Recuerda: A menos que te conviertas en Jesús o Buda, no podrás amar, porque aquel para el cual ha desaparecido la necesidad de ser necesitado puede amar.
Jesús estaba preocupado por el amor de María Magdalena. Era una cosa tan profunda que evitar que ella lo hiciera sería herir todo su sincero y pleno amor.