La iluminación espiritual

Despierta ahora

Cuento Zen (345)

Hay una historia sobre Bartolomé.

Él es viejo, y vive en su castillo en la colina. Él está en cama y paralítico mirando por la ventana y ve a su enemigo. A pesar de ser viejo, su enemigo está subiendo por la colina, apoyado en un bastón, despacio, con dificultad. Tarda alrededor de dos horas y media en subir la colina. Bartolomé no puede hacer nada porque los sirvientes tienen el día libre. Entonces su enemigo abre la puerta, entra en la habitación, mete la mano bajo la capa, y saca una pistola diciendo:

Bartolomé, ¡Por fin vamos a ajustar cuentas!

Bartolomé prueba la mejor manera de disuadirlo y le dice: Vamos, Borgia, usted no puede hacer eso. Usted sabe que ya no soy el hombre que lo maltrató cuando usted era joven. Usted ya no es ese joven, ¡Piénselo!

Ah, no. Sus dulces palabras no me impedirán cumplir con esta divina misión. Lo que yo quiero es vengarme y usted no puede hacer nada para impedirlo.

¡Sí puedo hacer algo!, le asegura Bartolomé.

¿Qué? Le pregunta su enemigo Borgia.

Puedes despertar...

Y, en efecto, ¡Despertó!

MORALEJA

Así es la iluminación. Cuando alguien le dice: No hay nada que pueda hacer, usted dice: Sí yo puedo hacer algo: ¡puedo despertar! De repente la vida ya no es una pesadilla. ¡Despierten!

Alguien vino a preguntarme algo. ¿Qué creen que fue? Me dijo: ¿Usted recibió la iluminación? ¿Qué creen que le respondí? ¡No importa!

¿Quieren una respuesta mejor? Mi respuesta sería: ¿Cómo podría yo saberlo? ¿Cómo podría saberlo usted? ¿Qué importa? ¿Quieren saber una cosa? Si ustedes desean algo demasiado, están metidos en un gran problema. ¿Quieren saber otra cosa? Si yo hubiera obtenido la iluminación y ustedes me escucharan por ello, entonces estarían metidos en un gran problema. ¿Están dispuestos a que alguien que ha obtenido la iluminación les lave el cerebro? ¡Cualquiera puede lavarles el cerebro! ¿Qué importa que alguien haya o no haya logrado el despertar? Pero vean: Queremos apoyarnos en alguien que nosotros creemos que ha llegado a la meta. Nos encanta oír que la gente llegó a la meta. Eso nos da esperanza ¿No es verdad? ¿Qué es lo que quieren esperar? ¿No es eso otra forma de deseo?

Ustedes quieren esperar algo mejor que lo que tienen ahora ¿no es así? Si no fuera así, no estarían esperando. Pero entonces olvidan que ustedes lo tienen todo ahora mismo, y no lo saben. ¿Por qué no concentrarse en el presente, en lugar de esperar algo mejor en el futuro? ¿Por qué no comprender el presente en lugar de olvidarlo y esperar del futuro? ¿No es el futuro, sencillamente otra trampa?

Recuerden: tienen todo ahora mismo para despertar.