Tener verdaderos amigos es una de esas cosas raras que pertenece a lo espiritual. Si tú no eres consciente de esa clase de amistad, tendrás que aprenderla.
El amor no conoce el rechazo, el amor no conoce quejas. El amor es una comprensión profunda. Amar a alguien no significa que el otro también debe amarnos.
El amor es un fulgor de tu subjetividad, y entre más amplio sea, más grande es tu alma y amplias son las alas de tu amor y grande es el cielo de tu ser.