Citas Bert Hellinger
La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la luz.
El indignado se comporta como si fuese una victima, sin serlo.
El orden, sin embargo, nos viene dado y no es posible sustituirlo por el amor. Seria ilusorio.
La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te atormenta hasta que sueltas tus caprichos y disfrutas de tu respiración.
La vida esconde tus tesoros hasta que aprendes a salir a la vida para recogerlos.
La vida te humilla y a veces te derrota hasta que decides dejar morir tu ego.
La vida pone a tus enemigos en el camino hasta que dejes de reaccionar.
La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección.
La vida te saca del camino hasta que dejas de controlar todo y fluir como un rio.
La vida te niega bienes y grandeza hasta que las dejas y comiences a servir.
La felicidad sorprende.
La paciencia confía.
La violación de la jerarquía se ve en una familia especialmente cuando un niño quiere hacerse cargo de algo que es de sus padres para así salvarlos.
El espíritu no tiene prisa.
La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que el contiene.
La vida te despierta, te poda, te rompe, te decepciona.
La vida acorta tu tiempo, por lo que te apresuras a aprender a vivir.
La vida no te dejara solo, así que deja de culparte y acepta todo como Es.
Quien no puede dormir es porque cree que debe vigilar.
La vida te lo da para que tu mejor versión se manifieste.
Ahí donde empieza el amor, deja de existir la culpa.
La vida corta sus alas, hasta que no necesita alas, desaparece en su forma y vuela.
Quedamos enredados en los destinos de personas que en nuestra familia se perdieron porque fueron olvidadas o excluidas de ella.
La vida te envía personas conflictivas para que sanes y dejes de reflejar afuera lo que tienes adentro.
Mira hacia adelante es lo que nos queda.
En la depresión se puede ver que uno de los padres, o ambos, son rechazados o que el acceso a uno de los dos es imposible, por las razones que sean.
La vida te lastima hasta que sueltas tus caprichos y disfrutas de tu respiración.
La expiación es amor despilfarrado.
Los acontecimientos anteriores en un grupo y los sentimientos ligados con ellos están almacenados en una memoria colectiva.
La paciencia hace feliz.
La culpa es cómoda.
La vida no te deja en paz, para que dejes de pelearte, y aceptes todo lo que es.
La vida se ríe de ti hasta que dejas de tomar todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de reaccionar.
La vida te niega a Dios hasta que lo veas en todo y en todo.
La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos.
La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro.
Ante un indignado, a las victimas les resulta difícil dejar atrás su sufrimiento y a los perpetradores, las consecuencias de la culpa.
La vida te moldea hasta que solo el AMOR permanezca en ti.
La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces.
La vida poda sus raíces, hasta que no raíces, desaparece en su forma y vuela.
Persevera en tus objetivos.
El duelo es despido y comienzo a la vez.
Honrar a los Padres es honrar la vida.
La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir.
Todo grupo dispone de una jerarquía que resulta del momento en que cada uno inicia su pertenencia al grupo. Es decir, quien entro en un grupo antes tiene prioridad sobre aquel que vino después.
Un hijo no debe nunca conocer detalles que pertenecen a la relación de pareja de los padres.