Si el «YO» siempre ha existido, ¿qué es lo que queda por soltar? Y si no lo encuentras, no hay manera de soltarlo. ¿Cómo puedes soltar algo que no existe?
Puedes hacer una imagen de Jesús, de Buda, de Krishna o de quien quiera y quedarte satisfecho con ella. Recuerda: no serán ni Jesús, ni Buda o el que sea.
El que puede entrar en su yo meditando, orando o danzando, entra en el todo. El día en que se entra en el yo desaparece el yo. Lo que queda es el todo.
Para disolver el “yo” evalúa sin prejuicios. Ve hacia tu interior. Descubre que existes como parte de la infinita Existencia, no como una isla separada.