Nunca conocerás el verdadero valor del agua, a menos que hayas estado sediento en el desierto como lo figurado con Alejandro Magno y la botella de agua.
Si me voy, dijo Jesús, despertará en ustedes el Espíritu Santo. Ofrezco a la gente lo que estas poseen, con tal que fueran capaz de abrir los ojos y mirar.
El cuerpo es como las uvas, si lo utilizas correctamente creas vino dentro de ti. El cuerpo desaparece, pero el vino permanece, el espíritu permanece.
Esté corto cuento Zen, es como la prerrogativa del niño, que con frecuencia se asombra. Por eso se encuentra tan a sus anchas en el Reino de los Cielos.
Conciencia o cocción, debemos elegir. Si no estás como la ranita ya medio cocinada, da un saludable golpe con tus patas, antes que sea demasiado tarde.
La desconfianza nunca es una buena consejera. Tenemos prejuicios con respecto a los cambios, hasta tal punto de no darnos la oportunidad de experimentar.