La iluminación espiritual

La evolución de uno mismo

DIOS EN MI

Ideas capitales que son parte de la Filosofía Teosófica.

Hoy quiero compartir unos escritos que están entusiasmando a los buscadores de la verdad. Ya sabemos que entu-siasmo (en-theos) significa Dios en mí. Y es porque considero fundamental el auto-conocimiento, el Conocimiento de Sí Mismo como se llama el libro donde se a tomado el escrito, para Vivir una Vida más plena y coherente, sabiendo quienes somos realmente y actuando en consonancia con ese conocimiento.

El libro está escrito por el Dr. I. K. Taimni, (Iqbal Kishen), profesor de Química en la Universidad de Allahabad , en India. El Dr Taimni vivió o encarnó entre 1898–1978. A pesar de ser Químico, el Dr. Taimni tiene una forma muy llana de explicar aparentes misterios que se nos hacen bastante intrincados a la mayoría de los humanos. A tener en cuenta que la palabra humano parece ser que viene de Manas palabra sánscrita que significa Mente. El ser se hizo humano cuando empezó a ejercitar la mente, 3er Principio de la constitución septenaria del ser humano.

CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO

Se han escrito muchos libros sobre el importante tema de la renovación de sí mismo. Algunos de ellos por personas cuyo concepto de la vida está notoriamente teñido por el materialismo o por la ortodoxia religiosa, pero prácticamente todos basados en la suposición tácita de que solo vivimos una vida en esta tierra y que por tanto nos conviene tomar medidas de mejoramiento propio que nos permitan alcanzar el éxito o la dicha que sean posibles bajo las limitaciones naturales de la vida humana. Incluso escritores que tratan el tema con un fondo moral o espiritual, pasan por alto puntos vitales de la vida y se limitan generalmente a los intereses pequeños y restringidos de una sola vida. No procurar correlacionar al hombre con el universo en que vive, ni indicar la naturaleza de su destino final.

Semejante concepto estrecho de la vida humana, difícilmente puede servir de base satisfactoria para una ciencia real de la renovación de sí mismo. Si no hemos de vivir en esta tierra sino una sola vida de pocos años; si nuestro futuro después de la muerte es oscuro o por lo menos nebuloso; si no hay leyes definidas que operen en los campos de la mente y de las emociones; si no hay una meta clara que todo ser humano pueda y debe alcanzar, entonces la educación de sí mismo, en el sentido más amplio de este término, se convierte en un esfuerzo insensato y vano para lograr un ideal difuso e inalcanzable.

Siempre me he reflexionado para mis adentros: Si solo viviéramos una vida ¡qué desperdicio tan grande! ¿no? Y ya sabemos que en el Uni-verso NADA, nada, nada, se desperdicia.

¿Qué oportunidad tiene el hombre medio de hoy, cargado de debilidades y responsabilidades, de alcanzar la elevada estatura de la virilidad perfecta que han manifestado en sus vidas los hombres verdaderamente grandes del mundo? Y aún los que están colocados en las circunstancias más favorables para alcanzar este alto ideal, ¿qué certeza hay de que podrán alcanzarlo, en medio de las incertidumbres de esta vida? Y si no hay seguridad alguna de lograrlo, si para la gran mayoría de aspirantes su vida está condenada a interrumpirse tempranamente en medio de la lucha por alcanzar la meta, ¿de qué sirve luchar por el ideal? La vaga promesa de recompensas que las religiones ortodoxas ofrecen en alguna especie de vida post-mortem, puede ser suficiente para inducir a personas corrientes a vivir una vida virtuosa; pero no alcanza a darles el tremendo impulso y determinación que se necesitan para hollar el largo y arduo sendero hacia la perfección. (Aquí quiero hacer otra reflexión personal: no se trata de que ahora desdeñemos nuestras experiencias terrícolas, y queramos estar todo el día en meditación y elevados espiritualmente. Re-cordar (volver al corazón): Si estoy aquí es porque así lo he elegido. Amén de que la meditación es estar en el Aquí y Ahora constante, no solamente sentarme en una postura determinada. Se trata de Unir el Cielo y la Tierra, una vez más. Es bueno que reflexionemos acerca de este asunto).

Las ideas capitales que son parte de la Filosofía Teosófica son las siguientes:

  1. El universo manifestado tiene sus raíces en un principio Eterno, Ilimitado, Inmutable, siempre Inmanifestado, al cual se le designa como el Absoluto, o la Realidad Suprema. Este Principio trasciende al poder de la comprensión humana.
  2. Conciencia y Poder, o Espíritu y Materia, no son dos realidades independientes, sino dos aspectos polares del Absoluto. Son los productos primarios de la diferenciación, y constituyen la base de la Manifestación.
  3. De esta Triada proceden todos los innumerables universos que aparecen y desaparecen en un ciclo interminable de Manifestación y Disolución.
  4. Los innumerables Sistemas Solares que forman el universo manifestado, son expresiones de esa Realidad Suprema. Cada Sistema Solar es una unidad independiente, y sin embargo mantiene sus raíces en la Realidad siempre Inmanifestada.
  5. Cada Sistema Solar es un mecanismo perfectamente ordenado, que no solo está gobernado por leyes naturales inmutables sino que es la manifestación de una Inteligencia trascendente, a la cual se le da el nombre de Logos o Dios.
  6. El Sol físico y los planetas conectados con él son la parte más externa o más densa de nuestro Sistema Solar, en el cual existen varios mundos invisibles compuestos de materia cada vez más fina, que interpenetran el mundo físico.
  7. Todo este Sistema Solar con sus planetas visibles e invisibles, es el vasto escenario sobre el cual la vida en sus varios estados e innumerables formas evoluciona hacia una perfección cada vez mayor.
  8. Todo este asombroso proceso tiene lugar de acuerdo con un Plan definido que está presente en la Conciencia Divina y que es controlado y guiado por varias jerarquías de Seres en diferentes grados de evolución.
  9. La evolución de nuestra humanidad terrestre es guiada por una Jerarquía Oculta integrada por Seres humanos perfectos que han desarrollado poderes y facultades trascendentales que nosotros no podemos concebir en nuestro actual estado. Esos Seres están en contacto íntimo y constante entre sí y con los asuntos del mundo, y los dirigen conforme al Plan Divino, con destreza y sabiduría consumadas.
  10. La vida evoluciona gradualmente, estado por estado, a través de los reinos mineral, vegetal, animal y humano, y continúa evolucionando después de alcanzar la perfección de la etapa humana.
  11. Todo ser humano es Divino en esencia y contiene dentro de sí todas las cualidades y poderes que asociamos con la Divinidad, en estado germinal y en desarrollo gradual hacia una perfección siempre mayor y una expansión de conciencia que no tiene límites.
  12. El desarrollo de estas cualidades y poderes latentes se logra mediante el proceso de la reencarnación. El alma encarna una y otra vez en diferentes países y bajo circunstancias variadas, para obtener experiencias de toda clase. Y luego pasa períodos de reposo en los planos súper físicos para asimilar estas experiencias.
  13. No solo el aspecto físico sino todos los demás de la vida humana, están gobernados por leyes naturales que operan en sus respectivas esferas. Esta ley de causa y efecto que todo lo abarca y que se conoce generalmente como Karma, hace al hombre dueño de su destino y dispensador de felicidad o de miseria para sí mismo.
  14. Tal como en los reinos vegetales y animal puede acelerarse la evolución de las formas utilizando las leyes de la biología, así también puede acelerarse en gran medida la evolución del hombre aplicando leyes mentales y espirituales que operan en sus respectivos campos.
  15. La Ciencia de la Renovación de Sí Mismo se basa en la aplicación de estas leyes naturales, en su totalidad, al problema de la evolución humana. Y, por tanto, es tan cierta y confiable de dar resultados definidos como lo son las leyes que operan en el plano físico en el campo de la Ciencia moderna.

Algunas de estas ideas capitales pueden parecer raras y poco convincentes a quienes las encuentran por primera vez. Pero realmente no lo son si las consideramos cuidadosamente en su conjunto y examinamos la evidencia que existe en apoyo de ellas. Al estudiarlas cuidadosamente y en detalle, se encuentra que proveen una solución comprensiva a prácticamente todos los profundos problemas de la vida, una solución inherentemente razonable y acorde con el conocimiento de nuestra época.

El lector puede tomarlas simplemente como hipótesis, aunque no en el mismo sentido en que se usa en Ciencia esta palabra. En Ciencia se aplica esta palabra a un conjunto comprensivo de supuestos adoptados arbitrariamente para explicar un grupo de fenómenos y para guiar una experimentación mayor en esa línea.

Las doctrinas de la Filosofía Teosófica no son supuestos no probados, en ese sentido. Todas ellas son materia del conocimiento directo para los ocultistas más avanzados, y puede verificarlas gradualmente todo estudiante que recorra el sendero hacia la Perfección. Mas para el novicio serán hechos no verificados, aunque por el estudio minucioso de la literatura Teosófica puede fácilmente convencerse de su verdad y de su inherente razonabilidad. Pueden verificar y reconocer su exactitud, solamente’ quienes recorren el sendero del desenvolvimiento interno y se hacen adeptos de la Ciencia de la Educación Propia.