La iluminación espiritual

Experiencia purificadora para poder meditar

¿MEDITACIÓN DINÁMICA O PASIVA?

La Meditación Dinámica es muy activa, extenuante.

Nadie puede ponerse a meditar con solo sentarse en silencio. Puedes ponerte a meditar simplemente sentándote, pero entonces has de estar solamente sentado sin hacer nada más. Si puedes estar simplemente sentado, esto se convierte en meditación. Permanece totalmente en el estar sentado, tu único movimiento debería ser el no moverte. De hecho, la palabra zen proviene de la palabra zazen que significa, estar simplemente sentado, sin hacer nada. Si puedes estar simplemente sentado, sin hacer nada con tu cuerpo ni nada con tu mente, esto se convierte en meditación, pero es difícil.

Puedes permanecer sentado con facilidad cuando estás haciendo algo, pero en cuanto te sientas y no haces nada, se convierte en un problema. Cada fibra de tu cuerpo empieza a moverse en tu interior, cada vena, cada músculo, empieza a moverse. Empezarás a percibir un sutil temblor, te darás cuenta de muchos puntos en tu cuerpo en los cuales nunca te habías fijado. Y cuanto más trates de permanecer sentado, más agitación percibirás dentro de ti. Por eso, el sentarse puede hacerse solamente cuando previamente has hecho otras cosas.

Puedes caminar simplemente. Eso es más fácil. Puedes bailar, esto es aún más fácil. Y, tras haber hecho otras cosas que son más fáciles, entonces puedes sentarte. Sentado en la postura del Buda es lo último que has de hacer; no deberías hacerlo nunca al principio. Solamente después de que te hayas identificado por completo con el movimiento, puedes empezar a sentirte identificado con el no-movimiento.

Por eso nunca le digo a la gente que empiece con el sentarse. Empieces por dónde empieces, es fácil, sino empezarás a percibir innecesariamente muchas cosas, cosas que no existen.

Si empiezas con el sentarte, sentirás mucha agitación en tu interior. Cuanto más trates de estar sentado, más agitación sentirás. Solamente te darás cuenta de lo loca que está tu mente y de nada más. Te causará depresión y empezarás a sentirte frustrado. No te sentirás dichoso, al contrario, empezarás a sentir que estás loco. Y a veces puedes volverte realmente loco.

Si haces un sincero esfuerzo por sentarte simplemente, puedes volverte realmente loco.

La gente no se vuelve loca únicamente debido a que no lo intenta con total sinceridad. Con una postura sentada empiezas a descubrir tanta locura oculta en tu interior que si te esfuerzas con sinceridad y continúas, puede que verdaderamente te vuelvas loco. Esto ya ha sucedido con anterioridad muchas veces, por eso nunca sugiero nada que pueda crear frustración, depresión, tristeza, nada que pueda hacerte demasiado consciente de tu locura. Puede que verdaderamente no te encuentres en condiciones de conocer el grado locura que albergas en tu interior. Se te ha de permitir conocer ciertas cosas de forma gradual. El saber no siempre es bueno, debe ir desplegándose por sí mismo lentamente al mismo tiempo que crece tu capacidad para asimilarlo.

LA LOCURA

Yo empiezo con tu locura, no con una postura de sentado.

Permito que tu locura surja. Si bailas enloquecidamente, el fenómeno contrario sucede en tu interior. Con una danza frenética empiezas a darte cuenta de un punto de silencio en tu interior; al sentarte en silencio, empiezas a darte cuenta de tu locura. El opuesto es siempre el hecho del que te das cuenta. Al bailar frenéticamente, caóticamente, llorando, con una respiración caótica, dejo que tu locura se exprese. Entonces empiezas a ser consciente de un sutil punto, de un profundo punto dentro de ti que permanece en silencio, tranquilo, en contraste con la locura de la periferia, te sentirás muy dichoso; en tu centro existe un silencio interior. Pero si simplemente te sientas, entonces lo interior es la locura; estás sentado exteriormente e interiormente estás loco.

Si comienzas con algo activo, con algo positivo, vivo, con movimiento, será lo mejor, y empezarás a percibir una creciente quietud en tu interior. A medida que vaya creciendo te será más fácil el ir permaneciendo sentado o tumbado. Podrá surgir la meditación más silenciosa. Pero entonces las cosas serán diferentes, totalmente diferentes.

Una técnica meditativa que empiece con movimiento, con acción te ayudará también de otras formas. Se convertirá en una catarsis. Cuando simplemente estás sentado, te sientes frustrado, tu mente desea moverse y tú estás sentado. Todos los músculos se agitan, todos los nervios se agitan. Estás tratando de forzar algo que no es natural en ti. Entonces estás dividido en el que está obligando y el que está siendo obligado. Y, de verdad, la parte que está siendo forzada y reprimida es la parte más auténtica, es una parte de tu mente mayor que la parte que está reprimiendo, y la parte mayor será la que ganará.

EXPULSAR PERO NO REPRIMIR

Eso que estás suprimiendo en realidad ha de ser expulsado, no reprimido.

Se ha ido acumulando en ti porque lo has estado reprimiendo constantemente. Todo el sistema educativo, la civilización, la educación son represivos. Has estado reprimiendo muchas cosas de las que te podías haber desecho fácilmente con una educación diferente, con una educación más consciente, con un papel de los padres más consciente. Siendo más consciente del mecanismo propio de la mente, la cultura podría haberte permitido desembarazarte de muchas cosas.

Por ejemplo, cuando un niño se enfada le decimos, No te enfades. Así empieza a reprimir la rabia. Poco a poco, aquello que era algo momentáneo se vuelve permanente. Ahora no reaccionará con rabia, pero permanecerá enojado. Hemos acumulado mucha rabia a través de lo que eran solo situaciones momentáneas; nadie puede estar siempre enojado a menos que haya reprimido la ira. La ira es algo momentáneo que viene y se va: si es expresada, entonces dejas de estar enojado. Así pues, yo permitiría que el niño se enfadara de un modo más auténtico. Enójate, pero profundiza en ello, no lo reprimas.

Desde luego que surgirán problemas. Si decimos, Enfádate, te enfadarás con alguien. Pero un chico puede ser moldeado, se le puede dar una almohada y decir: Enfádate con la almohada, sé violento con la almohada. desde sus comienzos, un niño puede puede ser educado de tal forma que la ira sea desviada. Se le puede dar algún objeto y él puede ir maltratando ese objeto hasta que su ira se desvanezca. Al cabo de unos minutos, al cabo de unos segundos, habrá disipado su enfado y éste no se habrá acumulado.

Has acumulado ira, sexualidad, violencia, codicia, ¡de todo! Esta acumulación es una locura en tu interior, está ahí, dentro de ti. Si comienzas con alguna meditación represiva, estás reprimiendo todo eso, no estás dejando que sea liberado. Por eso, empieza con una catarsis. Primero deja que esas represiones se esfumen en el aire y cuando logres hacer que se desvanezca en el aire tu ira, te habrás vuelto maduro.

Si no puedo sentir amor estando solo, si solamente puedo sentir amor en presencia de alguien, entonces, de verdad, que todavía no he madurado. Entonces estoy dependiendo de alguien incluso para poder amar. Alguien debe estar presente, entonces puedo sentir amor. Entonces ese amor será solamente una cosa superficial, no será mi naturaleza. Si estoy solo en la habitación, no siento amor; o sea, la cualidad del amor no ha profundizado, no se ha convertido en parte de mí ser.

Te vuelves más y más maduro cuando te vas volviendo menos y menos dependiente. Si eres capaz de sentirte enfadado estando solo, eres más maduro. No necesitas de ningún objeto para sentirte enfadado. Por eso hago de la catarsis inicial un deber. Debes expulsarlo todo, lanzarlo al cielo, al espacio abierto, sin tener presente objeto alguno.

Enfádate sin la persona con la que te gustaría enfadarte.

LA CATARSIS

La limpieza debe ser lo primero.

Llora sin tener una causa; ríe, ríe simplemente sin que tengas nada de lo que reírte. Entonces podrás desprenderte de todo lo acumulado; podrás lanzarlo al exterior. Y una vez sepas cómo, te habrás desembarazado de todo tu pasado.

En unos instantes puedes desembarazarte de toda una vida, de vidas enteras. Si estás dispuesto a expulsarlo todo, si eres capaz de dejar que tu locura se exteriorice, en unos instantes te quedarás limpio, te encontrarás limpio, fresco, inocente. Serás de nuevo un niño. Entonces, en esa inocencia, la meditación de sentado será posible. Simplemente sentándote, o tumbándote o de cualquier forma, porque ahora no habrá un loco por dentro que altere esa postura.

La limpieza debe ser lo primero: una catarsis, de lo contrario, con los ejercicios de respiración, con el sentarte, con el practicar asanas, posturas yóguicas, estarás reprimiendo algo. Y entonces sucederá algo muy extraño: cuando ha permitido que todo sea expulsado, el sentarse vendrá por sí mismo, las asanas llegarán por sí mismas, será algo espontáneo.

Puede que no sepas nada de las asanas del yoga, pero empezarás a hacerlas. Entonces esas posturas serán auténticas, verdaderas. Aportarán una gran transformación a tu cuerpo porque ahora es el cuerpo mismo el que las está practicando, no las está forzando. Por ejemplo, cuando alguien ha expulsado muchas cosas, puede que empiece a sentarse cabeza abajo. Puede que nunca haya oído hablar del shirshasan, cabeza abajo, pero el cuerpo al unísono está tratando de hacerlo. Ahora eso es algo muy interior, surge de la sabiduría interna del cuerpo, no del intelecto, de la información cerebral. Si su cuerpo insiste, ¡Ve y siéntate cabeza abajo!, y lo tolera, se sentirá refrescado, eso lo cambiará.

Puede que adoptes cualquier postura, pero solamente acepto esas posturas cuando surgen por sí mismas. Cualquiera puede sentarse y quedarse en silencio en shirshasan o en cualquier otra postura, pero esa shirshasan será algo totalmente distinto, su cualidad será diferente. El tratará de estar en silencio mientras está sentado, pero eso ha de ocurrir por sí mismo, no como represión, sin esfuerzo, cuando el cuerpo por sí mismo quiera. Todo tu ser siente que ha de sentarse. En este estar sentado no existe la mente dividida, no hay represión, este estar sentado es un florecimiento.

Debes de haber visto estatuas de Buda sentado en una flor, en una flor de loto. El loto es un símbolo, un símbolo de lo que está sucediendo en el interior del Buda. Cuando el estar simplemente sentado surge desde el interior, sientes como si una flor se abriera. No hay nada que sea reprimido desde el exterior, al contrario, hay un crecimiento, una apertura desde el interior, algo se abre por dentro y florece. Puedes imitar la postura de Buda, pero no puedes imitar la flor, puedes sentarte como Buda, puedes parecer más Buda que Buda, pero el florecimiento interno no estará ahí. No puede ser imitado.

LOS TRUCOS

Puedes emplear trucos...

Puedes emplear ritmos respiratorios que te obliguen a mantenerte tranquilo, que repriman tu mente, la respiración puede ser empleada de forma muy represora porque con cada ritmo respiratorio surge en tu mente un estado de ánimo determinado. No es que los otros estados de ánimo desaparezcan, sino que simplemente se esconden.

Puedes forzar en ti mismo cualquier cosa. Si quieres enfadarte, respira según la cadencia con que respiras cuando te enfadas, los actores lo hacen, cuando quieren expresar ira cambian su ritmo de respiración; la cadencia respiratoria ha de ser la misma que cuando surge la ira. Acelerando el ritmo empiezan a sentirse enojados, la parte enojada de la mente emerge.

De modo que el ritmo de la respiración puede emplearse para reprimir la mente, para reprimir cualquier contenido de la mente. Pero eso no es bueno, eso no es un florecimiento. De la otra forma es mejor, cuando tu mente cambia y luego, como consecuencia, cambia tu ritmo respiratorio. El cambio surge en primer lugar en la mente.

Por eso empleo el ritmo de respiración como una señal. Una persona que está en paz consigo misma permanece constantemente con la misma cadencia respiratoria, nunca cambia debido a la mente. Cambiará por el cuerpo, si estás corriendo cambiará, pero nunca lo hará debido a la mente.

Así el tantra ha empleado muchos, muchos ritmos respiratorios como llaves secretas.

Incluso emplean el acto sexual como meditación, pero lo aceptan solamente si tu ritmo respiratorio permanece constante durante el acto, en caso contrario, no. Si la mente se ve envuelta, entonces la cadencia no puede mantenerse, y si la cadencia se mantiene, entonces la mente no puede estar implicada en ello. Si la mente no se implica en algo biológico tan profundamente arraigado como es el acto sexual, entonces la mente no se implicará en ninguna otra cosa.

Pero puedes forzarlo. Puedes sentarte y forzar un determinado ritmo en tu cuerpo, puedes crear una falsa postura de buda, pero estarás como muerto. Te volverás estúpido, te irás apagando. Así les ha ocurrido a tantos monjes, a tantos sadhus: simplemente se han vuelto estúpidos. Sus ojos carecen de destello alguno de inteligencia, sus caras están simplemente idiotizadas, sin luz interior alguna, sin vida. Al estar asustarles todo movimiento interior, los han reprimido a todos, incluso la inteligencia. La inteligencia es un movimiento, uno de los movimientos más sutiles, de modo que si reprimes todo movimiento interior, la inteligencia resultará afectada.

FLUIR

La consciencia no es algo estático.

La consciencia también es movimiento, un fluir dinámico, por eso, si empiezas desde lo exterior, si te obligas a sentarte como una estatua, estás destruyendo muchas cosas. En primer lugar ocúpate de la catarsis, del limpiar tu mente, del expulsarlo todo, para quedarte así vacío y hueco - un canal para que el más allá entre. Entonces el sentarse se vuelve útil, el silencio se vuelve útil, pero no antes.

Para mí, el silencio no es algo que valga la pena, puedes crear un silencio que sea un silencio de muerte. El silencio debe estar vivo. Si tú creas el silencio, te volverás más estúpido, más apagado, más aburrido, más muerto, pero esto es lo más fácil en cierto modo y por eso mucha gente lo hace. Toda la cultura es tan represora que es más fácil el reprimirte aún más, entonces no has de aceptar riesgo alguno, no has de dar ningún salto.

La gente acude a mí y me dice, Danos una técnica de meditación que podamos practicar en silencio. ¿De dónde viene este miedo? todo el mundo alberga en su interior un manicomio y aun así siguen pidiendo, Danos una técnica que podamos practicar en silencio Con una técnica silenciosa solamente te volverás más y más loco, en silencio; nada más. ¡Las puertas de tu manicomio necesitan ser abiertas! No te asustes de lo que los otros puedan decir. Una persona que se preocupa por el qué dirán, nunca podrá ir hacia adentro, estará ocupado en exceso con lo que puedan decir los demás, con lo que puedan pensar.

Si te sientas simplemente en silencio, con los ojos cerrados, todo estará bien, tu esposa o tu marido dirán que te has vuelto una buena persona. Todos desean tu muerte, incluso las madres desean a sus hijos muertos: obedientes, silenciosos. La sociedad al completo quiere que estés muerto. Por eso los que llamas hombres de bien son en realidad hombres que están muertos.

No te preocupes por lo que los demás piensen, no te preocupes por la imagen que los demás puedan tener de ti, empieza con la catarsis y entonces algo florecerá en ti. Poseerá una calidad distinta, una belleza distinta, que aun siendo distinta será auténtica.

Cuando el silencio descienda sobre ti, cuando venga a ti no será algo falso. No lo habrás estado cultivando, vendrá a ti, te sucederá. Empezarás a sentirlo creciendo en tu interior de la misma manera que una madre empieza a sentir que su bebé crece. Un profundo silencio crecerá en ti, estarás preñado de él. Solamente entonces surgirá la transformación, en caso contrario solo será un autoengaño. Y uno puede seguir engañándose a sí mismo durante vidas y más vidas. La capacidad para hacerlo es infinita.