Amar la verdad y lograr la iluminación espiritual

¿Cómo amar la verdad para lograr la iluminación espiritual? La verdad no es algo en el exterior a ser descubierto, es algo en el interior a ser conseguido.

OSHO

AMAR LA VERDAD Y LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

Amar la verdad es esencial para lograr la iluminación espiritual.

¿CÓMO AMAR LA VERDAD?

Los verdaderos sabios nunca hablan de la Verdad. Hablan del Amado, hablan del Amigo. ¡Hablan en términos del sentimiento! Decir: Dios es la Verdad a los sabios les parece algo matemático. Vinoba (el sucesor de Gandhi) dice que Dios debe de ser un matemático. No es que Dios lo sea, sino que la mente de Vinoba es matemática. Su propio amor hacia las matemáticas convierte Dios en un matemático.

Para un Pitágoras, Dios es un matemático. ¿Y para ti? Todo depende de ti. Si sientes a Dios como a un amado, como un amigo, como un amante, si no puedes imaginarte a Dios como la Verdad, entonces asciende, sube en vertical hacia el florecimiento. Así tu meditación será más creativa. Crea poesía, crea pintura, crea danza, crea cantos, y mediante todas estas creaciones alcanzarás la iluminación.

La poesía, la pintura, la danza, los cantos, son creaciones sensitivas, de la clase emocional que es capaz de amar totalmente, profundamente. La del conocimiento no es emocional, no es del tipo sensitivo. Es lógica hasta la médula. Así algunas personas son lógicas, intelectuales, orientadas hacia el conocimiento. Siente la diferencia. Si eres del tipo cognitivo, tu elección es el conocimiento. Si eres del tipo emocional, orientado al corazón, tu búsqueda no es en pos del saber, tu búsqueda es en pos del sentir, del ser. Y ambos son distintos en su comienzo. Al final son lo mismo, pero al comienzo son diferentes. Si acudes a un verdadero sabio y le dices que éste es el camino para conocer la Verdad, el sabio te dirá. ¿Y qué voy a conseguir con conocer la Verdad? ¿Qué ganaré con ello? Quiero amar la Verdad.

Pero si tu inclinación es hacia el conocimiento, el llamar a Dios el Amado es un absurdo. ¡Que quieres decir con ello? ¿Cómo va a ser la Verdad un amante? Llamar a Dios, padre, es un sinsentido. ¡Cómo va a ser Dios un padre? Debe ser la Verdad. Por eso si tu clase pertenece a la cognoscitiva, muévete en vertical: desciende. Sumérgete en las profundidades, no en las alturas. Ve hacia las raíces, hacia la fuente. Cuando alcances tu conocimiento y cuando el sabio alcance lo que siente, llegaréis al mismo centro. Pero un sabio asciende y un intelectual desciende.

LOS SENTIDOS Y LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL

De modo que dirige tu mirada hacia adentro. Cierra todos tus sentidos de modo que no exista una percepción de ninguna luz exterior. Penetra en la oscuridad, cierra tus ojos e intenta ahora entrar, ver en ella. En primer lugar puede que percibas sencillamente oscuridad; es debido a que no estás acostumbrado a ella. Sigue penetrando. Intenta mirar en la oscuridad en que estás metido. Penétrala y poco a poco irás percibiendo muchas cosas dentro. Una iluminación interior comienza a funcionar. Puede ser tenue al comienzo. Comenzarás a ver tus pensamientos porque los pensamientos son objetos interiores. ¡Son cosas! Comenzarás a tropezar con los muebles de tu mente.

Sigue penetrando con la consciencia. La consciencia es necesaria para ser el amo. Nunca intentes lo contrario: primero ser el amo y luego ser consciente. Nunca funciona, nunca puede funcionar así. Eso no es posible. Sé consciente, y el convertirte en el amo llegará. Te vuelves el amo. Entonces acude al origen, entra en el origen de dónde procede esa luz. ¡Ve! ¡Entra en la iluminación! Esa entrada en la iluminación es el baño. Te has vuelto el amo de tu mente. Ahora puedes convertirte en el amo de la vida misma; ahora puedes convertirte en el amo de la consciencia misma. Y una vez bañado en esa iluminación, en esa fuente de luz, serás capaz de contemplarte a ti mismo en tu eternidad. En este instante, todo el pasado y el futuro estarán ahí. Este instante es eterno. Eres tan puro que el tiempo en su totalidad se junta en ti. El pasado purificado crea un futuro purificado, y este momento se vuelve eterno.

La luz posee la velocidad más elevada según las mediciones de la ciencia, pero en cierto modo es la más alta debido a que no puede decirse que la Existencia posea una mayor velocidad. En realidad la Existencia se mueve sin depender del tiempo. No es cuestión de velocidad. No podemos decir cuanto se mueve en un segundo. El movimiento es absolutamente absoluto. No hay intervalo. Por eso cuando uno penetra en esta iluminación, es succionado. Incluso la palabra succionado requiere de cierto tiempo para ser pronunciada, pero el mismo fenómeno de ser succionado es intemporal.

Cuando digo succionado, conlleva un tiempo, se pierde un tiempo. Pero, en realidad, cuando alguien entra en la iluminación, no se requiere ni ese tiempo. No hay un intervalo. Eres succionado y más allá de esa luz está Dios, el templo. Esta luz únicamente te baña, te purifica, como un fuego. Te purificas. Y en el instante en que eres purificado: la entrada, la explosión.

Con la luz te vuelves inmortal, pero todavía percibes. Percibes que has penetrado en la inmortalidad. Pero al entrar en Eso, en el ser, no percibes ni tan siquiera la inmortalidad. La vida y la muerte carecen ahora de sentido, solo existe el ser. Tú eres, sin condiciones. Esa condición de ser es lo Supremo para la espiritualidad.

¡Cuán estúpida es la mente humana! Lo objetivamos todo y se pierde el significado. Solo permanecen entonces los estúpidos planteamientos mentales. Así nos bañamos antes de acudir a la luz. Y no hay ni luz, ni baño. La luz está adentro y el baño también. Y este baño, dicen los verdaderos sabios, es el baño en la iluminación interna.

La luz es en realidad el puente entre lo Divino y el mundo. Lo Divino crea al mundo al crear la luz. La luz es la primera creación, y luego la luz se condensa y sobreviene la materia; luego la luz crece; digo que la luz crece, y luego aparece la vida; entonces la vida crece y aparece el amor.

Luz, vida, amor, esas son las tres capas. No te quedes en la segunda. O retrocede a las raíces o asciende hasta la semilla otra vez, a las flores. Desciende hasta la luz o asciende hasta las flores. Hay dos caminos. Uno es el camino del conocimiento. Conocimiento significa descender hasta la luz. Con los intelectuales el verdadero secreto que se oculta es éste: descender hasta la luz. Y luego está el camino de sentir, el camino de la devoción, que significa ascender hasta el amor.

CONCLUSIONES

El conocimiento prestado y el propio que el hombre alberga en su mente suponen un obstáculo para la verdad. Hay gente intelectual que tiene todo el conocimiento pero que es absolutamente pobre, vacía. En su interior solo hay un cementerio.

La verdad no es algo en el exterior a ser descubierto, es algo en el interior a ser conseguido. Trae luz a tu interior y a tu oscuridad.

Cuando estás sin pensamiento, hay no-mente. Lo puedes llamar la iluminación, lo puedes llamar nirvana o lo que quieras.

Recuerda que cuando estás lleno de conocimientos y de ego, el amor desaparece.