La vida indudablemente no es un acertijo que haya que resolver, es un misterio que hay que vivir. Es un profundo misterio, solo confía y déjate llevar.
Una anciana de esas de muy poca consciencia cuando oyó la noticia de la bomba atómica de Hiroshima, dijo: Milagro, milagro, gracias a Dios no cayó acá.