Entender el contexto del reino de los cielos es tan simple: depende de ti y de tu Dios; no necesitas a ningún mediador, no necesitas a ningún agente.
Mantente sereno, sin hacer esfuerzos, en la unidad de las cosas. Recuerda lo que decía Jesús: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.