La iluminación espiritual

La sabiduría o verdad de la Nueva Era

POR: BARRY LONG

Imagen; La sabiduría o verdad de la Nueva Era; Barry Long

DESPERTAR A LA VERDAD

Despertar a la verdad es saber que estás soñando.

La vida espiritual no es solo leer acerca de la verdad o escucharla. Es vivirla. No hay verdad – no hay verdad en la tierra – a menos que tú la vivas.

LA SABIDURÍA O VERDAD

La sabiduría o verdad es el estado original y natural de la inteligencia.

La inteligencia está corrompida por los gustos y las aversiones. El resultado es la problemática condición humana. Los gustos son el deseo de ganar y aferrarse, y las aversiones son el deseo de no perder o fracasar.

Ganar significa placer o euforia, y perder significa irritación o infelicidad. Cuando los gustos y las aversiones son disueltos, la condición humana de fluctuar entre el placer y el dolor se desvanece. Un ininterrumpido estado de equilibrio se hace entonces constante, no hay subidas, no hay bajadas.

Y la sabiduría o verdad es la expresión natural.

La vida de cada uno solamente se constituye de eventos. Los eventos son impersonales. Los eventos son personalizados por la mente y las emociones, y se les da razón y propósito mediante los gustos y las aversiones.

Los gustos y las aversiones determinan los intereses y los deseos de la persona. No todo el mundo tiene los mismos deseos y aversiones. Algunos se interesan en el golf y otros no, y algunos son atraídos por personas por las que otros no son atraídos.

Darle razón y propósito a los eventos requiere del pensamiento racional. El pensamiento racional es el intento vano de dar sentido a las sensaciones o a lo que vivimos, en vez de realizar la inexpresable verdad que hay detrás de ello.

El pensamiento racional puede seguir una secuencia lógica, pero al haber comenzado con una premisa ilógica y racional: que la verdad es accesible a la razón, el resultado es una conclusión racional e ilógica: una impresión, una tesis o una teoría.

De este modo, todos los pensadores y todas las personas racionales están fundamentalmente descontentas o frustradas en su vida amorosa y en la búsqueda de sus aspiraciones. Esta molestia subconsciente requiere que continuas concesiones y simulación para ocultarle su existencia a los demás.

LA VERDAD DE LAS ERAS

Como maestro de la verdad, debo decirte la verdad.

Nunca hubo ni puede haber una Nueva Era de transformación espiritual. Ni existe una Nueva Era para ti, el hombre o la mujer que está leyendo esto. El movimiento Nueva Era es un engaño y cualquier compromiso con él o creencia en que te ayudará en tu desarrollo espiritual, de hecho te mantendrá alejado de la verdad. Quizás pases un buen momento, te encuentres con personas conocedoras y agradables, aprendas cosas nuevas y hasta presencies efectos mágicos. Podrás sentir que estás progresando. Pero seguirás siendo tal como eres: discutiendo acerca de la verdad, creyendo en ella, pero no realizándola.

Las nuevas eras son simplemente civilizaciones sucesivas, diferentes modos y medios de vivir, de hacer la vida más fácil, más interesante y entretenida. Las nuevas eras van y vienen, tal como van y vienen los hombres y las mujeres que las viven.

Lo que viene y va no es la verdad. La verdad es ahora. Ahora y siempre.

Si alguna vez existió una Atlántida, en la que todos se comunicaban intuitivamente y viajaban por medio de un transporte solar instantáneo, desapareció convirtiéndose en leyenda. Si el sueño de la Nueva Era se realiza alguna vez y la gente de la tierra se une en una conciencia, esa nueva civilización solo producirá nuevamente otro modo de vivir que también desaparecerá.

¿Qué tiene que ver cualquier Era, pasada o futura, con el bien que eres, la verdad que eres en este momento, ahora?

Si existe alguna vez una Nueva Era, o existió alguna vez una Edad de Oro, y si hay alguna verdad en la gente de la Nueva Era o de la Atlántida, esa verdad está en el hombre y la mujer ahora.

La verdad es que yo, que estoy leyendo esto aquí y ahora, soy siempre lo que soy, no importa el tiempo ni el lugar. Me voy a dormir y me despierto por la mañana – el mismo ‘yo’… Yo estoy aquí. Permanezco. Me voy. Siempre soy una cosa u otra. Siempre estoy confirmando lo que soy.

Las circunstancias en las que vivo van y vienen pero yo estoy siempre presente. La comodidad y la conveniencia al vivir cambian pero yo, que anhelo verdad y amor estoy siempre aquí, siempre soy el mismo. Si no sé esto, aquí y ahora, algo está fallando. ¿Qué es? ¿Cómo podría olvidar la verdad, la realidad de mí mismo?

Lo olvido porque estoy siempre recordando. Siempre estoy mirando hacia atrás o mirando hacia adelante. Siempre estoy soñando, imaginando, especulando, deseando… He olvidado como ser lo que soy y estar donde estoy ahora.

No puedo estar solamente aquí ahora. Es aburrido. Estoy inquieto. Me pongo muy infeliz si no tengo nada hacer. Por favor, déjame distraerme de mi infelicidad. Debe haber algo mejor, un mañana mejor. Trabajaré para ir hacia él. Lo esperaré con ilusión.

¡Ese es el gran engaño de todas las eras!


La verdad no se puede enseñar, pero la persona que está lista para descubrirla la reconoce rápidamente.

Barry Long


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