La aceptación de «lo que es» remueve la raíz misma del sufrimiento. No elimina el dolor, pues es un aspecto indisociable del hecho de estar vivo, pero sí el sufrimiento mental.
Solo hay una entrada al camino de la paz: la aceptación. La serenidad siempre será el aroma de la aceptación lúcida de la realidad.
MÓNICA CAVALLÉ
SUFRIMIENTO POR FALTA DE ACEPTACIÓN