El cofre encantado
Cuento zen con moraleja
El cuento enseña el secreto para ser feliz. Presta atención. En realidad son dos cofres que guardan el secreto para ser feliz. Son la mente y el corazón.
Cuento zen sobre la felicidad
Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.
Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo. El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida que te los explicaré en la siguiente moraleja.
MORALEJA
1. Debes poner a Dios como centro de tu vida, como lo más importante en tu existencia.
2. No debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
3. No debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de la existencia hagan justicia, tú perdona y olvida.
4. No debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
5. No debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
6. Levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bello y bueno; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; Ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir algo a cambio; Mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.
7. Debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
Recuerda: Cuando alguien sea feliz, siéntete sinceramente feliz. Siéntete amistoso hacia él. Entonces abrirás en ti mismo una puerta hacia la felicidad. Si puedes sentir simpatía hacia alguien que es feliz, inmediatamente, de una forma sutil, empiezas a compartir su felicidad, se convierte también en la tuya. ¡Inmediatamente! Y la felicidad no es un objeto, no es algo material. No es algo a lo que nadie pueda aferrarse. Puedes compartirla. Y su belleza radica en que no dependa de que él la comparta. Depende de que tú participes.
Cuando el sol sale por las mañanas puedes sentirte feliz y el sol no puede hacer nada por evitarlo. No puede impedir que seas feliz. Si alguien es feliz, tú puedes sentir simpatía hacia él. Es tu propia actitud y él no puede impedir que lo hagas. Inmediatamente, abres la puerta y su felicidad fluye también hacia ti.
Este es el secreto para crear un cielo a tu alrededor, y solamente en el cielo estás tranquilo. ¿Cómo vas a estar tranquilo en el fuego del infierno? Y nadie más lo está creando: tú lo estás creando, tú eres su causa.
Nunca cargues la responsabilidad sobre otro porque no asumir la responsabilidad es escapar de la verdad fundamental.