Ficción divina - Idolatría

Se denomina ficción a la simulación de la realidad, es cuando se presenta un mundo imaginario e irreal al receptor, en el cual, todo le parecerá ver.

DESPERTAR CONSCIENCIA

SÍMBOLOS MUNDANOS

  1. Se denomina ficción a la simulación de la realidad, es cuando se presenta un mundo imaginario e irreal al receptor, en el cual, todo le parecerá verdaderamente real.
  2. La ‘ficción surge al confundir el símbolo (personas o cosas) con lo que representan, por incapacidad de elevarse hasta su significación puramente intelectual.
  3. Con estos símbolos esta ficción se vuelve en una serie de acontecimientos y circunstancias las cuales han sido inventadas o fingidas para el observador (receptor).
  4. Cuando ya no se ve del símbolo más que su forma irreal y cuando su verdadera esencia ha desaparecido; el símbolo imaginario se convertirá en un ídolo divino.
  5. Hoy en día podemos ver el extraordinario crecimiento de adoración a ídolos de la música, del cine y en especial al de los deportes, creando una ficción divina.
  6. En esta ficción los personajes principales símbolos tienen características que los definen y los hacen distintos a otros, ellos gozan de habilidades desarrolladas.
  7. El receptor buscará en ellos, una imagen vana objeto de culto, algo que le ayude a sobrellevar su insignificancia, que le haga partícipe de un ente superior.
  8. El receptor en esta ficción imaginaria, es falto de fuerza interior y de autoestima, necesitará estos personajes exteriores para completar y reforzar su Yo.
  9. Este receptor o fanático es el que se mece en los brazos progenitores de sus símbolos, con el fin de ser guiado, para que lo ayuden a llenar su vacío de vida.
  10. El fanático inconsciente no puede vivir aislado y si sus ídolos llegaran a caer derribados, se buscará a otros, para desarrollar nuevas fidelidades divinas.
  11. No es de extrañar que la mayoría de la gente viva sumergida en esta ficción divina idolatrando a ciertos personajes, que solamente resaltan por su talento superior.
  12. El fanatismo o amor excesivo y ciego por un club deportivo, o por algún grande del deporte se le llama idolatría, la cual conduce a la distorsión de la realidad.
  13. Transmitir deportes constantemente en medios masivos, una opción más de distracción para atraer receptores a la ficción divina olvidando su trascendencia espiritual.
  14. Fans enloquecidos, empapelan su habitación con imágenes, adquieren artículos de alto costo, piden desenfrenadamente autógrafos, es una ficción colectiva increíble.
  15. El fanático, un ser dependiente sin valor inherente, viviendo en la ficción se dice a sí mismo: mi valía es la valía del ser al que sigo, si él es grande yo lo seré también.
  16. El receptor fanático reconvierte la monotonía en placer y abraza la posibilidad de participar con esa idea superior símbolo ficticio divino para llenarse de esperanza.
  17. Estos individuos son discípulos de la pasión irracional, ellos son fácilmente manipulables por las campañas de publicidad y anuncios de sus ídolos o símbolos.
  18. El fanático buscará modelos en los cuales verse reflejados, ya que porta esa distintiva atracción inherente a los grandes personajes para imitar, confiar y esperanzarse.
  19. Así el idólatra o fanático adora a su símbolo en particular de su deporte profesional favorito, el cual generalmente está asociado a la violencia sin sentido y a la falta de valores.
  20. Así es como parte de la personalidad del fanático no le pertenece, sino que se la entrega a su ídolo divino y éste ahora será dueño de un pedazo de aquél receptor.
  21. La tendencia del fanático para idolatrar a determinados personajes muestra una inmadurez emocional, ignorancia y un bajo nivel de autoestima.
  22. Así las emociones de los fanáticos los controlan y los dirigen en automático a cualquier dirección según su símbolo los lleve, (ya se buenas o malas) sin que sepan influir en ellas.
  23. Mientras tanto para el símbolo su atractivo fetiche se origina del número individuos que no se resisten a su encanto y su poder dependerá del grado de influencia en ellos.
  24. En sí mismos los deportes no nos intrínsecamente malos, si se les usa como ejercicio físico o como una recreación sana, son algo hasta necesario para el cuerpo.
  25. Pero en la actualidad es casi imposible no verse afectado por todo el poder de las influencias en los medios masivos, especialmente las que nos son perjudiciales.
  26. No debemos permitir que nadie tenga un poder tal como para reducirnos a discípulos de una pasión irracional o bien a convertirnos en individuos fácilmente manipulables.
  27. Esta humanidad necesita modelos válidos con sensibilidad, raciocinio, bondad, justicia, fortaleza de carácter y cuya imagen se asocie con el progreso de las relaciones humanas.
  28. La actitud de admirar a las personas es respetable, nos puede servir de estímulo para alcanzar cualidades, siempre y cuando la admiración no se transforme en fanatismo.
  29. La idolatría es una grave y extendida anomalía en la actualidad la cual deber ser subsanada, así con este conocimiento mejor no caigamos en ser víctimas de la ficción divina.