Siempre adelante - Vida

Vivir realmente es morir. El pasaporte a la vida es imaginarse a uno mismo en la tumba. Imagine que está en su ataúd. En la posición que quiera.

ANTHONY DE MELLO

VIVIR ES MORIR

He dicho con frecuencia que la manera de vivir realmente es morir. El pasaporte a la vida es imaginarse a uno mismo en la tumba. Imagine que está en su ataúd. En la posición que quiera. En la India los ponemos con las piernas cruzadas. A veces los llevan así al lugar de la cremación. Sin embargo, a veces están acostados, y que está muerto. Ahora mire sus problemas desde ese punto de vista. Todo cambia, ¿verdad?

Qué hermosa, hermosa meditación. Hágala todos los días si tiene tiempo. Es increíble, pero eso le dará vida. Tengo una meditación sobre eso en un libro llamado La fuente. Se ve el cuerpo en descomposición, después los huesos, después polvo. Siempre que hablo de eso la gente dice: ¡Qué asco! Sin embargo, ¿qué tiene de asqueroso? Por Dios, es la verdad. Pero muchos de ustedes no quieren ver la realidad. No quieren pensar en la muerte. La mayoría de la gente no vive, simplemente mantiene vivo el cuerpo. eso no es vida. Uno no vive hasta que no le importe en absoluto si está vivo o muerto. En ese momento, uno está vivo. Cuando usted esté dispuesto a perder su vida, vivirá. Pero si está protegiendo su vida, estará muerto.

Si usted está sentado en el desván y yo le digo: ¡Baje! y usted responde: Ah no. Yo he leído qué pasa cuando la gente baja las escaleras. Se resbala y se desnuca; es demasiado peligroso!. O si no puedo lograr que cruce la calle porque me dice: ¿Sabe a cuántas personas atropellan cuando cruzan la calle? Si no puedo lograr que cruce la calle, ¿cómo puedo lograr que cruce un continente? Y si no puedo lograr que usted mire por fuera de sus estrechas y pequeñas creencias y convicciones y vea otro mundo, usted está muerto, está completamente muerto; la vida lo dejó atrás.

Usted está sentado en su pequeña prisión, asustado; no va a perder a su Dios, su religión, sus amigos, toda suerte de cosas. La vida es para los que se arriesgan, realmente es así. Eso fue lo que dijo Jesús. ¿Están ustedes listos para arriesgarse? ¿Saben cuándo están preparados para arriesgarse? Cuando hayan descubierto eso, cuando sepan que esto que la gente llama vida no es realmente vida. La gente se equivoca al pensar que vivir es mantener vivo el cuerpo. De manera que amen el pensamiento de la muerte, ámenlo. Regresen a él una y otra vez. Piensen en la belleza de ese cadáver, ese esqueleto, de esos huesos desmoronándose hasta que solo quede un puñado de polvo. De ahí en adelante, qué alivio, qué alivio. Probablemente, alguno de ustedes no saben de qué estoy hablando en este momento; están demasiado asustados para pensarlo, Sin embargo, mirar la vida desde esa perspectiva es un gran alivio.

O visiten un cementerio. Es una experiencia enormemente purificadora y hermosa. Usted mira este nombre y dice: Vaya, el vivió hace tantos años, hace dos siglos; tiene que haber tenido los mismos problemas que tengo yo, debe haber pasado muchas noches de insomnio. Qué locura, vivimos tan corto tiempo. Un poeta italiano dijo: Vivimos en un destello de luz; anochece, y es una noche eterna. Es solamente un destello y lo desperdiciamos. Lo desperdiciamos con nuestra ansiedad, nuestras preocupaciones, nuestros asuntos, nuestras cargas. Bien, mientras hacen esa meditación pueden obtener solamente información; pero pueden lograr la consciencia. Y en ese momento de consciencia, ustedes estarán nuevos. Por lo menos mientras dura. Entonces sabrán la diferencia entre la información y la consciencia.

Recientemente, un amigo astrónomo me estaba contando algunas de las cosas fundamentales sobre la astronomía. No sabía, hasta que me lo dijo, que cuando vemos el sol, lo vemos en el lugar que estaba hace ocho minutos y medio, no donde está ahora. Porque un rayo de luz del sol se demora ocho minutos y medio en llegar hasta nosotros. De manera que no lo vemos en el lugar en el que está; ahora está en otra parte.

También las estrellas nos han estado enviando luz durante cientos de miles de años. De manera que cuando las miramos, pueden no estar donde las vemos; pueden estar en otra parte. Me dijo que, si imaginamos una galaxia, todo un universo, esta tierra nuestra estaría perdida cerca de la cola de la vía láctea; ni siquiera en el centro. Y todas las estrellas son soles y algunos soles son tan grandes que podrían contener al sol y a la tierra y a la distancia que hay entre ellos. Según una estimación conservadora, ¡Hay cien millones de galaxias!

El universo como lo conocemos, se está expandiendo a la velocidad de tres millones setecientos mil kilómetros por segundo. Yo estaba fascinado oyendo todo esto, y cuando salí del restaurante en donde estábamos comiendo, miré hacia arriba y tuve un pensamiento diferente, una perspectiva diferente hacia la vida. Eso es consciencia. De manera que ustedes pueden oír todo esto como un hecho (y eso es información), o de repente tener otra perspectiva de la vida: ¿Qué somos en el universo, qué es la vida humana? Cuando ustedes sientan eso, eso es lo que yo quiero decir cuando hablo de la consciencia.