CITAS AJEDREZ
Cree firmemente que en el ajedrez no hay reglas sin excepciones.
El ajedrez es una contienda entre dos hombres que se presta particularmente a los conflictos que rodean la agresión.
En el gambito se cede un peón a cambio de una partida perdida.
El juego de ajedrez es a menudo la tragedia de un tiempo.
El profuso simbolismo fálico del ajedrez proporciona alguna fantasía de gratificación del deseo homosexual, particularmente la del deseo de mutua masturbación.
En ajedrez la amenaza de una jugada es mas fuerte que su ejecución.
Yo doy el 98% de mi energía mental al ajedrez. Otros dan apenas el 2%.
Comenzaron las clases. Cuantas alegrías e impresiones nuevas me proporcionaban los días de escuela. Cada día se enteraba uno de algo nuevo, cada lección descubría alguna faceta aun desconocida de la vida.
Aquellos días de los primeros combates de ajedrez, el tablero me seducía como quizá no me haya vuelto a seducir posteriormente. Es raro el ajedrecista principiante que no haya vivido un periodo así de atracción pasional por el tablero.
El ajedrez son cuentos de Hadas de las 1001 metidas de pata.
El ajedrez es un juego de lucha que es puramente intelectual y excluye al azar.
Uno debe aprender a analizar con seguridad, y luego poner plena confianza en el computador con que la naturaleza nos ha dotado.
En una partida de Ajedrez a veces juegan mas de cuatro caballos.
La técnica del juego posicional puede ser adquirida.
Por eso amamos el ajedrez. Nos gusta el juego por sus ilimitadas posibilidades, por sus intrépidos arrebatos de imaginación, por el ancho campo que ofrece para la investigación y la inventiva. Esto es por lo que decimos que el ajedrez es un arte.
Del ajedrez no se puede vivir, pero se puede morir.
Los orígenes del ajedrez pertenece a un tiempo inmemorial, así diferentes tradiciones lo han situado en su remoto pasado. La versión mas extendida es.
El ajedrez es una prueba de voluntades.
Odio las jugadas brutales prefiero las jugadas sutiles.
Crearemos una civilización de la Mente en el Ciberespacio.
El aprendizaje del juego del ajedrez produce autentico placer, y los éxitos deportivos o de inventiva que se obtienen luego reportan plena satisfacción.
Una partida de Ajedrez se divide en 3 etapas: la primera cuando piensas que tienes la ventaja, la segunda cuando crees que tienes la ventaja y la tercera … cuando te das cuenta que vas a perder.
Todos los jugadores de Ajedrez deberían tener un pasatiempo.
El Ajedrez fue la lengua materna de Capablanca.
Cuando hago jaque al rey no me da miedo ningún jugador.
En ajedrez la amenaza de una jugada es más fuerte que su ejecución.
Pienso que es casi definitivo que el juego es tablas teóricamente.
Solo se puede llegar a ser bueno en ajedrez si se ama el juego.
La obtención del titulo de maestro fue para mi algo así como un resumen de las victorias obtenidas y derrotas sufridas; con ello se cancelaba la cuenta de la enorme cantidad de horas dedicadas a analizar partidas y aprender las leyes del juego.
El ajedrez es mi vida, pero mi vida no es solo el ajedrez.
La mayoría de la gente imagina a un maestro de ajedrez como un ciudadano que pasa su vida en una atmósfera de humo y juega en cafés y clubes: un individuo neurasténico, cuyos nervios y cerebros están continuamente trabajando en tensión: una persona unilateral que ha dado toda su alma al ajedrez.
Si prohibiesen el Ajedrez, probablemente me haría contrabandista.
Primero debe hacerse el movimiento forzoso y luego entregarse a la meditación.
El Ajedrez esta mas cerca de las Matemáticas que cualquier otra Ciencia.
Una partida de Ajedrez se asemeja a una mujer: cada cual la sobreestima o menosprecia, pero ninguno es capaz de juzgarla fría y objetivamente.
Un maestro de ajedrez tiene que dedicar atención a la solución de estudios. Esto proporciona un pensamiento objetivo y un cálculo exacto.
Si el Ajedrez es lucha, el mejor es Lasker; si el Ajedrez es ciencia, el mejor es Capablanca; si el Ajedrez es arte, el mejor es Alucine.
El Ajedrez por encima de todo… es una pelea.
Una combinación, y lo imposible se hace posible. Es una chispa divina, como un meteoro que ilumina la partida de ajedrez.
El gambito en el ajedrez es el: come-mientras-puedas.
La vida es demasiado corta para el ajedrez.
La buena conciencia sirve de almohada.
Intelecto muy desarrollado y solida instrucción.
Un jugador de ajedrez es primordialmente un actor. Se sienta en el escenario preguntándose que jugada le va a agradar mas a la concurrencia.
Capablanca, mecanismo maravilloso; y Alucine, buscador de la verdad.
El ajedrez es ciertamente un arte, pero yo no pensaba en ello. Solo el juego preciso y fuerte puede ser bonito… La precisión, en primer lugar. En última instancia, todo se decide por la clase. Luego podemos aspirar a una partida preciosa. Pero para jugar con elegancia y precisión hay que saber mucho y ser capaz de utilizarlo.
Los siete pecados capitales del Ajedrez son: Superficialidad, Voracidad, Pusilanimidad, Inconsecuencia, Dilapidación del tiempo, Excesivo amor a la paz, Bloqueo.
Por tratar de evitar la perdida de una pieza, muchas personas han perdido una partida de Ajedrez.
La capacidad defensiva de una pieza clavada es solo imaginaria.
Las ideas audaces son como piezas de ajedrez. Pueden ser vencidas, pero también pueden iniciar una partida victoriosa.
Todo se encuentra en un estado de flujo y esto incluye al mundo del Ajedrez.
El peón pasado tiene alma, como el hombre, deseos que yacen en el inexpresivos y temores cuya existencia apenas el mismo barrunta.
No soy un genio del ajedrez, soy un genio que juega al ajedrez.
Cuanto mas mayor me hago, mas aprecio los peones.
Alguna vez los hombres tuvieron que ser semidioses; si no, no habrían inventado el ajedrez.
El hombre tiene que establecer un final para la guerra.
Un jugador tiene que ser capaz de encontrar las jugadas posibles.
Las partidas simultaneas de ajedrez son algo muy interesante. Contribuyen a que los ajedrecistas ordinarios sepan comprender la trama de juego de un maestro, les permite competir con el, adivinar sus planes y aprender la técnica del juego.
El ajedrez esta mas cerca de las matemáticas que cualquier otro juego.
Es en el medio juego y en el final de la partida donde se revela un buen jugador de ajedrez.
Supe que la lucha en el tablero de ajedrez podía también impacto en el clima político del país.
Steinitz aporto a la Teoría del Ajedrez una tabla de multiplicar, pero aun el estaba muy lejos de las Matemáticas superiores.
Es hora de bajar de peso cuando vas a la playa y, al estar tomando el sol sobre la arena, unos ecologistas intentan devolverte al mar.
No juego al ajedrez, lucho en ajedrez. Por consiguiente, trato de combinar la táctica con la estrategia, lo fantástico con lo científico, lo combi nativo con lo posicional, y trato de responder a las demandas de cada posición especifica.
No es suficiente ser un buen jugador, se debe también jugar muy bien.
En el tablero de ajedrez, las mentiras y la hipocresía no sobreviven mucho tiempo.
La táctica fluye a partir de posiciones superiores.
Las mujeres no descuellan en el ajedrez porque no tienen ningún impulso inconsciente hacia el asesinato del padre.
Su lema: Plantear problemas al contrincante en casi cada jugada.
Inagotable fuente de ideas.
Me siento como si fuera una pieza en una partida de ajedrez, cuando mi oponente me indica: esa pieza no puede ser movida.
La serenidad en los reveses y en los éxitos.
El ajedrez es un juego de lucha que es puramente intelectual y excluye el azar.
La cosa mas difícil en ajedrez es ganar una partida ganada.
El ajedrez como la música o el amor, tiene el poder de hacer feliz a la gente.
El ajedrez es un juego absolutamente lógico que tiene sus leyes generales que se pueden comprender intuitivamente o trabajando muchísimo.
Solo se puede jugar bien al ajedrez si se ama el juego.
El Ajedrez está más cerca de las Matemáticas que cualquier otra Ciencia.
El ajedrez es mejor que el sexo.
Todo lo que necesito para hacer una comedia es un parque, un policía y una chica guapa.
Aquel que teme a un Peón de Dama aislado, debería de retirarse del Ajedrez.
Los aficionados al ajedrez, los aficionados y los lectores solo son felices cuando un gran maestro se arriesga, mas bien que cuando se limita a mover los trebejos.
El ajedrez es la vida en miniatura. El ajedrez es esfuerzo, el ajedrez es lucha.
Solamente un jugador fuerte sabe cuales son sus puntos flacos.
Una amenaza es mas fuerte que su ejecución.
Describir la Internet como una red de redes de trabajo, es como decir que el transbordador espacial es una cosa que vuela.
El ajedrez es el arte del análisis.
No todos pueden componer una pieza musical inspirada o construir un puente; sin embargo, en el Ajedrez todo el mundo es intelectualmente productivo.
El ajedrez es una prueba de voluntades.
La cantidad de posibles disposiciones de las piezas en el tablero es ilimitada, y no hay un cerebro, ni siquiera el del matemático mas grande o el de un calculador fenomenal, que pueda efectuar el recuento.
No todos pueden componer una pieza musical inspirada o construir un puente; sin embargo, en el Ajedrez todo el mundo es intelectualmente productivo.
El Ajedrez es un juego absolutamente lógico que tiene sus leyes generales que se pueden comprender intuitivamente o trabajando muchísimo.
Los mejores ajedrecistas del mundo juegan a no cometer errores, es decir, le apuestan a su estrategia nunca a la del contrario.
En el ajedrez, como en la vida, sin una estrategia no te puedes sostener por mas fuerte que seas.
El ajedrez era la lengua materna de Capablanca.
El método para ganar consiste en ir alternando el avance del peón pasado con amenazas contra el rey negro. Primero, las blancas deben dominar la importante diagonal a1-h8. Nota: Análisis de la partida 29 por el titulo mundial contra Capablanca.
Los aficionados al ajedrez y los lectores solo son felices cuando un gran maestro se arriesga, más bien que cuando se limita a mover los trebejos.
El hombre acepta sin problemas que una maquina corra mas que el. Pero, difícilmente aceptara, que piense mejor que el.
La jugada mas importante en ajedrez, como en la vida, es aquella que ya hemos realizado.
Las piezas blancas y negras parecían representar divisiones maniquíes entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, en el mismo espíritu del hombre.