Quien es el tonto

Cuento zen con moraleja

El sabio aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente. Lo que importa no es lo que piensan los demás, sino lo que uno piensa de uno.

Imagen del cuento: Quien es el tonto

Cuento zen para saber quien es el tonto

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.

Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió: Lo sé señor, no soy tan tonto, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

MORALEJA

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:

Quien parece tonto, no siempre lo es.

¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?

La ambición desmedida acaba cortando tus ingresos.

En resumidas cuentas podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

El hombre sabio aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente.

Deja que te explique cuántas clases de tontos hay. La primera clase de tonto: uno que no sabe y no sabe que él no sabe, es el tonto simple. Luego la segunda: uno que no sabe, pero que sabe, sabe, es el tonto complejo, también llamado el tonto erudito. Y la tercera: uno que sabe que él no sabe, es el tonto dichoso.

Recuerden: El tonto dichoso es la más alta posibilidad de comprensión porque ha conseguido averiguar que el conocimiento es algo fútil, ha llegado a saber que todo conocimiento es una barrera para el saber. El conocimiento es una barrera para el saber, de forma que abandona todo conocimiento y se convierte simplemente en uno que sabe. Simplemente, alcanza claridad de visión. Sus ojos están vacíos de teorías y pensamientos. Su mente ha dejado de ser una mente, su mente es inteligencia, pura inteligencia. Su mente ha dejado de estar repleta de basura, su mente ha dejado de estar repleta de saber prestado. Simplemente es consciente. Es una llama de consciencia.

Tal vez debiéramos decir: Dichosos los tontos porque ellos heredarán la gloria de Dios.

Y recuerda: a menos que hayas alcanzado la tercera clase, toda tu vida será un puro desperdicio. Da, pues, el salto, desde el segundo estado de estupidez al tercer estado del tonto dichoso. Toda la gloria es para aquellos que son tontos dichosos.

Recuerda que la vida debería estar profundamente equilibrada, en un profundo equilibrio. Entonces, tú escapas justo por el medio. La energía sube en una oleada, te empiezas a mover hacia arriba. Y esto debería ser así con todos los opuestos. No seas un hombre y no seas una mujer: sé ambos, de modo de no ser ninguno. No seas sabio, no seas un tonto: sé ambos, y así trascenderás.