La iluminación espiritual

Practicas espirituales y vivir amando

POR: MATA AMRITANANDAMAYI

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UN DÍA DE AMOR

Prácticas espirituales en un día de Amor.

Hijas míos, deberíamos intentar levantamos de la cama antes de las cinco de la mañana. El momento ideal para realizar las prácticas espirituales, como la meditación y la oración, es entre las tres y las seis de la mañana. A lo largo de este período en la naturaleza dominan las cualidades de las energías equilibradas. La mente, además, se encuentra en estado de claridad y el cuerpo está lleno de energía. Nunca es bueno seguir durmiendo tras la salida del sol. Tampoco deberíamos quedamos en cama después de haber despertado. Si lo hacemos se incrementan nuestra pereza y nuestra indolencia. Los que no consiguen reducir rápidamente la cantidad de sueño pueden hacerla en etapas graduales. Quienes practican regularmente meditaciones y prácticas espirituales necesitan dormir poco.

Al despertar, por la mañana, deberíamos levantamos por el lado derecho. Imaginemos que la luz del amor esta ante nosotros, y postrémonos a sus pies. Luego, podemos meditar al menos durante cinco minutos, sentados en la cama. Haz tu oración preferida y vincúlate con entrega al nuevo día.

Hijos míos, reservad al menos media hora por la mañana y otro tanto por la tarde a la práctica espiritual. Después del baño matinal, toda la familia tendría que reunirse para ponerse en armonía. Durante ese rato, podéis también meditar.

Sea cual sea la acción realizada, esforcémonos por conservar vivo en nosotros el pensamiento del Amor. Deberíamos postramos en el mismo sitio donde hayamos estado sentados o donde nos hayamos puesto en pie. Una buena costumbre, que hay que cultivar, consiste en considerar nuestras estilográficas, nuestros libros, nuestros vestidos, nuestros utensilios y los instrumentos que necesitamos para el trabajo como impregnados de la presencia del Amor y utilizados con cuidado y respeto. Si lo hacemos así, conservaremos pensamientos de Amor en nuestro cuerpo, en nuestro espíritu y en la atmósfera. Los demás, al observar estas acciones, recibirán la inspiración de seguir esas mismas prácticas espirituales.

Hijos míos, cuando nos encontramos, tendríamos que saludamos unos a otros utilizando palabras que despierten sentimientos de Amor. Cuando levantamos la mano para decir Hasta la vista, nuestro gesto indica que nos separamos, mientras que cuando unimos las manos e inclinamos la cabeza, nuestros corazones se aproximan.

Emplead vuestro tiempo libre en la oficina y en otros lugares esparciendo felicidad y amor. No os dejéis arrastrar a charlas inútiles y mirad de abordar temas espirituales con los demás. Evitad al precio que sea las malas compañías.

Desarrollad el hábito de escribir vuestro diario cada noche antes de acostaros. Podemos anotar en el diario cuánto tiempo hemos dedicado a prácticar el Amor. Deberíamos llevar el diario de tal forma que nos permitiera ver nuestros errores y corregidos. No lo convirtamos en un simple registro de las faltas de los demás y de nuestros compromisos diarios.

Justo antes de irnos a la cama, deberíamos meditar por lo menos cinco minutos sentados en la cama y luego, imaginemos que vamos a nuestro interior: Reflexiona y pide perdón por las faltas que has cometido consciente o inconscientemente. Pide la fuerza de resistir para no volver a cometerlas. Entremos en el sueño con meditación consciente. De esta forma, los recuerdos no se interrumpirá al dormir. Los niños deberían adquirir también esta costumbre. Deberían seguir un horario regular, tanto al acostarse como al levantarse.

PRÁCTICAS ESPIRITUALES

PRÁCTICA EL SILENCIO

Practicar dos horas de silencio cada día es beneficioso.

Nuestro progreso espiritual se verá enormemente favorecido si igualmente somos capaces de guardar silencio un día a la semana. Uno podrá preguntarse: ¿No hay pensamiento en la mente incluso cuando exteriormente permanecemos en silencio?

Observad el agua de un depósito. Hay ondas en la superficie, pero el agua no se pierde. Sucede lo mismo cuando observamos el silencio: perdemos tan solo un poco de energía, aunque nuestros pensamientos prosigan su desarrollo en la mente. Es a través de las palabras que perdemos nuestra fuerza vital. La duración de la vida de una paloma que arrulla sin cesar es corta, mientras que la silenciosa tortuga vive largo tiempo. Cantarle al Amor no es un obstáculo al voto de silencio. El silencio consiste en evitar los pensamientos y las conversaciones frívolas.

Quien se entrega a las prácticas espirituales no tendrá tiempo para perderlo en conversaciones vacías. No le entrarán ganas de hablar prolongadamente de cualquier cosa. Los que sin parar indagan las faltas de los demás nunca progresan espiritualmente. No hiráis a nadie en pensamiento, palabra o acción. Llenaos de compasión por todos los seres. La no violencia es el deber más elevado.

PRÁCTICA LA HERMANDAD

Hijos míos, tenemos que venerar a todos nuestros hermanos.

Si alguno de ellos entra en nuestra casa, recibámoslo con el respeto y la obediencia que se le debe. Nuestra humildad, nuestra devoción y nuestra fe nos harán dignos de su presencia, y no la pompa ni las demostraciones, ni tampoco los ritos tradicionales.

Hijos míos, no prestéis atención a los que maldicen. No os complazcáis con palabras descorteses hacia nadie ni les prestéis atención. Cuando abrigamos pensamientos negativos hacia alguien, nuestra mente se contamina.

PRÁCTICA LA ESPIRITUALIDAD

Reservad algún tiempo cada día a la lectura de libros espirituales.

Es también una forma de compañía con los sabios. Tened al alcance de la mano un libro de enseñanzas de tu preferencia. Practicad al menos algo de lo que aprendéis. Leed otros libros espirituales cuando dispongáis de tiempo. La lectura de las biografías y las enseñanzas de los grandes maestros nos ayudará a fortalecer nuestro espíritu de renuncia y a comprender fácilmente los principios espirituales. Es una buena costumbre tomar notas al leer o al escuchar conferencias espirituales. Con toda seguridad, esas notas os serán útiles en el futuro.

PRÁCTICA LA ORACIÓN

Hijos míos, orad por el bien de todos.

Deberíamos orar y aferrarnos al Amor para que conceda una mente buena a todo el mundo, incluso a los que nos hieren. No podríamos dormir apaciblemente si un ladrón rondara por la vecindad. Igualmente, cuando oremos por el bien de otro, de esa plegaria extraemos paz y tranquilidad.

Hijos míos, orad al menos una vez cada día: ¡Que el mundo entero sea feliz!

PRÁCTICA LA VERDAD

Enraicemos firmemente nuestras vidas en la Verdad.

Abstengámonos de mentir. En esta época sombría de materialismo, la adhesión a la verdad es la más noble de las ascesis. Puede suceder que alguna vez nos veamos forzados a mentir a fin de proteger a alguien o sostener el dharma, pero tenemos que estar atentos a no mentir para nuestra propia satisfacción egoísta.

PRÁCTICA EL AMOR

Nuestro corazón es el santuario, y en él tenemos que instalar el Amor. Nuestros pensamientos positivos son flores destinadas a nuestro interior. Las buenas acciones constituyen la adoración, las buenas palabras son los himnos y el amor es la ofrenda.

En la visión divina del amor no hay exterior ni interior. No obstante, al principio, pido a cada uno que medite en Él en su corazón a fin de llegar a concentrarse.

Hijos míos, la meditación no consiste simplemente en quedarse sentado y cerrar los ojos. Deberíamos considerar cada acción nuestra como un acto de Amor. Intentemos ser conscientes de Su presencia en todo lugar.

PRÁCTICA EL DISCERNIMIENTO

Usad la radio, la televisión y las películas con discernimiento.

Seguid tan solo los programas que mejores vuestros conocimientos y vuestra cultura. La televisión es un veneno. Si no tomamos precauciones, puede corromper nuestra cultura, estropeamos la vida y hacemos perder el tiempo.

Lo que realmente necesitamos es la paz de la mente. Y la paz de la mente solo puede obtenerse mediante el control mental.

PRÁCTICA EL PERDÓN

Deberíamos perdonar y olvidar las faltas de los demás.

La cólera es el adversario de todo el que aspira a ser espiritual. La cólera genera una pérdida de energía por cada uno de los poros de nuestra piel. Cuando nos veamos en circunstancias en las que nuestra mente se vea tentada por la cólera, deberíamos ejercitar el control y decidir con firmeza: No. Retirémonos a un lugar solitario y entremos en meditación perdonando nuestra acción. La mente se calmará por sí sola.

PRÁCTICA LA AUTODISCIPLINA

Hijos míos, quienes no están casados deberían preservar su energía vital guardando la castidad. Al transformar la energía obtenida de esta forma en vitalidad, practicamos también la autodisciplina. Gracias al incremento de la vitalidad, nuestra inteligencia, nuestra memoria, nuestra salud y nuestra belleza también se acrecentarán. Con ello ganaremos una paz mental duradera.

No hay progreso posible sin disciplina. Una nación, una institución, una familia o un individuo solo pueden avanzar si se conforman a las palabras de los que merecen el respeto y obedecen leyes y reglas adecuadas. Hijos míos, la obediencia no es debilidad. La obediencia, aliada a la humildad, conduce a la disciplina.

Hay que enterrar la semilla para que se manifieste su naturaleza real en forma de planta. Solo podemos crecer mediante la modestia y la humildad. La altanería y el orgullo nos destruirían. Vivamos con esta firme convicción: Soy el servidor de todos. Entonces, todo el universo se postrará delante de nosotros.

¿Para qué sirve nuestra vida si no somos capaces de reservar una hora, de las veinticuatro que tiene el día, para pensar en el mas puro Amor? Reflexionad en el número de horas invertidas en la lectura de periódicos, en charlar vanamente y en actuar de forma inútil.

Hijos míos, podemos ciertamente reservar una hora al la autodisciplina, si queremos. La autodisciplina es nuestra verdadera riqueza. Si no podemos liberamos una hora, consagrémosle, por lo menos, media hora por la mañana y otra media hora al anochecer.

PRÁCTICA LA MEDITACIÓN

La meditación incrementa la vitalidad y la inteligencia.

Nuestra belleza aumenta, la mente se afina y la salud mejora. Con ella ganamos en fuerza mental y en paciencia, necesarias para afrontar los problemas de la vida. ¡Meditad! Sólo por la meditación podemos hallar el tesoro que buscamos.

Hijos míos, la práctica cotidiana de las posturas del yoga o el ejercicio de saludo al sol es excelente para la salud y para ejercitar la meditación.

Intentad la meditación en grupo.

Respirar el aire sano que allí reina purificará y fortalecerá nuestro cuerpo y nuestra mente. De esta forma, recargando nuestras baterías, podremos proseguir nuestra meditación incluso después de haber regresado a nuestro domicilio habitual.

PRÁCTICA EL EJERCICIO

La falta de ejercicio es el origen de muchas enfermedades.

Si disponemos de tiempo suficiente para ir a alguna parte a pie, vayamos andando en vez de tomar un vehículo. Es un buen ejercicio. No deberíamos depender de los vehículos sino en caso de hacer un largo viaje. Utilizad una bicicleta siempre que podáis. De esta forma, ahorraréis también vuestro dinero.

PRÁCTICA LA CARIDAD

Hijos míos, de vez en cuando tendríamos que visitar un hospicio destinado a los pobres, un orfelinato o un hospital. Podemos hacemos acompañar por nuestra familia a fin de brindar nuestra ayuda y consagramos al bienestar de sus ocupantes. Una palabra pronunciada con amor e interés renovará sus fuerzas más que cualquier suma de dinero. Al mismo tiempo, esta acción contribuirá a ensanchar nuestro corazón.


El Amor supremo solo escucha el lenguaje del corazón.

Mata Amritanandamayi


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