Savater habla de ética en la vida y en el amor

El genial Savater habla de ética en la vida y en el amor, habla de ética para la libertad, la religión y la educación como todo buen librepensador.

FERNANDO SAVATER

SAVATER Y LA ÉTICA PARA VIVIR

A ese saber vivir, es a lo que llaman ética.

Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes.

Después de tantos años estudiando la ética, he llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir.

En resumidas cuentas la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos, ni con los premios repartidos por la autoridad, sea ésta humana o divina, que para el caso es lo mismo. La ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos a hacer y los motivos por los que vamos a hacerlo. A ese saber vivir, o arte de vivir, si prefieres, es a lo que llaman ética. La ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor.

Cuando hablo de ética, no trato de establecer es un manual para alumnos de bachillerato. Lo que digo no contiene información sobre los más destacados autores y más importantes movimientos de la teoría moral a lo largo de la historia. Nunca he intentado poner el imperativo categórico al alcance de todos los públicos...

Cuando hablo de ética, no expongo un recetario de respuestas moralizantes a los problemas cotidianos que puede uno encontrarse en el periódico y en la calle, del aborto a la objeción de conciencia, pasando por el preservativo. No creo que la ética sirva para zanjar ningún debate, aunque su oficio sea colaborar a iniciarlos todos...

¿Tiene que hablarse de ética en la enseñanza media?

Desde luego, me parece nefasto que haya una asignatura así denominada que se presente como alternativa a la hora de adoctrinamiento religioso. La pobre ética no ha venido al mundo para dedicarse a apuntalar ni a sustituir catecismos... por lo menos, no debiera hacerlo a estas alturas de la vida. Pero no estoy nada seguro de que deban evitarse unas primeras consideraciones generales sobre el sentido de la libertad ni que basten a este respecto unas cuantas consideraciones deontológicas incrustadas en cada una de las restantes disciplinas. La reflexión moral no es solamente un asunto especializado más para quienes deseen cursar estudios superiores de filosofía sino parte esencial de cualquier educación digna de ese nombre.

La ética no es más que eso, solo ética. Personal y subjetiva, como la relación que une a un padre con su hijo; pero por eso mismo universal como la relación entre padre e hijo, la más común de todas. La ética es para que cada quien la viva. Su objetivo no es fabricar ciudadanos bien pensantes, ni mucho menos malpensados, sino estimular el desarrollo de librepensadores.

Si un hombre pudiese escribir un libro sobre ética que fuese verdaderamente un libro sobre ética, ese libro, como una explosión, aniquilaría todos los demás libros del mundo.

LA ÉTICA DEL AMOR

No hacer nada por la persona que ama, solo seguir amándola.

El amor sin ternura es puro afán de dominio y de auto afirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada. El amor con ternura es algo que va por dentro y no se puede describir. Intento decir que el amor es todo interior y no hay manera de describirlo desde fuera. Si hay que buscar una definición, le diría que el amor es lo que te da un objetivo a la vida.

Pero el amor material, el del deseo, por algo o por alguien puede tener una contrapartida siempre alejada de la indiferencia: desamor u odio hacia quien no piensa igual o no corresponde a esos sentimientos. Personalmente entiendo el amor como el deseo casi desesperado de que alguien perdure, a pesar de sus deficiencias y de su vulnerabilidad, que se evidencian cuando el placer del amor mundano nos abandona definitivamente, anunciando que nuestro pobre cuerpo se ha hecho del todo candidato a la muerte.

Yo creo que es mejor conocer el amor, pero hay quienes deciden la trivialidad permanente. Solo el amor y la muerte modifican nuestra existencia, aclarando que el amor romántico es redundante, porque el amor trivial es romántico. Sin embargo, desligo el amor de la fidelidad y desligo el amor del sexo.

El sexo no tiene nada que ver con el amor. Fernando Savater

Un hombre, por poder, se puede enamorar de una cocinera porque hace unos espaguetis estupendos, pero el amor es otra cosa. El sexo es muy gratificante, es imprescindible para la especie y un buen complemento del amor, pero el amor no es sinónimo de la cama.

Con el amor pasa como cuando se pregunta sobre el tiempo. Cuando no me lo preguntan lo sé, pero cuando me lo preguntan, ya no sé explicarlo. El amor es, primero, lo único que te puede regenerar la vida y, luego, lo que para bien o para mal te la marca.

LA ÉTICA DE LA LIBERTAD

Solo los que saben son libres.

Ante todo, nada de contentarse con ser tenido por bueno, con quedar bien ante los demás, con que nos den aprobado… Desde luego, para ello será preciso no solo fijarse en plan búho o con timorata obediencia de robot, sino también hablar con los demás, dar razones y escucharlas. Pero el esfuerzo de tomar la decisión tiene que hacerlo cada cual en solitario: nadie puede ser libre por ti.

Por eso y por lo mismo, no le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad… a la libertad misma.

La libertad, será progreso cuanto favorezca un modelo de organización social en el que mayor número de personas alcancen más efectivas cuotas de esta. Es decir, son progresistas quienes combaten los mecanismos esclavizadores de la miseria, la ignorancia y la supresión autoritaria de procedimientos democráticos.

Sin duda el hombre es un ideal de conducta libre, por eso y por lo mismo, la libertad es poder decir sí o no; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás comprender.

Las leyes no están para esclavizar sino para encauzar la libertad. Fernando Savater

LA ÉTICA DE LA RELIGIÓN

Decir que alguien es ateo es de por sí religioso.

No creo que exista noción de Dios, no creo que exista nada sobrenatural. Decir que alguien es ateo es de por sí religioso, y yo no creo que nadie sepa a qué se lo está contraponiendo. No es que yo no crea en Dios, es que no sé qué es Dios, y el que cree tampoco lo sabe.

Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal y gente a la que le sienta bien. Hay personas que con dos copas se vuelven locuaces, abiertas y desinhibidas; otros se vuelven brutos y groseros con la misma cantidad. Con la religión, hay gente que mejora y se purifica y para otros es una fuente de resentimiento, mojigatería y condena a los demás.

El mismo Dios que prohíbe que los hombres se asesinen unos a otros es el que ha establecido que la muerte es el precepto universal que prolonga la vida: morimos para que los demás puedan vivir.

LA ÉTICA DE LA EDUCACIÓN

No hay educación si no hay verdad que transmitir.

La verdadera educación no solo consiste en enseñar a pensar sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo -el que con mayor nitidez marca nuestro salto evolutivo respecto a otras especies- exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes.

Como educadores solo podemos ser optimistas. Con pesimismo se puede escribir contra la educación, pero el optimismo es necesario para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros… La educación es un acto de coraje; no apta para cobardes y recelosos, que solo se abstienen de dar lo mejor.

No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad.

La educación es el único mecanismo de revolución pacífica que hay. La educación es el antídoto contra la fatalidad. La fatalidad provoca que el hijo del pobre siempre sea pobre, que el hijo del ignorante siempre sea ignorante, una buena educación hace saltar estas barreras por los aires. La educación es lo más subversivo que hay.

Lo que poseemos nos posee. Fernando Savater