La iluminación espiritual

Hy Brasil la segunda Atlántida

POR: JBN LIE

Imagen; Hy Brasil la segunda Atlántida; Jbn Lie

LA SEGUNDA ATLÁNTIDA

En los diálogos El Timeo y Critias, Platón da a conocer un extraño relato que el sabio griego Solón escuchó de los sacerdotes egipcios durante una visita a aquel país, referido a la desaparición miles de años antes de un continente en las aguas del Atlántico.

Hy Brazil: ¿leyenda o realidad?

En Critias dice de los atlantes: Poseían pensamientos verdaderos y grandes en todo sentido, ya que aplicaban la suavidad junto con la prudencia a los avatares que siempre ocurren y unos a otros, por lo que excepto la virtud, despreciaban todo lo demás, tenían en poco las circunstancias presentes y soportaban con facilidad, como una molestia, el peso del oro y de las otras posesiones. No se equivocaban, embriagados por la vida licenciosa, ni perdían el dominio de sí a causa de la riqueza, sino que, sobrios, reconocían con claridad que todas estas cosas crecen de la amistad unida a la virtud común, pero que con la persecución y la honra de los bienes exteriores, éstos decaen y se destruye la virtud con ellos.

Sobre la base de tal razonamiento y mientras permanecía la naturaleza divina, prosperaron todos sus bienes, que describimos antes. Más cuando se agotó en ellos la parte divina porque se había mezclado muchas veces con muchos mortales y predominó el carácter humano, ya no pudieron soportar las circunstancias que los rodeaban y se pervirtieron, y al que los podía observar les parecían desvergonzados, ya que habían destruido lo más bello de entre lo más valioso, y los que no pudieron observar la vida verdadera respecto de la felicidad, creían entonces que eran los más perfectos y felices, porque estaban llenos de injusta soberbia y de poder.

El Dios de Dioses Zeus, que reina por medio de leyes puesto que puede ver tales cosas, se dio cuenta de que una estirpe buena estaba dispuesta de manera indigna y decidió aplicarles un castigo para que se hicieran más ordenados y alcanzaran la prudencia.

En este punto se interrumpe el relato, que quizá Platón no terminó, pero lo que hubiera seguido podría ser la descripción del hundimiento de la Atlántida, el castigo que se menciona.

En el Timeo, la parte pertinente del relato del sacerdote egipcio a Solón es: nuestros escritos refieren cómo vuestra ciudad (Atenas) detuvo en una ocasión la marcha insolente de un gran imperio, que avanzaba del exterior, desde el Océano Atlántico, sobre toda Europa y Asia. En aquella época, se podía atravesar aquel océano dado que había una isla delante de la desembocadura que vosotros, así decís, llamáis columnas de Heracles (el estrecho de Gibraltar).

Esta isla era mayor que Libia y Asia (Menor) juntas y de ella los de entonces podían pasar a las otras islas y de las islas a toda la tierra firme que se encontraba frente a ellas y rodeaba el océano auténtico, puesto que lo que quedaba dentro de la desembocadura que mencionamos parecía una bahía con un ingreso estrecho.

En realidad, era mar y la región que lo rodeaba totalmente podría ser llamada con absoluta corrección tierra firme. En dicha isla, Atlántida, había surgido una confederación de reyes grande y maravillosa que gobernaba sobre ella y muchas otras islas, así como partes de la tierra firme.

En este continente, dominaban también los pueblos de Libia, hasta Egipto, y Europa hasta Tirrenia. Toda esta potencia unida intentó una vez esclavizar en un ataque a toda vuestra región, la nuestra y el interior de la desembocadura.

Entonces, Solón, el poderío de vuestra ciudad se hizo famoso entre todos los hombres por su excelencia y fuerza, pues superó a todos en valentía y en artes guerreras, condujo en un momento de la lucha a los griegos, luego se vio obligada a combatir sola cuando los otros se separaron, corrió los peligros más extremos y dominó a los que nos atacaban.

Alcanzó así una gran victoria e impidió que los que todavía no habían sido esclavizados lo fueran y al resto, cuantos habitábamos más acá de los confines heráclidas, nos liberó generosamente.

Atlántida, ¿la civilización perdida?

Posteriormente, tras un violento terremoto y un diluvio extraordinario, en un día y una noche terribles, la clase guerrera vuestra se hundió toda a la vez bajo la tierra y la isla de Atlántida desapareció de la misma manera, hundiéndose en el mar.

Por ello, aún ahora el océano es allí intransitable e inescrutable, porque lo impide la arcilla que produjo la isla asentada en ese lugar y que se encuentra a muy poca profundidad.

Esta historia de la Atlántida, hundida según Platón hace 9000 años, ha cautivado siempre la imaginación y hay quienes sin reparar en que se trata de un símbolo, aunque Platón dice que no habla como leyenda sino como verdad, han pagado costosas expediciones para buscar sus restos en el fondo del mar, hasta ahora sin resultado.

Hy Brasil, el país de la niebla en los mapas

En 2004, Ulf Erlingsson, geógrafo físico de la Universidad de Uppsala, en Suecia, aseguró que la Atlántida, desde el punto de vista físico y geográfico, era idéntica a Irlanda. Siguiendo la descripción de Platón, Erlingsson estableció paralelismos que lo conducen a asegurar que los rasgos geofísicos del mítico lugar concuerdan con los de Irlanda.

Al igual que la Atlántida, Irlanda mide 300 millas de largo y 200 de ancho, y es más ancha por su parte central. Ambas tienen una llanura central abierta al mar escoltada por montañas. Ninguna otra isla se asemeja tanto a esta descripción.

Erlingsson cree que la historia del hundimiento de la isla en el mar ha sido distorsionada con el paso del tiempo, pero hace notar que Dogger Bank, en el Mar del Norte, es un trozo de tierra que en la Edad de Hielo conectaba Gran Bretaña a la Europa continental y que fue anegada en la prehistoria.

Erlingsson sostiene que el imperio de la Atlántida puede asociarse con los monumentos megalíticos de Europa y el norte de África, e identifica la capital de la Atlántida con Temhar na Rí, antigua sede de los altos reyes de Irlanda, donde hay asentamientos de distintas épocas.

Los templos de Poseidón y sus antepasados que cita Platón se parecen mucho al complejo de Bru na Boinne, donde se encuentran los grandes pasajes funerarios de Knowth, Dowth y Newgrange.

Según el folklore y la tradición popular, la relación entre Irlanda y la Atlántida se hallaba en la misteriosa isla hundida de Hy-Brazil, situada en algún punto del Atlántico al occidente de las Islas Británicas.

Se trataría de una isla hundida que habría recibido el nombre del rey de Irlanda Bressal, y que puede según la leyenda verse cada siete años desde la costa oeste de Irlanda.

Hy-Brazil, o Bersil, Brazir, O’Brasil, O’Brassil, Breasil, Brasylle, aparece en algunos mapas antiguos, como el de Wagenhaer de 1583 y el de las islas del Atlántico de Giovanni Magini de 1597. En Irlanda, un viaje al tiempo perdido, Ó Síochán explica que Hy significa ‘isla’ y Brasil (Breasal) ‘poderoso y hermoso’, en gaélico. La Atlántida es la isla perdida más famosa, pero la que le sigue es sin duda Hy-Brasil, que incluso se ha pretendido es responsable del nombre del Brasil.

La fértil imaginación de los celtas, que siempre anduvo en busca de cosas perdidas, ya desde el siglo XIV, según documentos conservados, hace referencia a Hy Brasil, y la identifica con la legendaria isla de San Brandán. Pizigani en su mapa de 1367 le da tres nombres a la isla, pero en mapas posteriores se la conoce como Braxil, Brazille y otros.

En Vinlandia es la isla de San Brandán frente a las costas de Francia: Magnæ insulæ Beati Brandani Branziliæ dictæ, explica el mapa.

En 1498 Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos ante la corte inglesa, informaba de que desde hacía siete años buscaban la isla navíos ingleses.

En 1498, en nota dirigida a Colón, John Day, un mercader inglés, afirma que los marinos de Bristol llegaron a la isla, que entonces no estaba hundida, y la situaron cerca de Terranova, en el Canadá, la célebre Vinnland.

Una y otra vez se ha insistido en que la misteriosa Hy Brasil es el reino de la Atlántida, ya que tal como dijo Platón, estaba situada más allá de las columnas de Hércules, que eran el punto máximo hasta donde se aventuraban los navegantes del Mediterráneo en aquella época.

La isla sigue siendo un fantasma que de tanto en tanto da algunas señales de vida, en parte en la mitología irlandesa pero también en mapas de cartógrafos del tiempo del descubrimiento de América.

La isla fantasma habría estado situada en Europa, frente a las costas de Irlanda, por lo que no parece tener relación con el país sudamericano descubierto por exploradores portugueses a principios del año 1500 bautizado como Brasil casi seguramente por el nombre de un árbol autóctono, pero no de entrada porque los portugueses lo llamaron Santa Cruz

La ciencia celta

Las leyendas irlandesas antiguas se refieren a Hy Brasil como un país oculto, centro de la actividad de los druidas, detentadores de la doctrina secreta que conservaría datos sobre los orígenes del universo comunicados en el comienzo de los tiempos.

La isla habría tomado el nombre de Breasal, el gran rey del mundo según la tradición celta, que algunos vinculan con la tradición atlántida y aún con otras más antiguas, como la de hiperbórea de Ogigia que menciona La Odisea de Homero.

Estas leyendas dicen que la isla está envuelta en niebla permanentemente, salvo un día cada siete años, que sería el momento en que los navegantes dicen haberla visto por momentos.

Un mapa catalán de alrededor de 1480 nombre dos islas Illa de Brasil, una en el suroeste de Irlanda y el otro al sur de la Illa verde, que se conoce como Groenlandia (Grünland: Tierra Verde) debido al nombre que le puso Eric el Rojo para animar a otros vikingos a acompañarlos en su aventura por mares helados hacia el occidente.

En 1872 tuvo lugar el último avistamiento de la isla, según el navegante TJ Westropp y varios compañeros, que dijeron haberla visto aparecer en el horizonte y desaparecer rápidamente.

Hy Brasil y los extraterrestres

En 2010 la isla apareció mencionada en una serie de televisión de History Channel que refería el avistamiento de un Ovni en un bosque de Gran Bretaña.

Ovni en el bosque Rendlesham. ¿Ficción o realidad?

En 1980 el sargento Jim Penniston estaba destacado en la base de Brentwaters cuando se produjo el avistamiento de un ovni en el bosque Rendlesham. Dijo entonces haber recibido telepáticamente en forma de código binario que escribió en un cuaderno de notas sin mencionar el incidente durante décadas, pero llegado el momento lo hizo descifrar por un programador de Internet, Nick Ciske.

Ciske puso los datos el cuaderno en una computadora casi sin ninguna confianza de que aparecía algo inteligible, pero la máquina transcribió de todos modos un mensaje y unas coordenadas de longitud y latitud que correspondían exactamente a la isla desaparecida.

El mensaje decodificado es: Exploration of Humanity Continuous For Planetary Advance, o la Exploración de la Humanidad continua para el Avance de Planetario.

Las coordenadas son 52° 09 42.532 N 52 ° 09 ’42,532 N.

History Channel generó dudas sobre el significado de este mensaje, si es que proviene de alienígenas como teme Penninston. ¿Se trata de extraterrestres dispuestos a ayudar a los humanos a evolucionar o dispuestos a que los extraterrestres los ayuden a ellos?

Por lo pronto el físico Stephen Hawkings ha advertido seriamente que es inminente una visita de extraterrestres y que deberíamos mantenernos apartados de ellos.


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