Citas Alfonsina Storni
Tus manos, heridas de intrincados caminos, son la historia de una raza de amadores.
¿Como decir este deseo de alma? Un deseo divino me devora; pretendo hablar, pero se rompe y llora esto que llevo adentro y no se calma.
Seré en tus manos una copa fina pronta a sonar cuando vibrarla quieras. Destilaran en ella primaveras, reflejara la luz que te ilumina. Seré en tus manos una copa fina.
La primavera dulce que me enseñara a amarte, la primavera misma que me ayudo a lograrte.
Que un no ser, que es un mas ser, doblado, prendido estas aquí y estas ausente por praderas de magias y de olvido.
Y yo no tendré miedo de morenas ni rubias, pues cerrare los ojos y te diré: soy tuya.
Vueltas y vueltas doy por esas calles; por donde quiera, me siguen las paredes silenciosas, y detrás de ellas, en vano saber quiero si los hombres mueren o sueñan.
Gimen porque nace el sol. Gimen porque muere el sol. Todo esta allí, apretado en la cuenca, donde, pájaro quieto, aguarda.
Selvas tengo en el corazón; arboles gruesos prietos de ramas; yuyos, retamas, flores de malvón, pájaros en las ramas, todo eso tengo en mi corazón.
Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente al mar alineando sus blancos lobeznos.
Solo el hombre, pequeño, cuyo humano latido en la tierra es un sueño, Solo el hombre hace ruido.
¿De que desierto antiguo eres memoria que tienes sed y en agua te consumes y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio como si tu agua fuera la del cielo?