Tres faros que iluminan tu sendero - Iluminación

Deseo, disciplina y dedicación. Con estas «Tres D» tu vida es más positiva como fue Nelson Mandela en su caminar en sus 27 años de injusta prisión.

GONZALO GALLO

LA LUZ DEL SENDERO

DESEO, DEDICACION Y DISCIPLINA

Hay tres faros que iluminan tu sendero y te llevan a un buen puerto: Deseo, disciplina y dedicación. Con estas "Tres D" tu vida es más radiante y positiva como lo fue para Nelson Mandela en su fatigoso caminar, en especial, en sus 27 años de injusta prisión. Veamos otros ejemplos: Colón deseaba ardientemente descubrir algo, fue ordenado en su misión y se dedicó a lograrlo. Da Vinci se apasionaba por el arte, conocía y practicaba sus reglas y se consagraba a hacer obras maestras. Todos los seres valiosos han sido ricos en deseos que han concretado con disciplina y dedicación. Tres valores que impulsan a los campeones, los inventores y los seres excelentes en cualquier campo. Gandhi, Martin Luher King y Teresa de Calcuta también aplicaron esos valores y por eso dejaron una buena huella. Puedes estar seguro de que lograrás tus metas si de verdad deseas algo con ardentía, eres ordenado y perseveras. En ti está elegir lo mejor, aplicarlo y dar lo mejor de ti por tu felicidad y la de aquellos que te aman.

Elige muy bien tus primeros pensamientos y deseos del día ya que con ellos abres la puerta a la luz o a la oscuridad. Ante todo decide amar en el ahora y no dejes que tu mente te lleve al ayer o al futuro. Mira todo con los lentes del amor y saluda un nuevo día con la magia de la gratitud y de la alabanza. Borra cualquier vestigio de tristeza, aleja el pesimismo y siente la alegría de estar vivo. Haz un rápido inventario de bendiciones, valora hasta lo más pequeño y respira amor. Habla con Dios, invoca a tus ángeles, respira profundo varias veces y espanta los fantasmas del miedo y el desaliento. Afirma convencido lo que eres: Soy amor, soy paz, soy luz, soy parte de Dios, soy uno con todos. Imita a aquellos que, incluso sin poder levantarse, sonríen desde su cama y aman la vida. En lo que más necesitas las 3 D es en el control de tus emociones.

Las personas felices y ubicadas son dueñas de sí mismas y han aprendido a manejar su estado anímico, lejos de odios culpas y rabias estériles. Son personas que se han dedicado a lograr el autodominio y no se dejan llevar por impulsos primarios. Hazlo tú ya que tu mejor inversión es ser ecuánime y equilibrado, controlar tu mente y con ella tu vida. Ahora que la humanidad despide a Mandela, todos debemos aprender de él a perdonar de corazón.

Una herramienta poderosa es sacar tiempo para examinarte e ir a las raíces de lo que te altera. Lo que sigue es ganar paz interior y buscar que nada te afecte porque lo aceptas y lo transmutas. Las emociones en sí mismas no son ni buenas ni malas mientras las manejes con amor. Clasificamos como malos el odio y la envidia pero de algún modo te enseñan algo si te lo preguntas.

Eres sabio cuando controlas tus impulsos y así tienes poder sobre ti mismo y la realidad. Con firmes deseos, disciplina y dedicación le das un nuevo cauce a tu potencial y resuelves los acertijos de la vida. Tu vida es el fruto de lo que decides y siempre recoges lo que siembras con base en tus decisiones.