La felicidad no tiene nada que ver con la ambición; la felicidad nada que ver con dinero. La felicidad se relaciona con tu consciencia, no con tu carácter.
La aceptación ayuda a sentir que estás en lo correcto. Reconocer te hará sentir que vas en el objetivo correcto. Aceptemos la realidad y sus limitaciones.
La mente tiene problemas para aceptar nuestras limitaciones en la vejez. La mente tiende a explicarlo todo y si no lo explica, ¡al menos de justificarlo!