Siete días de Meditación para volver a la infancia
Osho nos enseña un método simple de 7 días de meditación para volver a la infancia. Inténtalo, no hay nada que perder. Si no ganas, tampoco perderás nada.
OSHO
7 AÑOS MEDITANDO
Mi verdadera vida comenzó hace solo cinco años
Buda tenía un discípulo consagrado a él desde hacía muchos años. Un día, Buda le preguntó: Oye, ¿cuántos años tienes? El monje le respondió: Siete años.
Buda se quedó sorprendido: ¿Siete años? Tu aspecto es de al menos setenta años, ¿por qué me contestas esto?
El monje replicó: Digo esto, porque el rayo de la meditación entró en mi vida hace siete años. Desde hace solamente 7 años, el amor ha llovido en mi vida. Antes de eso, mi vida era como vivir en medio de sueños. Era como existir dormido. Yo no considero esos años al dar cuenta de mi edad. ¿Cómo podría hacerlo? Mi verdadera vida comenzó hace solo siete años. Es por eso que digo que tengo esa edad.
Buda advirtió a todos sus discípulos que tomaran nota de esto.
Veamos ahora como la meditación te hace volver a nacer...
VOLVER A NACER
Un proceso de meditación para nacer de nuevo
La meditación te ayuda a redescubrir la frescura y la inocencia de la infancia, sin entrar en problemas psicológicos.
Recuerda esto: recobra tu niñez. Todo el mundo suspira por ello, pero nadie hace nada por recobrarla. ¡Todos suspiran por ello! la gente continúa diciendo que la infancia es un paraíso y los poetas siguen escribiendo poemas sobre la belleza de la infancia. ¿Quién te lo impide? ¡Recóbrala! Coge esta oportunidad y recóbrala.
¿Qué te detiene?
El siguiente método de meditación tienes la oportunidad de recuperar tu infancia...
DOS HORAS CADA DÍA
Un proceso de 7 días, dos horas cada día.
PRIMERA HORA
Durante la primera hora compórtate como un niño, entra en tu infancia.
Todo lo que quieras hacer, hazlo (bailar, cantar, saltar, gritar, llorar), cualquier cosa, en cualquier postura. No hay nada prohibido excepto dañarte y dañar a otras personas. No toques ni le hagas daño a nadie a tu alrededor.
SEGUNDA HORA
Durante la segunda hora siéntate en silencio. Te sentirás rejuvenecido, más inocente, y facilitará tu meditación.
Este gran experimento por el que estás pasando sirve básicamente para alcanzar de nuevo tu infancia perdida. Cuando digo tu infancia perdida quiero decir tu inocencia, tus ojos llenos de asombro, sin saber nada, sin tener nada, pero con la sensación de estar en la cima del mundo. Esos momentos dorados de asombro, alegría, sin tensión, sin preocupación, sin ansiedad, tienen que ser recuperados, redescubiertos.
El sabio no es otra cosa que el círculo que comenzó en el momento de tu nacimiento recorriendo todo el camino, completo, hasta regresar al mismo punto.
EL NIÑO INTERIOR
Esta deliciosa y poderosa meditación de dos horas cada día, te da la oportunidad de profundizar en el niño que hay en nuestro interior y que no ha sido expresado.
¡Despréndete del caparazón!
Fluye de nuevo en la corriente de la vida. Cuando llegue la tormenta los árboles danzarán, tú también danzarás. cuando llegue la noche y todo esté oscuro, tú También te oscurecerás. Y por la mañana cuando el sol salga, déjalo que también salga dentro de ti.
Sé como un niño y disfruta, sin pensar en el pasado.
Un niño nunca piensa en el pasado. en realidad no tiene pasado en el que pensar. Un niño no está preocupado por el futuro, no posee consciencia del tiempo. Vive totalmente despreocupado. Se mueve momento a momento y nunca se queda con algo incompleto.
Cuando el niño se enfada, se enfada y en su enfado le dirá a su madre, Te odio. Y no son solo palabras, son la realidad. En verdad, en ese instante el siente un odio total. Al instante siguiente se saldrá de él y se pondrá a reír y besará a su madre y le dirá , Te quiero. No hay contradicción. Son dos momentos diferentes. Odiaba totalmente y ahora ama totalmente. Fluye como un río, zigzagueando, pero esté donde esté, dondequiera que esté el río, él es total, fluye.
Durante estos 7 días sé como un niño, total. Si odias, odia; si amas, ama; si te enfadas, enfádate, y si estás alegre , entonces está alegre y baila. No acarrees con nada del pasado. Permanece fiel al momento, no anheles el futuro.
Durante estos 7 días, abandona el tiempo.
Por eso es por lo que te digo que no seas serio, porque cuanto más serio eres, más consciente eres del tiempo. Un niño vive en la eternidad, no existe el tiempo para él. No se da ni cuenta de él. Estos siete días serán una verdadera meditación si abandonas el tiempo. Vive momento a momento y sé auténtico con ello.
Sé juguetón. Será difícil, porque estás muy estructurado. Tienes una armadura a tu alrededor y es muy difícil el aflojarla, relajarla. No puedes bailar, no puedes cantar, no puedes simplemente saltar, no puedes ni gritar ni reír ni sonreír. Incluso aunque desees reír querrás antes tener algo de lo que reírte. Deberá haber alguna causa, solamente entonces serás capaz de llorar y sollozar.
Deja el conocimiento de lado, deja a un lado tu seriedad, sé absolutamente juguetón durante 7 días. No tienes nada que perder. Si no ganas nada, tampoco perderás nada.
¿Qué puedes perder siendo juguetón? Nada, pero nunca serás de nuevo el mismo.
Mi insistencia en ser juguetón se debe a esto: quiero llevarte de vuelta al mismo punto en que dejaste de crecer. Ha habido un punto de tu infancia en el que dejaste de crecer y empezaste a ser falso. Puede que estuvieras enfadado, de mal humor, enojado y que tu madre o tu padre dijera, ¡No estés enfadado! ¡No es correcto! hasta ahí dejaste de ser natural, se creó una división y te programaron. Si hubieras seguido siendo natural nunca hubieras obtenido el amor de tus padres.
Durante estos días deseo devolverte al lugar en que empezaste ha ser bueno en vez de ser natural. Sé juguetón para que recuperes tu infancia. será difícil porque tendrás que dejar de lado tus máscaras, tus rostros, tendrás que dejar de lado tu personalidad, pero recuerda, la esencia puede afirmarse solamente cuando la personalidad no está presente, porque tu personalidad se ha convertido en tu prisión, déjala a un lado. Será doloroso, pero vale la pena porque con ello renacerás. Y no hay renacimiento posible sin dolor. Si estás realmente decidido a renacer, entonces acepta el riesgo.
Un niño vive en la eternidad, no existe el tiempo para él.
Osho