Mira lo que alcance tu vista sin poner ningún nombre. Pasa más allá del concepto y ve la realidad que hay detrás de cada cosa, sin ninguna fragmentación.
La Paz se esconde detrás del milagro, en el centro de la ilusión: unos y otros deben ser dejados atrás, para que lo inexpresable pueda ser expresado.
Nuestro Padre nos regaló un planeta hermoso lleno de vida, pero no fue para que acabáramos con esa vida sino para que cuidáramos de ella con amor y paz.
El egocéntrico se obsesiona consigo mismo. El egoísta solo instrumentaliza su vida para el reforzamiento de su ego apartándose cada vez más de su esencia.