CUENTOS: EGO

El tropezón del ciego

Entendamos el verdadero propósito de la mente para no tener el tropezón del ciego. La mente no es el problema. No sabes cómo manejarla, ese es el problema.

El ego herido del león

La desaparición del ego revitaliza, rejuvenece. Con la desaparición del ego, aun en profunda inconsciencia, tienes una experiencia de conciencia de Dios.

Los palillos largos (Egoístas)

El egoísmo es la ausencia de los demás en mi vida. Pero si yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.

Los seis ciegos y el elefante

El cuento Zen «Los seis ciegos y el elefante», dice que es de tontos creer que en un mundo relativo se puede ver la verdad con lo limitada que es la mente.

Dominar el ego

El ego pone en marcha tu mente, necesita un pedaleo firme y agotador, es lo más ilusorio, y parece sólido y real. La gente estúpida vive y muere por él.

El ciego y la lámpara

La lámpara es un símbolo, es la luz de tu consciencia de tu ser encendido en tu interior, como el sol, para ver que si queda algo o si todo es hipocresía.

El apego

Este inusitado cuento es para mostrar lo dañoso que un insignificante apego puede resultar para quienes han llegado a ser ricos en dones espirituales.

El juego de la vida

En el juego de naipes que llamamos vida cada uno juega lo que sabe de las cartas que le han tocado, además tenemos que jugar. La opción es: ¿cómo jugarlo?

Por estúpido es ciego

El santo hindú se debió sentir poderoso al destruir sus ojos: Soy capaz de hacerlo. Su ego debió de sentirse sutilmente alimentado, más fuerte que nunca.

El desapego y el abandono

Desapego, ese es el secreto, es un arte. Todo lo que se guarda se estropea. La razón es que todo lo que es importante, vivo y en movimiento, es momentáneo.

La caridad y el egoísmo

El egoísta crea situaciones como la de la zanahoria; esa es la única forma en que el ego puede existir, mantenerse. El ego siempre está en dificultades.

La ciencia de los negocios

Un meditador vive en el mundo de negocios, pero no vive poseído por él; es trascendental, permaneciendo en el mundo y a la vez un poco por encima de él.

Dos cuentos ególatras

El egocéntrico se obsesiona consigo mismo. El egoísta solo instrumentaliza su vida para el reforzamiento de su ego apartándose cada vez más de su esencia.

El desapego de un sabio

Desapego, ese es el secreto. Todo lo que se guarda acaba estropeándose. La razón es que todo lo que es importante, vivo y en movimiento, es momentáneo.

El problema del ego y Dios

Hay algo decisivo: si proteges tu ego, perderás a Dios. Si estás preparado para abandonar tu ego, le encontrarás. En ese abandonar se produce el hallazgo.

La pereza y el egoísmo

La pereza es simplemente como el resfriado; no hay mucho de qué preocuparse. El egoísmo es como el cáncer, pero es mejor no tener ninguno de los dos.

Trascender el Ego

Un maestro dice: Está contento tal como eres, no se necesita nada más, y entonces, de pronto todo sucede. En profunda aceptación, el ego se trasciende.

El suicidio del ego

Si debe practicarse el suicidio que sea el del ego, no el tuyo. Deja que muera el ego y entonces observa que con ello todos los problemas desaparecen.

El desapego del maestro

El apego obligan a las personas que se relacionan a convertirse en objetos y el amor ayuda a las personas a ser libres, independientes y más sinceros.

El ciego y el cojo

Cierto país fue anunciado de una gran inundación. Cuando un cojo se lo comunicó a un ciego, este se cargó al cojo a sus espaldas y escaparon juntos…


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