Reencarnación desde la Consciencia Divina

La respuesta a la pregunta: Cómo es que en el momento de la concepción un alma puede ser sacada de la Consciencia Divina para reencarnar en un cuerpo.

CRISTIANOS ORIGINARIOS

EXPLICACIÓN DE LA REENCARNACIÓN

El paso necesario e ir hacia delante en la evolución espiritual.

Habrá muchos que preguntarán cómo es que en el momento de la concepción un alma puede ser sacada de la Consciencia Divina, y que el cuerpo mismo pueda ser usado como vehículo de autoexpresión en la nueva vida de otra alma que está preparada para reencarnar.

Cuando un alma está preparada para entrar en las condiciones terrenales en su siguiente lapso de aprendizaje terrenal, el alma es atraída hacia los padres que pueden ofrecer aquellas condiciones que le permitirán dar su siguiente paso necesario e ir hacia delante en la evolución espiritual. En el momento de la concepción el alma vieja infunde su consciencia personal de vidas pasadas y de progreso espiritual pasado dentro del proceso de concepción y se convierte en el alma del óvulo fertilizado.

Algunas madres son casi enseguida conscientes de una consciencia ajena dentro de ellas. La nueva consciencia que la madre ha concebido en su útero, a veces afecta profundamente el curso de su pensar, su embarazo y su estado de salud. Una vez nacido el niño, la madre siente que ha sido devuelta a su ser normal. Las madres sensibles, frecuentemente experimentan un conocimiento de la dirección que tomará la vida de su hijo y pueden pensar que este conocimiento nace realmente de sus propios deseos para su bebé.

REENCARNAR NO ES AL AZAR

La Reencarnación no es al azar o sin tener un plan coherente que dirija su acción.

El propósito es siempre el de proporcionar al alma caminante muchas experiencias, totalmente diversas, que agrandarán el almacén oculto del alma de conocimiento de las cosas del mundo. Aporta cambios de escenarios estimulantes y necesarios, de familia y personalidades del entorno de características tomadas genéticamente, pero siempre aquel hilo fino del camino del alma estará enterrado en la mente subconsciente y saldrá a relucir para influir en la presente encarnación, aunque la persona puede estar totalmente inconsciente de ello.

Por tanto, es posible que las características, los puntos de vista fuertemente arraigados, o las ambiciones apasionadas, sean perpetuados de una encarnación a otra. A veces las ambiciones se formulan en una vida y únicamente son traídas a una manifestación con éxito en la próxima vida, bajo condiciones totalmente diferentes. En tales casos, antes de renacer un alma debe esperar hasta que las condiciones mundiales sean aquellas que hagan avanzar con éxito las ambiciones ocultas del alma.

Si puedes imaginar a un alma primero arrojándose en un estanque rojo y salir teñida de rojo y entrar en la vida como una persona roja con todas sus naturales tendencias de la raza roja, y educada en la niñez para vivir una vida ‘roja’, comprenderás que el alma se marcha de esa vida con mucho que es rojo en su consciencia. Luego se arrojará en un estanque azul y saldrá azul, con todas las características del ‘azul’ y el estilo de vida de la gente azul. Cuando se vaya del mundo de nuevo, habrá acumulado facetas de consciencia azul mezcladas con las rojas.

Y así sigue la misma alma, vida tras vida, creciendo a través de las diversas experiencias de colores, religiones, estratos sociales, matrimonios, sexos, países, políticas, hasta que, finalmente, se despierta al hecho de que esto es lo que le está ocurriendo y decide que está cansado de todas las combinaciones de diversos colores y solo quiere ascender hacia LA LUZ. Entonces empieza su verdadero camino espiritual y, gradualmente, al moverse de una vida a otra, se deshace de los colores rojo, azul, amarillo, verde, negro, café y púrpura acumulados en las vidas pasadas, hasta que por fin, liberada de todas las ilusiones y falsos conceptos de vidas pasadas, el alma da un paso dentro de la LUZ y la reencarnación ya no es necesaria. El alma es fuerte, hábil, creativa, pero la individualidad del alma sigue estando inviolada y ella empieza a ascender en los diferentes niveles de la LUZ espiritual, más allá de las frecuencias vibratorias del mundo.