para la digestión (emulsión) y absorción intestinal de las grasas, las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y el calcio. Además la bilis estimula el peristaltismo intestinal y ejerce una notable acción bacteriana intestinal impidiendo putrefacciones y fermentaciones.

Función metabólica

El hígado participa de forma directa en el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas. A partir de las proteínas tomadas en la alimentación las células hepáticas fabrican las proteínas propias que van a formar las células y tejidos de nuestro cuerpo. Como producto residual del metabolismo de las proteínas se produce la urea en el hígado, que posteriormente será eliminada por los riñones. El hígado interviene también en la síntesis de hormonas, factores de la coagulación sanguínea y de elementos defensivo-inmunitarios.

Almacén de sangre

Al hígado le llega un litro y medio de sangre por minuto a través de la arteria hepática y la vena porta. La vena porta trae sangre cargada con productos absorbidos en el intestino delgado especialmente. El hígado puede almacenar hasta un 20% del total de la sangre venosa del cuerpo, cargándose como una esponja y adquiriendo un color rojo parecido al vino tinto oscuro. Por todo ello, el hígado contribuye al mantenimiento del volumen de sangre circulante.

Órgano de depósito

El hígado constituye además un importante depósito de glucógeno, el cual es importante como reserva energética, ofreciéndolo al organismo cuando éste lo necesita y reclama.

Función antitóxica

Mediante complejas reacciones de neutralización, desactivación y desintoxicación muchas sustancias nocivas como el alcohol, medicamentos a base de fármacos de síntesis o contaminantes, son desactivadas al llegar al hígado y eliminadas posteriormente por el intestino o por los riñones.