La iluminación espiritual

La importancia de la actitud

Cuento Zen (119)

Lucas era el tipo de persona que te encantaría conocer. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.

Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo.

Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante.

La razón por la que las meseras seguían a Lucas era por su actitud.

Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunté: ¿No lo entiendo… no es posible ser una persona positiva todo el tiempo? ¿Cómo lo haces?

Lucas respondió:

Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Lucas, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar De mal humor. Escojo estar de buen humor.

Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello.

Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida.

Sí, claro, pero no es tan fácil, protesté. Sí lo es, dijo Lucas. Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección.

Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor.

En conclusión: Tú eliges como vivir la vida.

MORALEJA

La actitud positiva es de cooperación, no de conflicto. La actitud positiva no es de ir contra la naturaleza, sino de estar con ella, de admitir la naturaleza, de dejar que tome su curso, de cooperar con ella, de acompañarla. El positivismo tiene una actitud de gran relajamiento.

Así, lo primero que hay que recordar es que la actitud básica de todo ser humano es la felicidad. Por eso no piensas en ella como si fuera inalcanzable. Te ayudará mucho comprender que es el gozo pleno del ser. Entonces puedes mantenerte sereno y verla, observarla, comprenderla.

La felicidad es la actitud básica porque alimenta el alma. Cuanto más gozo, más fuerte se hace tu alma. Si sales victorioso, el alma tiene una gran alegría. El alma se revitaliza con tus victorias. Pero, por otro lado, a medida que el alma se fortalece, tu ego retrocede cada vez más.