La iluminación espiritual

Siete anécdotas filosóficas de Sócrates

POR: SOCRATES

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LA SABIDURIA DE SÓCRATES

Los pensadores sabían lo imposible discutir con Sócrates.

Sócrates, en el senado, estaba dispuesto a responder cualquier pregunta que los senadores y los jueces le quisieran hacer y él les preguntó: ¿De qué se me acusa? Empezad a decirme punto por punto. Estoy dispuesto a responderos.

Ellos sabían que era imposible discutir con aquel hombre; sin embargo, pensaron que quizá no supiera decir nada acerca de los pequeños delitos. Además, aunque pudiera no iba a convencer a los jueces porque iría contra todo su condicionamiento.

Lo primero que dijeron fue:

– El mayor delito que has cometido es corromper las mentes de los jóvenes.

Sócrates contestó:

– Eso es verdad pero no es un delito.

A lo que vosotros llamáis corrupción yo lo llamo creación. Vosotros sois los que habéis corrompido la mente de esas personas; ahora yo tengo que destruir esa corrupción. Si pensáis que estáis en lo cierto, ¿por qué no abrís una escuela, una academia, igual que yo tengo mi escuela y mi academia? La gente acudirá a aquel que esté en lo cierto.

Desde que Sócrates abrió su escuela todas las demás escuelas de Atenas cerraron porque cuando hay alguien como Sócrates enseñando, ¿quién puede competir con él? De hecho, todos los profesores que habían dirigido escuelas se convirtieron en alumnos de Sócrates. Él era un auténtico profesor.

Sócrates les dijo:

– Decidme el nombre de una sola persona a la que yo haya corrompido y qué es lo que entendéis vosotros por corrupción.

– Ellos le contestaron: Tú enseñas que no existe Dios ni tampoco los dioses.

– Él contestó: Sí, porque ni Dios ni los dioses existen. ¿Qué le voy a hacer?

No es culpa mía. Si Dios no existe. ¿Sois vosotros los que están corrompiendo las mentes de los jóvenes o soy yo? Yo simplemente estoy diciendo la verdad. ¿Pensáis que la verdad puede corromper las mentes de los jóvenes? El debate continuó durante días.

Los jueces decidieron lo siguiente:

– En cuanto a inteligencia, os ha superado a todos vosotros; un solo hombre ha podido con toda la mediocre sociedad de Atenas de modo que no vamos a seguir discutiendo, haremos una votación.

Entonces Sócrates dijo:

– La votación no puede probar lo que es correcto y lo que es equivocado. De hecho, existe una gran probabilidad de que la gente vote aquello que es equivocado porque la mayoría está compuesta por gente mediocre.

Sócrates en esta anécdota estaba intentando decir que había que decidir lo que era verdad a través de la inteligencia. Esto es lo que provocó la evolución de la ciencia. Por eso Sócrates debe ser reconocido como el padre de la ciencia porque en la ciencia no se tiene en consideración de que si eres poderoso estas en lo cierto. Que lo importante es que cualquier persona puede probar que está en lo cierto; da igual lo poderoso que uno sea.

Ahora veamos las siete anécdotas de Sócrates...

SIETE ANÉCDOTAS DE SÓCRATES

Siete anécdotas de la vida de Sócrates

Uno de los filósofos más importantes de la historia. Todas sus tendencias filosóficas en su vida eran impresionantes, hasta aceptó su sentencia a muerte y la llevó a cabo con total serenidad. Su mayor mérito es que vivió tal y como predicó. A continuación les dejo siete anécdotas sobresalientes de este gran pensador.

ANTES DE MORIR

Sócrates aprende antes de la muerte.

Sócrates antes de la muerte es aún vulnerable, está abierto, dispuesto a aprender, ¡dispuesto a aprender incluso de la muerte! Cuando está tendido en el lecho y le están preparando el veneno (a las seis le darán el veneno, cuando el sol esté poniéndose), él está tan entusiasmado como un niño. Sus discípulos están llorando y gimiendo, y él está lleno de entusiasmo.

Se levanta una y otra vez para inquirir al hombre que está preparando el veneno: ¿Cuánto tiempo tardará? (su curiosidad se nota en sus ojos). ¡Y va a morir! No es el momento de ser tan curioso. Va a expirar en pocos minutos, y está lleno de entusiasmo, en éxtasis. Y un discípulo pregunta: ¿Qué es lo que te entusiasma tanto? ¡Vas a morir!. Y Sócrates dice: He conocido la vida y he aprendido mucho de la vida. Ahora me gustaría conocer la muerte y aprender de la muerte. Por eso estoy entusiasmado.

Incluso la muerte se convierte en una gran experiencia para el que es inocente. Sócrates es inocente. En Occidente no ha habido otro hombre comparable a Sócrates. Sócrates es el Buda de Occidente.

EL POETA STESICHOROS

Sócrates se encontraba en la cárcel esperando a ser ejecutado. Un día oyó cómo otro prisionero cantaba una difícil y poco conocida canción del poeta Stesichoros.

Sócrates pidió aprender aquella canción.

– ¿Para qué?, le preguntó el otro.

– Para que pueda morir sabiendo una cosa más, fue la respuesta del gran filósofo.

Muchos modernos autores de la autoayuda hablan de la importancia de tener una actitud mental positiva. Sin embargo, muchos ignoran las actitudes filosóficas de Sócrates y el ya era un pionero en esta cuestión...

EL MERCADO

¿Qué hacía Sócrates en el mercado?

Cuentan que al filósofo griego Sócrates (470 a.C.), se le veía continuamente paseando por el mercado principal de la ciudad de Atenas. Un día, uno de sus discípulos le preguntó: Maestro, hemos aprendido con usted que todo sabio lleva una vida simple. Pero usted no tiene ni siquiera un par de zapatos.

Correcto, respondió Sócrates.

El discípulo continuó: Sin embargo, todos los días lo vemos en el mercado principal, admirando las mercancías. ¿Podríamos juntar algún dinero para que pueda comprarse algo?

Tengo todo lo que deseo -respondió Sócrates-, pero me encanta ir al mercado para descubrir que sigo siendo completamente feliz sin todo ese montón de cosas.

LA FAMILIA

Sócrates y familia.

Dice la leyenda que ningún esclavo quería ser tratado como se trataba Sócrates a sí mismo. Pero parece que esa exigencia consigo mismo no hacía falta que se la impusiera él, pues la tenía en casa.

Su esposa, Jantipa, ha pasado a la historia como una mujer de gran carácter que no dudaba en poner firme al filósofo cuando su conducta no le gustaba. No debía ser fácil convivir con un hombre como Sócrates... aunque no deja de parecer excesivo lo que cuenta la anécdota más famosa de ella.

En cierta ocasión, enfadada con Sócrates por algo que este había hecho, le vació un orinal en la cabeza. Sócrates era uno de los hombres más ecuánimes y se limitó a decir: Después del trueno viene la lluvia.

No obstante, los últimos estudios en torno a su figura parecen demostrar que esa actitud no era la norma en su esposa. Jantipa fue una mujer que quedó arrasada por el dolor tras la condena a muerte de su esposo.

SENTIDO DEL HUMOR

Sócrates tenía un gran sentido del humor.

Buena parte del mismo se vio reflejado en sus anécdotas con Jantipa, su esposa. Ella era 30 años menor que él y famosa porque tenía un carácter endemoniado.

Por eso alguna vez le preguntaron a Sócrates por qué se había casado con ella y él indicó con una de sus respuestas filosóficas: Lo que me gusta es aprender todos los días de una persona con un carácter tan malo (pronto muy fuerte, poco paciente). No hay escuela mejor que el trato con los demás.

LA CONDENA

Sócrates es condenado injustamente.

En los últimos días de vida Sócrates recibió visitas de todos sus discípulos y amigos que le ofrecieron una y otra vez planes de huida para salir de Atenas, hasta los guardias habían sido sobornados, el único que nunca dio su brazo a torcer fue Sócrates, al que le parecía una inmoralidad violar la ley que se había establecido para todos los atenienses.

Pese a todo, cuando lo condenaron a muerte su esposa fue a visitarlo y estalló en llanto. Sócrates entonces le dijo atendiendo a sus ideas filosóficas: No llores, todos estamos condenados a muerte por naturaleza. Su mujer le respondió: Pero a ti te han condenado injustamente. Frente a esto, Sócrates contestó: ¿Es que te parecería menos lamentable si me hubiesen condenado justamente?

500 DRACMAS

Los honorarios de Sócrates.

Cierto día, un rico ateniense encargó a Sócrates la educación de su hijo. El filósofo le pidió por aquel trabajo quinientos dracmas, pero al hombre le pareció un precio excesivo.

– Por ese dinero puedo comprarme un asno.

– Tiene razón. Le aconsejo que lo compre y así tendrá dos.

AGRADECIMIENTO

Debemos agradecer al filósofo griego Sócrates, que vivió cinco siglos antes de Cristo, por ser una figura fascinante y casi mítica. Agradecer por su doctrina, sus ideas filosóficas y a sus discípulos que hoy nos han dejado siete anécdotas de las tantas que hay.

La sencillez de mi discurso hace que me odien, y qué es el odio sino una prueba de que estoy diciendo la verdad.

Sócrates


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