La iluminación espiritual

Tomás tenía prisa

Cuento Zen (344)

Esta Tierra no estuvo aquí desde el principio, ni durará hasta el final.

Así como nacemos también dejaremos de existir, esta Tierra y el sol también dejarán de existir; llegará el tiempo en que estas lunas, estrellas y planetas también dejarán de existir. El círculo de ser y no ser, continúa. Somos sencillamente infinitesimales, rotando y girando en algún lugar de esta rueda cósmica. Y si aún pensamos que estamos separados, entonces somos como el primerizo de Tomás quien estaba viajando en un avión por primera vez...

El primerizo de Tomás entró al avión, y mientras despegaba empezó a caminar por el pasillo del avión. Él quería llegar rápido a su destino y llevaba mucha prisa: naturalmente, si tú quieres llegar rápido a algún lugar llegarás ahí más pronto ¡si caminas más rápido!

Los otros pasajeros lo detuvieron y le preguntaron qué estaba haciendo.

Y Tomás les contestó que tenía mucha prisa.

MORALEJA

Tomás viajaba en avión por primera vez y estaba usando la misma lógica que funcionaba estando en tierra. Ahí, él siempre llegaba más rápidamente cuando caminaba más de prisa. Él no se daba cuenta de que caminar en el avión era inútil; el mismo avión estaba volando, y él solo conseguía agotarse al caminar. Él no llegaría más temprano, y es posible que al llegar estaría tan cansado que no podría mantenerse en pie. Él debería descansar, debería cerrar sus ojos y descansar. Pero ni el primerizo de Tomás ni cualquier otro primerizo viajero estarían de acuerdo con tal consejo.

Yo llamo espiritual a quien está en reposo dentro de este movimiento circular cósmico del universo. Alguien que sabe que las fuerzas del universo están trabajando y que no hay prisa, cuya prisa no tiene caso. Si simplemente podemos ser uno con la armonía universal, eso es suficiente y es maravilloso.

Casualmente, ayer le he dicho a una amiga algunas cosas sobre la astrología; si ella entiende estas cosas al igual que ustedes, entonces la astrología puede convertirse en una puerta para el logro espiritual de cualquier persona.