La iluminación espiritual

En honor a la verdad

POR: LEIRE ELOSEGI

Imagen; En honor a la verdad; Leire Elosegi

LA PUREZA DE LA VERDAD

La verdad jamás daña una causa justa.
-Mahatma Gandhi-

En un extenso artículo del doctor Cichowicz Emmanuelli titulado Lo siento por mis amigos vegetarianos, pero…. En dicho artículo él habla sobre mitos y falsedades respecto al vegetarianismo y lo cataloga como un invento moderno que no representa el estado nutricional natural y saludable del ser humano. Como vegetariana comprometida con la educación respecto a este tipo de alimentación y la importancia de vivir en armonía con la naturaleza, y ante las múltiples llamadas que recibí de personas indignadas y sorprendidas por el artículo del doctor Cichowicz, decidí responder.

Considero que el doctor trabajó su artículo sobre el vegetarianismo de manera irrespetuosa y ofensiva. Presentar a los vegetarianos como personas ignorantes, brutas, fanáticas y embusteras no era necesario para hacer valer su punto de vista. Expresiones como ..eso es un paquete, eso es una falacia, De la manga productions, su creencia es de naturaleza cuasi-religiosa, le restan seriedad a un asunto de tanta importancia para la calidad de vida de los seres humanos.

Deseo aclararle al doctor que el vegetarianismo no es un invento moderno. El origen del vegetarianismo (para aquellos que seguimos la teoría evolutiva) se remonta a épocas tan remotas como el año 582 a.c., cuando Pitágoras decía:

No sigáis envenenando vuestro cuerpo con un alimento tan repulsivo como la carne. ¿Puede darse mayor delito que introducir entrañas en las propias entrañas, alimentar con avidez el cuerpo con otros cuerpos y conservar la vida dando muerte a un ser que, como nosotros, vive? ¿Por qué ha de ser la matanza el único medio de satisfacer nuestra insaciable gula?

El doctor Cichowicz alega que su punto de vista es puramente biológico, pero este asunto no puede analizarse solamente desde la perspectiva biológica pues tiene unas ramificaciones e implicaciones que no se pueden obviar. Y la gente tiene derecho a conocer todos los aspectos de este delicado tema, además del puramente biológico, al momento de decidir si consume carne o adopta la alimentación vegetariana.

No voy a entrar en detalle a refutar los planteamientos biológicos del doctor Cichowicz pues me interesa aprovechar esta oportunidad para presentar la otra perspectiva. Además, me parece innecesario. Me amparo en mis dieciséis años como vegetariana, durante los cuales he leído innumerables libros y estudios que documentan la importancia de adoptar una dieta vegetariana para una mejor salud y contradicen su planteamiento de que el ser humano necesita comer carne para sobrevivir.

Soy vegetariana por razones éticas. Me niego participar de la matanza de millones de animales en el mundo diariamente para que la mitad de la población se siente a comer carne, mientras la otra mitad se muere de hambre cuando podría alimentarse con una fracción de los granos que se destinan a engordar los animales de granja. Para producir una libra de carne se necesitan dieciséis libras de granos, y más del 70% de los granos y cereales que se cosechan en el mundo son utilizados para alimentar animales.

El doctor Cichowicz dedica solamente un corto párrafo para mencionar los aspectos negativos del consumo de carne y señala que aunque no se comería nunca un cordero ni un pedazo de pollo de KFC, no tendría reparo en comerse un pedazo de carne de un animal criado de manera orgánica y humanitaria. Sobre la crianza orgánica, la activista Collen Patrick-Goudreau dijo: El concepto de la crianza humanitaria de animales, es simplemente una manera de aliviar nuestro sentido de culpabilidad, pues en realidad no reduce el dolor por el que pasan los animales. No hay nada humanitario en la crianza de animales solo para matarlos, y no hay nada humanitario en terminar la vida de un animal saludable en su plena juventud. Conclusión: no hay nada humanitario en comer carne.

Además, le recuerdo al doctor que si la gente decide seguir comiendo carne gracias a su artículo, la carne a la que van a tener acceso no es carne orgánica. Es una carne cargada de hormonas y antibióticos que estudios científicos han demostrado que afectan al ser humano alterando sus ciclos hormonales y haciéndoles desarrollar tolerancia a los antibióticos, entre otros terribles efectos negativos a su salud.

El doctor Cichowicz no menciona que los pollos criados para consumo viven sus cortas vidas en jaulas del tamaño de un papel de maquinilla junto a cuatro o cinco pollos más y que tal encierro crea en ellos una histeria que con frecuencia los lleva a matarse unos a otros a picotazos; que la carne de ternera es bien tierna porque durante sus breves vidas estos animales son forzados a vivir en unas pequeñas jaulas que no les permite moverse mucho pues eso endurecería la carne; y que muchos de los pavos regordetes que se consumen en el banquete de Acción de Gracias son alimentados de manera intravenosa hasta que están lo suficientemente gordos como para matarlos y venderlos por libra al mejor postor.

Otro asunto que no menciona el doctor es el impacto del consumo de carne en la contaminación ambiental y el calentamiento global. Según la Organización de Alimento y Agricultura de las Naciones Unidas una quinta parte de las emisiones de carbono y gas metano en el planeta es producida por la industria de la carne. En el caso de las aves y los cerdos, el desecho de excremento de éstos en las granjas industriales es una de las principales causas de la contaminación de los cuerpos de agua ya que existen pocos sistemas de manejo de esos desperdicios. Tampoco menciona el artículo que la mitad del agua potable del mundo es utilizada para la industria de la carne y que se requieren 5,214 galones de agua para producir una libra de carne y solo 24 galones para producir una libra de papas.

Diariamente se destruyen miles de cuerdas de bosques para crear áreas donde pastar el ganado y para cultivar en éste la soya para alimentarlo. Esto tiene impacto en el calentamiento, ya que los árboles absorben y almacenan los principales gases que emiten los autos y las fuentes de combustibles fósiles que utilizamos. A menos árboles, menos procesamiento de estos gases.

Ante todos estos hechos, es imposible negar que cada vez que nos sentamos a la mesa, nuestra decisión sobre qué comemos tiene un profundo impacto en el planeta y en millones de personas. Presentar el asunto de comer o no comer carne desde una perspectiva puramente biológica, y obviar toda esta realidad, me parece un error de juicio de parte del doctor Cichowicz, especialmente cuando me consta que él conoce toda esta información.

Las personas vegetarianas nos enfrentamos todos los días a un poderoso andamiaje publicitario de las grandes corporaciones que tienen convencida a casi toda la población de que es buena idea, y necesario, comer carne. No necesitamos que personas como el doctor Cichowicz, que aparentan tener un poco más de sensatez y cordura en medio de este escenario de locura, utilicen un foro tan importante en este país para echar por el suelo el esfuerzo de miles de personas a quienes nos mueve un profundo sentido de compasión y un compromiso de dejarles a las generaciones futuras un planeta mejor del que nos han dejado a nosotros.

El asunto de comer o no comer carne, ha alcanzado hoy día unas dimensiones que trascienden lo individual y llegan al corazón de la sobrevivencia colectiva. Afortunadamente, hoy día se conoce mucho más sobre la alimentación vegetariana y todos sabemos de casos de personas que han caído víctimas de una cruel enfermedad y solo logran salir adelante cuando adoptan una dieta vegetariana y naturista.

Y termino con una cita de alguien que me atrevo a asegurar tenía un poquito más de entendimiento y sabiduría que el doctor Cichowicz y que todos nosotros juntos, Albert Einstein. Éste dijo: Yo soy, por principio, un ferviente seguidor del vegetarianismo. Sobre todo por razones morales y éticas. Creo firmemente que un orden de vida vegetariano, aunque solo sea a nivel de efectos físicos, influirá sobre el temperamento del hombre. Nada beneficiará la salud humana ni incrementará más las posibilidades de supervivencia de la vida en la tierra como la evolución hacia una dieta vegetariana.


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