El perdón y el libre albedrío
Siempre tenemos la libertad de poder elegir en el presente, que es el único momento que existe, lo llamamos libre albedrío es más que una oportunidad.
PATROCINIO NAVARRO
EL PERDÓN DESARMA
Siempre tenemos la libertad de poder elegir en el presente, que es el único momento que existe, lo llamamos "libre albedrío" no es más que la oportunidad que se nos da de elegir nuestros pensamientos. En esto radica nuestro verdadero poder y es así como tomamos las riendas de nuestra vida. En este proceso de selección de pensamientos debemos ser responsables y evitar en todo momento caer en el papel de víctima. Para la mayoría, es más fácil culpar a alguien o a algo por la infelicidad y, por lo tanto, se deja de lado la posibilidad de "cambiar y crecer, debemos recordar que "todo lo que ocurre por fuera está reflejando nuestro estado interno". Cuando algo externo nos produce insatisfacción o dolor, eso solo nos está recordando que tenemos una herida que sanar.
La cadena del karma puede llegar a ser eterna: una persona quizá sea víctima de alguien en una vida y luego se vuelva vengadora en la siguiente, para luego volver a ser la víctima y así sucesivamente... La cadena se corta cuando una de las partes involucradas decide perdonar. El karma se disuelve por completo gracias a la práctica del perdón.
Perdonar no es tan fácil como uno cree. Muchas personas que dicen haber perdonado solo hacen un juego intelectual; cuando vuelven a tener otro problema con la persona "perdonada", el resentimiento y los reproches aparecen instantáneamente. Esto es lo que conocemos como "perdono pero no olvido", lo que solo nos indica que el perdón no ha tenido lugar aún. El verdadero perdón otorga paz.
En pocas palabras, solo hace falta que una de las partes involucradas tenga la buena voluntad de elegir el perdón como solución al conflicto.
LA ERA DEL AMOR
El proceso de "pagar" nuestras deudas está acelerado en esta Nueva Era. Lo que antes nos llevaba varias vidas entender y saldar, ahora se realiza en esta misma encarnación. Si hoy perjudico a alguien, es muy probable que me toque pagarlo mañana mismo, no en la próxima vida ni diez vidas adelante.
Existe un avance muy grande en la conciencia humana y esto elevará el nivel de comprensión en toda la humanidad, por eso, es importante ayudarnos mutuamente y perdonarnos. Debemos ajustarnos a estos cambios cósmicos para ayudar a la evolución planetaria a despertar amor, tenemos que aplicar todo el conocimiento para mejorarnos a nosotros mismos y para servir a los demás.
La culpa no termina en nosotros. La mayoría de las veces, el ego busca proyectar esta culpa hacia afuera y es así como encontramos a los "culpables" de nuestra infelicidad. Cuando proyectamos hacia afuera estamos más lejos de resolver el problema y, de esta manera, perpetuamos la supremacía de nuestro ego. Las personas que más culpan a los demás son las que menos crecen. El perdón no debe practicarse solamente con los demás, sino primero con nosotros mismos porque yo no puedo dar a otros lo que no tengo o me resisto a darme, es siempre nuestra elección.
El proceso del "Perdón" consiste en "desarmar" lo que hemos construido, eliminando las culpas que ponemos en otros y en nosotros mismos. De esta manera, comenzamos a sentir la sensación de Unidad. Pero mientras exista una sola persona a la que consideremos culpable, nunca encontraremos paz en nuestra vida.
El Perdón a uno mismo, es tal vez, uno de los más difíciles de lograr
La autocondenación se da la mayoría de las veces de una manera muy sutil, y a la vez, muy intensa. A veces, sentimos la voz de un juez interno que nos recuerda cuán tontos hemos sido al haber actuado de cierta forma; ese juez no es más que la voz de nuestro propio ego que debemos aprender a callar.
Perdonar no es sinónimo de debilidad. Muchas personas confunden el perdón con la permisividad. Perdonar no significa permitirles a los demás que vuelvan a hacer lo mismo con uno. Perdonar significa "entregar el problema a una Autoridad Superior" a la nuestra que impondrá Su justicia y no la que nuestro ego quiere. Perdonar también significa aprender a ponerles límites a los demás y a defender nuestros derechos.
EL PROCESO DE PERDÓN
El perdón no es un acto sino un proceso. Cada día perdonamos un poco más y así nos vamos liberando del pasado. En algunos casos, este proceso puede hacerse de una sola vez, pero en la mayoría, el perdón requiere tiempo. Para entender los pasos que hay que dar en el proceso del perdón, debemos entender primero cómo funciona la proyección que hace nuestro ego, las heridas emocionales que arrastramos las vemos con más claridad en los demás y no en nosotros mismos. El ego se niega a aceptar que es uno el que tiene el problema y lo proyecta hacia afuera encontrando el perfecto "culpable.
Entonces, el 1er. paso para "perdonar", es reconocer que la culpa no está afuera. Debemos reconocer que lo de afuera activó una herida emocional que está en mí y por eso me molesto o me enojo.
El 2do. paso es aceptar que la herida está dentro de uno mismo. Si en este proceso nos detenemos en este paso, el ego nos hará sentir culpables a nosotros mismos.
El 3er paso consiste en entregar esa culpa a Yo Superior para que perdone por nosotros. necesitamos un elemento externo que nos recuerde permanentemente nuestra naturaleza espiritual y sane aquello que necesita ser sanado.
Cuando se da el verdadero perdón, se siente una gran paz interior, pones en manos del Universo el proceso del perdón y así se curan tus propias heridas y las de los demás.
Y entonces, ocurre algo mágico, lo que llamamos "Milagro".