El pensamiento negativo

Los hábitos mentales están asociados con el patrón de respiración. Cambia el patrón de respiración y la mente cambia inmediatamente, instantáneamente.

OSHO

CAMBIA DE PATRÓN

Cambia el patrón de respiración y la mente cambiará inmediatamente.

Siempre que quieras cambiar un patrón de la mente que se ha convertido en un hábito duradero, la respiración es lo mejor. Todos los hábitos mentales están asociados con el patrón de respiración. Cambia el patrón de respiración y la mente cambiará inmediatamente, instantáneamente. ¡Inténtalo! Siempre que observes que esté surgiendo en ti un juicio y que estés cayendo en un viejo hábito, exhala inmediatamente, como si estuvieras tirando el juicio con la exhalación. Exhala profundamente, jalando el estómago y, conforme sacas el aire, siente o visualiza cómo todo el juicio está siendo expelido.

Después inhala profundamente dos o tres veces. Simplemente ve qué pasa. Sentirás una frescura completa; el viejo hábito no habrá logrado tomar posesión. Comienza con la exhalación, no con la inhalación. Cuando quieras absorber algo, empieza con la inhalación; cuando quieras deshacerte de algo, comienza con la exhalación. Solo mira la manera inmediata en que es afectada la mente. Inmediatamente verás que ésta se ha movido a otro lugar; ha llegado una nueva brisa. No te encuentras en la vieja rutina así que no repetirás el viejo hábito. Esto sucede con todos los hábitos. Por ejemplo, si fumas y sientes la necesidad de fumar pero no quieres, inmediatamente exhala profundamente y expele la necesidad. Respira profundamente y verás que la necesidad ha desaparecido de manera inmediata. Esta puede convertirse en una herramienta sumamente importante para el cambio interno.

LA IMAGINACIÓN

Con la imaginación cambia lo negativo en positivo.

Lo primero, en la mañana, imagínate tremendamente feliz. Sal de la cama sintiéndote muy contento, radiante, burbujeante, expectante, como si algo perfecto, de un valor infinito fuera a ocurrir hoy. Sal de la cama en un estado muy positivo y esperanzador, con la sensación de que este día no va a ser ordinario, que algo excepcional, extraordinario, está esperando por ti; algo que está muy cercano. Inténtalo y recuérdalo una y otra vez a lo largo del día.

En el transcurso de siete días verás que todas tus pautas, todo tu estilo, toda tu vibración ha cambiado. Cuando te vayas a dormir por la noche, imagina simplemente que quedas en manos de lo divino como si la existencia te estuviera apoyando, como si estuvieras en su regazo mientras te quedas dormido. Lo único a tener en cuenta es que tienes que seguir imaginándolo y dejar que llegue el sueño, a fin de que la imaginación entre en el sueño; las dos cosas se superponen.

No te imagines nada negativo, porque si las personas que tienen una capacidad imaginativa imaginan cosas negativas, éstas empiezan a ocurrir. Si piensas que te vas a enfermar, te enfermarás. Si piensas que alguien va a ser brusco contigo, lo será. Tu propia imaginación creará la situación. Por tanto, si viene una idea negativa, cámbiala inmediatamente a un pensamiento positivo. Dile no. Abandónala inmediatamente; deséchala. En el término de una semana empezarás a sentir que te estás volviendo muy feliz sin motivo alguno en absoluto.